Desbroces de confinamiento en Osia


Por Maria Sarmiento

 Dadas las especiales circunstancias de la confinación sufrida a causa de la pandemia, varios miembros del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva del Pollo Urbano no pudieron desplazarse a Hinojosa del…

….Campo (Soria) por las restricciones de circulación entre comunidades marcadas por el gobierno…

…aunque una vez que se pudieron hacer desplazamientos entre provincias de una misma comunidad, Aragón en este caso, Sanchez, Director general del Instituto se trasladó a la delegación que se mantiene en Osia para proceder, en tanto en cuanto se levantan las restricciones sorianas, al mantenimiento de la misma, que, a causa de las lluvias y el tiempo habido presentaba un estado de vegetación desaforado.

   Durante el primer mes de confinamiento se dedicó bastante tiempo a  tajar la leña preparada a tal efecto una vez que ya estaba seca del año anterior.

  Se cortaron y prepararon abundantes montones de maleza que junto con la existente de siegas de hierba anteriores y luego de haber pedido los correspondientes permisos, se quemaron.

 

    También se realizaron labores de instalación de un punto de luz con enchufe para facilitar las posteriores rateas de trabajo con la potente desbrozadora eléctrica que allí se posee.

   Y finalmente se estudió la colocación de una ampliación de las placas de “Ciudadanos ilustres” y se estudiaron las fechas a celebrar la fiesta pertinente. También se repintó el taller y Simón tuvo la deferencia de pintar en el frente que da a la Peña Oroel, un palomo. El famoso palomo urbano.

  Con el confinamiento avanzado y provechando la situación, también se desbrozó el camino que va a la ermita y se limpió la calle del Sufrimiento  Aragonés, sus diferentes parterres y se podaron adecuadamente las hiedras y las hileras de parra virgen que cubren el carasol dedicado al eminente cirujano Juanjo Rivas.

    También se desherbó  (en una primera intervención), el parterre situado frente a la Iglesia.

La parte más trabajosa fue la trasera de Casa Loring, donde hubo que aplicarse con contundencia con desbrozadora e, incluso, motosierra para eliminar matorrales de gran consistencia y dejar un paso libre para que, posteriormente, una pequeña excavadora allane los profundos desniveles del terreno y de ese modo  conseguir que el hasta ahora inóspito lugar se convierta en una zona de agradable convivencia para familiares y amigos.

   Y, naturalmente, cuando llegue el momento habrá que proceder a  podar y aplantar nuevas especies de arbolado vinculado a la zona. ¡Enhorabuena a los miembros del ISIPU por su labor!