Hasta luego, cocodrilo / Dionisio Sánchez


Por Dionisio Sánchez
Director del Pollo Urbano

elpollo@elpollourbano.net

 Queridos lectores, compañeros, amigos y camaradas:

   Uno de los momentos más esperados por los aficionados a la “res política”, esa acepción más genérica de la clásica latina “res pública”, son, sin duda, aquellos que se suceden tras la conformación de los nuevos equipos luego de conocerse los resultados de las elecciones correspondientes.

    Y en el caso del ayuntamiento de la Inmortal, ha habido  verdaderos instantes y sensaciones dignas de entrar por derecho en los manuales de la estupidez política con letras de oro.

    Y  por respetar el orden jerárquico, el ya exalcalde Santiveri (para los lectores polleros y Santiesteve para el común de sus votantes) ha “representado” en el escenario gusanero reciente escenas de altísimo valor artístico para engordar -sin desdoro alguno- el gran volumen del libro citado acerca de la estupidez de los dedicados al asunto.

    Aún a día de hoy, todavía no ha asimilado que su nefasta etapa de gobierno tenía un componente esencial que le impedía poner en marcha cualquiera de “sus” revolucionarias iniciativas populares, solidarias y coparticipadas. El hombre, cual novato permanente, no se dio cuenta  ¡en cuatro años! que presidía un gobierno  en minoría y, por tanto, sin ninguna posibilidad de mover ficha alguna sin la palmada del socialista Carlos Pérez Anadón ( quien, por cierto, casi se sale del carril de las Cortes en el primer día de trabajo, acostumbrado a la dura dinámica del trajín del Ayuntamiento frente a  la parsimonia de las jornadas cortesanas “Allí no se ve  a nadie con el mono. Todos dicen que “están haciendo territorio”, es decir, desaparecidos..”

      Y ahora, que le van a ser escasas las alcachofas que le acerquen los mass media para conocer sus impresiones sobre cualquier asunto municipal, nuestro Santiveri aprovecha un medio que antes era para él de la más carca oligarquía ciudadana para tildar simplemente ( ahora, que es uno de los tres cabecillas de la mini oposición del consistorio)   de  «francamente preocupante» el tripartito de la plaza de Colón en el Ayuntamiento de Zaragoza, por lo que representa de «derechización radical de gente que ha crispado la vida política de forma innecesaria”.  Es decir: antes ellos (ZEC) eran la izquierda radical. Ahora los que llegan son la derecha radical ¿Y eso como ha sido posible estando don Kuberoswky (Cubero para sus votantes) vigilando las trincheras y controlando las contrataciones telefónicas? ¿Cómo la ciudadanía no les ha vuelto a votar tras el  cambio de nombre del Príncipe Felipe y la consecución de las  revolucionarias conquistas habidas en la acción social y el cumplimiento de las contratas de los servicios públicos y su mejora amén del saneamiento de las cuentas…?(opinión ésta que, naturalmente, no comparte el nuevo  equipo y que, por tanto, habrá que esperar para conocer la auditoría que han encargado)

      En fin, podemos, pues, deducir que el gran Santiveri  no  ha aprendido nada y ahora que la fiesta se ha acabado, no se le ocurre mejor pijada que proponer armar un club con  Podemos-Equo y el PSOE para hacer una oposición conjunta en los grandes temas, cuando ha tenido cuatro años ¡cuatro! para haberle dado una palmada –repito- a Carlos Pérez Anadón (PSOE)  y, para colmo, para poner la guinda a su gestión, ha participado en la creación de tres grupitos de izquierda creativa  ( cada uno con su portavoz, eso sí) para descojone del nuevo alcalde que de un plumazo ha vuelto a resucitar a los Uapos, la Procesión del Corpus ,el rótulo del Principe Felipe, la Romareda y lo  que nos queda por ver, que noserá poco. Y Santiveri (Santiesteve para sus votantes) aún sigue conjeturando que hicieron alguna revolución que no haya sido meterle cuatro mil euros al mes al camarada Kuberowsky (Cubero para sus votantes) ciudadano engreído que sigue creyendo  que en una institución lo  que importa son los decretos y no, las acciones consensuadas (que son las que perduran a las legislaturas) para las que fue siempre soberbio e incapaz: Ahí están los resultados. 

   Amigos, compañeros y camaradas: ¡A caballo! ¡Yihiiiii! ¡Salud!

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