Presos, engañados y arbitrariamente administrados / Manuel Medrano


Por ManuelMedrano
http://manuelmedrano.wordpress.com

   Dice el personaje Steve Biko (Denzel Washington) en la película GRITA LIBERTAD que trata del Apartheid en Sudáfrica: “Cambia el modo de pensar de la gente y nada volverá a ser igual”. En ello están algunos, pero no para bien.

   Mientras espero la excarcelación, que se producirá en varias fases de difícil comprensión lógica y con medidas antes de la Fase 0 (¿?), se afianza lo que pensaba hace tiempo: esto es una porquería de experimento social donde están primando las conveniencias políticas sobre las exigencias sanitarias. Lo pienso, sí, se siente ciberpatrulleros oficiales del aparato soviético español. Y además se va a leer mucho esto que digo, porque después de un paroncito de unos días, los trolls del oficialismo censor han vuelto a las redes a confundir, aunque con el viejo argumentario: niégalo todo, tergiversa los hechos, pon en duda la capacidad intelectual del crítico, insulta si es necesario y con dureza, etc. Sólo les falta, si no lo están haciendo ya, una “Lista de proscritos por el Régimen”. Y luego nos perseguirán socialmente o nos condenarán a galeras, después de someternos a una “parametración” estilo Cuba.

   Bueno, cuando escribo esto, los niños están ya por la calle. Nos dicen que en pocos días, el 2 de mayo, las parejas o unidades familiares que conviven podrán pasear juntos, y se autorizará a hacer deporte individualmente. Nos concederán el tercer grado, mira que bien. Que podían haber concedido como en otros países desde casi el principio, pero no, vamos a ver cuánto aguantan mansamente. Y ahora nos van a dejar, que conste, porque el gobierno sospecha fundadamente que varios partidos políticos más le iban a negar el voto (al menos en estas condiciones) para otra prórroga de eso que llaman Estado de Alarma, verdadero liberticidio con espionaje al ciudadano en su actividad particular y control de opinión incluidos. Y con amenaza de hambruna si proseguía como hasta ahora. Seguro que el gobierno de España continuará negociando las condiciones de esta suelta controlada de ciudadanos, que veremos en qué queda finalmente, con propuestas de cada comunidad autónoma a veces tan exóticas como que se haga en los pueblos antes que en las ciudades (por ahora desechada), con horarios para deporte, abuelos a tales horas, niños a cuales horas, paseos familiares restringidos, apertura asimétrica de negocios, etc. Todo muy farragoso de explicar, aunque en ocasiones se ve claramente que vuelven a primar criterios políticos: “mi granero de votos”, “mi perfil de población votante”, etc. Mientras, la economía cae en picado, y parece que hay quien ignora que el motor de la misma está en las ciudades, no en el campo, donde la agricultura y la ganadería ya funcionan como pueden, pero básicamente bien.

   De los test ni hablo, no había, no hay y, por lo que dicen, apenas habrá. Si esta pandemia la para en España el calor, bien, caso contrario, a fumar que dicen los franceses que evita bastante el contagio (mi médica llevará un cabreo importante, años intentando que yo deje de fumar y mira ahora…), aunque el integrismo antitabaco español, sin una sola prueba sólida, ya niega esto furibundamente.

    Así que estamos en un momento crucial. Van soltándonos, fallecen menos ciudadanos, pero en realidad se debe a no se sabe qué, porque no se sabe tampoco quién está contagiado, por qué hay inmunes, asintomáticos, gente que recae en algunos países, etc. De momento, régimen de semilibertad vigilada cuando leáis estas líneas, salvo sustos de última hora.

    No, no he aplaudido a las 20 horas ningún día. Y no es porque no tenga clarísimo el papel que ha jugado y juega el personal sanitario (incluyendo celadores y personal de limpieza hospitalaria, por cierto). Es por la retorcida manipulación televisiva y periodística de ello, y porque los propios sanitarios ya dicen aquello de “menos palmadas y más paga” (o al menos material de trabajo para evitar el contagio).

    Engañar, nos han estado engañando muchas veces. No voy a citar lo que me dicen los amigos sanitarios, porque tienen prohibido hacer declaraciones y comentarios. Pero hace días que se podían haber abierto muchos negocios con las precauciones mínimas de mascarillas y guantes más la distancia de precaución. Como, por otra parte, se retomó el trabajo en construcción y se está haciendo en automoción. Como, igualmente, parece que ahora se quiere facilitar que el fútbol reinicie su actividad profesional. O sea, que los argumentos varían muchísimo según qué día, a qué hora, y a quién afectan.

