Últimos eventos del 2015: De ProyectAragón al festival de Zaragoza, de Fuentes, de Bujaraloz…

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Por Don Quiterio

     El último tramo del año suele ser generoso en actividad cinematográfica, pues muchos proyectos cobran visibilidad o presentan sus resultados. Cuando llega el invierno y los días se acortan y salen del altillo abrigos y bufandas, todo toma un insoportable aspecto de repetición, de cosa vista.

   Es el tedio de la quietud. La política institucional de ayudas y subvenciones tiene mucho que ver con esta circunstancia, pues impone un tiempo administrativo y burocrático a muchas iniciativas independientes. En muchas ocasiones, me pregunto sobre las relaciones entre el tejido cultural y la institución, es decir, sobre las políticas culturales. Me pregunto, esto es, sobre su impacto en la producción, pero pocas veces somos conscientes de su huella directa en la ayuda y en el ordenamiento, a veces complicado, de las distintas programaciones, de sus solapamientos, atolladeros e incompatibilidades. ¿Cómo se consigue la inmersión de la sociedad en una vida cultural realmente activa y contemporánea?

    Que responda quienquiera, o quien pueda. En todo caso, esta es una sección de cine, y al cine me remito. Se han celebrado, pues, variadas ofertas en forma de muestras o festivales en este tramo final del 2015. Para empezar, la decimoctava edición del cine realizado por mujeres ha sido bastante decepcionante, con una serie de películas que no hubieran pasado el corte en otro tipo de ciclos. El talento, querámoslo o no, no tiene género. Tampoco hay que exagerar, porque algún buen título se ha visto: ahí están las realizadoras Marí Galindo, Nancy Kates, Mary Dore, Carolina Astudillo, Maja Djokic e Irene Bau. El resto, filmes aburridos y fallidos, si no ostentosos y previsibles, acaso de un feminismo mal entendido. Yo propondría para la siguiente edición de la muestra la programación del reciente filme de Jaco Van Dormael ‘El nuevo Nuevo Testamento’, una divertida sátira que contribuye poderosamente a la desmitificación, según la teoría teológica del realizador belga de que el mundo va mal porque a dios, su creador, se le atribuye el sexo masculino. A nada que se ponga al frente a las mujeres, no cabe duda de que todo irá mucho mejor, entre otras cosas porque hace falta un cambio de sensibilidad urgente, visto lo visto. De ahí que Van Dormael proponga una corrección mejorada de las sagradas escrituras con un toque innovadoramente femenino. Precisamente lo que le ha faltado a esta edición de la muestra realizada por mujeres.

    Vicky Calavia, que también presentó en el ciclo femenino el corto documental ‘María Domínguez, la palabra libre’, es la gestora de ProyectAragón, en su novena edición, una muestra organizada por el servicio cultural de la fundación Cai y patrocinada por el ayuntamiento zaragozano. La programación comenzó con la proyección de ‘El último guion (Buñuel en la memoria)’, documental de Gaizka Urresti y Javier Espada. De este último también se ha programado su reciente documental ‘Tras Nazarín’, que se complementó con el clásico mexicano de Luis Buñuel. El cineasta turolense también fue protagonista de una exposición con una treintena de carteles de sus películas pertenecientes a la colección particular de Espada. Asimismo se han programado ‘Cano, de profesión incierta’, de Emilio Casanova; ‘Ritmo veraniego’, de Dadá; ‘Mi tío Ramón’, de Ignacio Lasierra; ‘El día más feliz’, de Urresti; ‘Milkshake Express’, de Miguel Casanova; ‘El hombre que quiso ser Segundo’, de Ramón Alós; ‘El bandido Cucaracha’, de Juan Alonso y Héctor Pisa; ‘Retratos’, de Carlos Ena, o ‘Refugios’, de Alejandro Cortés.

    La cuarta edición del ciclo ‘Cine y tapas’, que organiza el ayuntamiento de Biescas, mezcló las proyecciones con la posibilidad de degustar tapas en diferentes bares y restaurantes de la localidad, y se programó, entre otras, la película alemana ‘Amanece en Edimburgo’, un atractivo musical sobre el poder del hogar, la familia y el amor, a través de la historia de dos buenos amigos que vuelven a sus vidas tras cumplir el servicio en la guerra de Afganistán. En el segundo festival de las artes y la salud mental de los Pirineos, Fes-Pap, celebrado en el ayuntamiento de Ayerbe, tuvo lugar un pase de cortometrajes sobre el tema, con filmes de Léo Verrier, Isabel Herguera, Emilio Martí, Quim Rueda, Coke Riobóo o Eugénie Bourdeau.

    Por su parte, la séptima edición del concurso ‘Dos minutos’, convocado por el servicio de juventud del consistorio zaragozano con la colaboración de Prides, premió los títulos ‘Sin miedo’, ‘Fdo: tu mente’, ‘Se busca arte’ y ‘Lunes’. Y el cuarto festival de Daroca galardonó a los argentinos Carlos y Antonio Blaserio por su corto de ficción ‘Payada Satán’ y al español Antonio Aguillar por su corto documental ‘Garbanzos de azúcar’. También fueron premiados, en diferentes cometidos, ‘La teledetección’ (Antonio Montealegre), ‘Tú eliges’ (María José Anrubia), ‘Todo es falso salvo alguna cosa’ (Jesús Martínez) o ‘Eu vi’ (Pedro Biva, Fabio Eitelberg y Patrick Torres). Y la cuarta edición de la muestra de cortos de temática rural Festifal, en la localidad turolense de Urrea de Gaén –que se celebra cada dos años-, programó los cortometrajes de los aragoneses Maxi Campo (‘Descubriendo a mosén Bruno’) y José Ángel Guimerá (‘Gira’), además de catorce trabajos divididos en dos temáticas, cortos documentales o de ficción, provenientes de España (‘El río de la memoria’, ‘Jarramplas’), Portugal (‘O assalto’, ‘Fora do continente’), Chile (‘María’), Mauritania (‘Diawaldi Bouly’), Sudáfrica (‘Sobre pobreza’), Bélgica (‘Dissonant’, ‘Una pasión de oro y fuego’), Paraguay (‘Antolina’), Argentina (‘Doña Ubenzu’, ‘Durazno’, ‘La ventana abierta’) e Irak (‘Microphone’).

    El festival de Fuentes de Ebro, que dirige José Antonio Aguilar en su vigésima edición, homenajeó a la actriz oscense Itziar Miranda, la popular Manolita de ‘Amar es para siempre’. En la clausura se entregaron los premios al mejor corto aragonés (‘Los pies fríos’, de Guillermo Latorre, que también se llevó el de guion y el de actor y actriz protagonistas), mejor documental (‘Lejos de la orilla’, de Javier Sanz), premio del público (‘Emprendedores 014’, de Jesús Salvo, que también obtuvo galardón a la mejor música original de Juanjo Javierre y el de peluquería para Adriana Langa), ópera prima (‘Mu Arae C’, de Jorju Latorre) y efectos especiales (Darío Pérez por ‘Portrait of a wind up maker’). ‘Un millón’, de Álex Rodrigo, acaparó los mayores premios: director, fotografía (Miguel Amodeo), montaje (Miguel Doblado), dirección de producción (Cristina Guijarro y Lorena Lluch) y actriz y actor de reparto (Olga Alamán y Manuel Solo, respectivamente). El multipremiado cortometraje tiene como protagonista a un polémico productor y presentador de televisión, víctima de un secuestro, que comienzan a emitir en directo por ‘streaming’, y si en doce horas llegan a un millón de visitas, lo matarán en directo.

    En su decimosexta edición, la muestra oscense Periferias que dirige Luis Lles adquirió un matiz tostado, más bien negro, al aproximarse al concepto ‘black’, una temática que tiene que ver con la negritud y las raíces africanas. Periferias ofreció una rica y variada oferta cultural (música, moda, danza, teatro, literatura, conferencias, perfomances, artes plásticas y, por supuesto, cine). Orencio Boix se encargó de organizar el ciclo cinematográfico, en el que se programaron ‘Come black, Africa’, de Lionel Rogosin; ‘Super Fly’, de Gordon Parks Jr; ‘Yaaba’, de Idrissa Ouedraogo; ‘Dear White people’, de Justin Simien, y ‘Ornette, made in America’, de Shirley Clarke.

    El festival de cine de Zaragoza que dirige José Luis Anchelergues también celebró su vigésima edición. Abrió con la última película de Isabel Coixet, ‘Nadie quiere la noche’, y homenajeó a Daniel Guzmán, premio Augusto del corto al largo por su película ‘A cambio de nada’; Antonio Céspedes, del CPA Saldui, y Joseba Bonaut, de la universidad San Jorge. En el marco de este festival se estrenó el primer largometraje del aragonés Alejandro Cortés, ‘Refugios’, en el que participan también los aragoneses Nacho Rubio, Salomé Jiménez, Chema Mazo, Luisa Gavasa, Jorge Asín o María José Moreno.