   De lo sucedido con los medios de comunicación, deberemos sacar importantes lecciones. Durante un periodo excesivo, muchas semanas, la única manera de expresar una opinión libre han sido los medios de nicho o medios sectoriales, hasta que algunos de mayor alcance público han empezado a secundar esta línea de libertad. La censura en las redes sociales ha sido y es bochornosa, fascistoide y opresiva, dándose la circunstancia de que se censuraba la opinión de un periodista expresada en su perfil personal, pero cuando la repetía como periodista no, porque todavía hay que aparentar que se respeta la libertad de prensa. De momento… Por cierto, los medios oficialistas públicos y privados emiten y publican desde hace mes y medio una mezcla entre almibarada (Disneylandia) y amenazante (peste negra medieval) de nuestra situación que, junto a las ruedas de prensa gubernamentales (ejemplo de ceremonias de la confusión), convierte su actividad en un fuerte acicate para usar el vídeo o leer, no te conviertan en idiota profundo e irrecuperable.

   Y ya lo de la atención deficiente y arbitraria. Pondré un ejemplo. El día 23 de abril, día de San Jorge, el Ayuntamiento de Zaragoza se empeñó en hacer una caravana de policías locales, bomberos, personal de limpieza y recogida de residuos, y más gente, en agradecimiento de los Servicios Públicos de Zaragoza (o para que les aplaudieran, no sé). El trayecto previsto era enorme, duraría hora y media en principio, e irían en sus vehículos. Cuyo combustible y uso pagamos todos, y no para desfiles. Lo prohibió la Delegación del Gobierno en Aragón, que también ha prohibido las manifestaciones del 1 de mayo, con iguales argumentos de seguridad sanitaria.

   Mientras, suceden cosas curiosas. En varias ciudades de España, hay algunas gentes que se tiran entre una y dos horas poniendo música a todo volumen antes y después de la cosa de los aplausos, algunos de ellos DJ profesionales con empresas a su nombre que usan sus aparatos desde sus viviendas y atruenan varias calles, en muchas ocasiones desde hace más de un mes. Con bastante frecuencia, pese a que la mayoría de ellos (especialmente los profesionales del ruido), siguiendo sospechosamente un patrón muy común, alegan apoyo vecinal, dicen que reciben carteles de ánimo para que sigan (todos con letra demasiado similar, por cierto), y cuentan que les jalean y les regalan torrijas o no sé qué, lo cierto es que es una salvajada apoyada por sectores interesados, como entidades ciudadanas que aprovechan para visibilizar sus posiciones de fuerza y asegurarse así que seguirán recibiendo subvenciones y privilegios. Da igual que cerca de esta mamarrachada haya enfermos, o gente a quien le gusta leer o ver la televisión tranquilos, esto tiene apoyos extraños, incluso en Aragón hay entre ellos algún alto cargo autonómico. Así que, mientras en otros lugares (Cáceres, por ejemplo) les conminan a que dejen de atronar al vecindario y, si continúan, les sancionan, en Zaragoza no. Están muy ocupados, la policía no pueden acudir a nada, pero no sé si es por estar preparando desfiles, yendo el día 24 de abril a intercambiar aplausos al Hospital Miguel Servet con el alcalde a la cabeza, o concentrando vehículos oficiales en horario de trabajo bajo balcones varios para felicitar cumpleaños. En resumen, yo lo de pagar impuestos para que se seleccione las obligaciones de un funcionario según sus gustos (o, lo que sería peor, que la selección venga de órdenes políticas), no lo veo.

  Bueno, bueno, que también el día 23 de abril, para celebrar San Jorge debía ser, varias ambulancias estuvieron recorriendo calles dando sirenazos y concentrándose seis de ellas (nada menos) en el Mercado de Pescados de Delicias para aplaudir, ser aplaudidos, etc. Y eso depende del Gobierno de Aragón que, por cierto, es uno de los que había propuesto una excarcelación asimétrica, medio rural primero, las ciudades al final a comienzos de junio (¡nada menos!), etc. Ya les han dicho que no. Yo me lo haría mirar, los aplausos pueden acabarse y pasar a otras manifestaciones menos amables.

   Finalmente quiero hacer una aclaración a los ciudadanos de la ciudad de Zaragoza: no, las calles no están sucias (salvo una parte del centro, siempre reluciente) porque estemos en Estado de Alarma, llevan así más de una década.

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