   En la gala de clausura se homenajeó a los intérpretes Mercedes Sampietro y Federico Luppi, al maquillador Pedro Rodrígez y al director artístico Julio Luján. Los aragoneses -o afincados- Nacho Arantegui (‘Triángulo de una ribera’), Felipe Sanz (‘Nemo’), Santiago Capuz (‘Manías’), Ínigo Eguren (‘Versus’), Luis Martínez Cruz (‘No corras, vuela’) y Javier Macipe (‘Malcolm’). El resto de los premiados, en cine nacional, estuvo repartido entre Ana Murrugarren, Juan Antonio Moreno, Silvia Benegas, Carlos Polo, Juanma Suárez, Enrique Guzmán, José Antonio Campos  y Dani Martínez. Y hubo menciones especiales para José Manuel Herráiz, Lucía Valverde, Alberto Pinto y Daniel Holguín

    En la vigesimosegunda muestra de realizadores oscenses que coordina Jesús Bosque se pudieron ver trabajos de Lorenzo Montull, Martín Campoy, Alodia Alcay, Javier Vispe, Lorenzo Sanjuán, Ángel Orós, Eduardo de la Cruz, Pilar Abío, Laura Torrijos, Miguel Mainar, Ignacio Lasierra, Javier Vispe, Manuel Avellanas, Ignacio Garralaga, Jorge Claver o Eugenio Monesma. En cuanto a la quinta muestra de cine fantástico y de terror celebrada en el centro cívico Teodoro Sánchez Punter, del zaragozano barrio San José, se homenajeó a los directores Darío Argento y Wes Craven y al actor Christopher Lee (con sesiones dedicadas a ‘Rojo oscuro’, ‘Pesadilla en Elm Street’ o ‘Drácula), y se pudieron ver ‘Diarios del miedo’, de Jorge Blas, el cortometraje ‘Kung fury’, la popular película ‘Guerra mundial Z’ y los cortos de serie Z ‘El último aragonés vivo’, de David Terrer, ‘Informática para la tercera edad’, de Darío Muel’, ‘Los anillos del señor’, de Chuan Ortega, y ‘Aborto negro’, de Pablo Lázaro. Se incluyó asimismo una proyección especial con motivo de los treinta y cinco años de ‘El resplandor’, de Stanley Kubrick.

    La actriz Lluvia Rojo, que asistió a un taller con estudiantes coordinado por Carlos Gurpegui, abrió el ciclo turolense ‘Amantes de cine’, cuya temática en su novena edición fue la justicia en un mundo que tiende a ser más injusto y desigual. El pianista Santiago Sáenz puso música en directo a un clásico del cine cómico de Harold Lloyd, ‘El hombre mosca’. Los amantes de Teruel han sido objeto de obras literarias, teatrales, musicales y cinematográficas, aunque en este último caso no se han prodigado en exceso a diferencia de lo que ha sucedido con otras historias de amores imposibles con final trágico como ‘Romeo y Julieta’. El ciclo recuperó el primer filme sonoro hecho sobre la leyenda. En efecto, ‘Luna de miel’, de Michael Powell, fue la primera película sonora en la que se abordó el tema de los amantes de Teruel, aunque de un forma indirecta, ya que la trama principal tiene un desarrollo y dentro de la misma se inserta la historia de Isabel y Diego a través del ballet que en 1950 llevaron a los escenarios el compositor Mikis Theodorakis y la bailarina Ludmilla Tcherina. Hasta 1958, que es cuando se coprodujo entre España e Inglaterra ‘Luna de miel’, no se había llevado la historia de los amantes al cine sonoro, aunque el turolense Clemente Pamplona llegó a escribir un guion, si bien fue uno de sus proyectos que no cristalizaron. Con anterioridad solo se había rodado una película muda en 1912, que dirigieron al alimón Alberto Marro y Ricardo de Baños, aunque no se conservan copias. Además se proyectaron ‘Don Quijote cabalga de nuevo’, de Roberto Gavaldón; ‘Terraferma’, de Emanuelle Crialese; ‘Conducta’, de Ernesto Daranas, ‘En un mundo mejor’, de Susanne Bier, o ‘El abuelo que saltó por la ventana y se largó’, de Félix Herngren.

    Para terminar, la exposición en el centro de Historias de Zaragoza sobre la ‘máquina del tiempo’ del cine aragonés (hasta el 24 de enero del 2016) empieza con una confusión al afirmar en el papel de mano que “la primera película española fue aragonesa, ‘Salida de misa de 12 del Pilar’ de Eduardo Jimeno”. Es, en realidad, la primera película que se conserva, de 1899, pues existe una precedente realizada tres años antes, aunque perdida. Se trata, errores al margen (¿quién habrá escrito el programa, lleno de faltas ortográficas y de sintaxis?), de un recorrido por los directores, actores, técnicos, colectivos, festivales, cineclubes, salas de exhibición, cineastas independientes, críticos e historiadores, además de descubrir producciones que han aprovechado los pueblos y lugares aragoneses como plató de rodaje de algunas escenas de sus películas.

    Y con esto y un bizcocho, volveremos a la carga en el próximo número ‘pollero’ con el octavo certamen de cortos de la localidad monegrina de Bujaraloz que dirige Gemma Enfadaque. Entre las novedades de esta edición se encuentra la propuesta de la universidad San Jorge de premiar al mejor director menor de treinta años. El que tenga treinta y uno, maldita sea, no entra en el galardón. Hasta entonces, pues, jóvenes y mayores.

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