Por José Luis Llera Gil
Se cumplen ahora 75 años de la creación de la FERIA zaragozana, por lo que nuestras palabras han de ser de sincera felicitación por su contribución al desarrollo económico y social de la Ciudad y, en parte, de sus ciudadanos.
Tal es así, que el Ayuntamiento de Zaragoza ha distinguido y premiado su aportación a estos fines y constituyendo un aliciente anual, en sus Certámenes del mes octubre, coincidiendo con las Fiestas del Pilar. Una Feria venida a menos y que, quienes tienen la obligación de hacerlo, no han sabido darle el empuje que requiere y que no es difícil.
Quienes podemos hablar del significado de las Ferias, tanto por derecho como por conocimientos, no debemos dejar de comentar algunos aspectos, poco acertados, de sus actuales dirigentes aun cuando parece simplemente que solo hay uno. Le prima un injusto ego.
En primer lugar quisiera referirme o denunciar, si así lo prefiere el lector, a que el éxito de la Institución Ferial, en estos momentos, no se debe a una persona como parece por las declaraciones de su máximo responsable, obviando premeditadamente a quienes podrían, con total certeza, erigirse en promotores de esta favorable situación en los momentos actuales.
¿Es así cierto por cuanto la mayoría de los Certámenes relevantes que acoge la Institución fueron creados hace años?. Naturalmente que sí.
Ahora no es más que dejarse llevar y ver cómo evolucionan ante la actual situación económica.
Escaso mérito personal para los actuales dirigentes.
Volviendo al tema de las declaraciones de estos, creo que solamente uno, solamente hacen referencia al éxito actual, dejando bien escondidas sus acciones erróneas, como bajón escandaloso de algún Certamen, la politización de la Institución, los ERE, las bajas de Directores Generales, el endeudamiento, etc.
Bien, no quiero ahondar en la llaga, que podría hacerlo, sino mostrar mi extrañeza por no haber recordado en estos momentos de euforia para unos, a quienes verdaderamente propiciaron la creación de nuevos Salones situándolos eso sí en los primeros lugares del ranquin mundial.
Por ello los quiero citar, recordando a quienes fueron sus protagonistas desde el inicio en 1941.
Los comerciantes de la Ciudad, que destinaron el sobrante de las aportaciones que habían dado para sus compañeros combatientes en la guerra civil, D. Antonio Blasco del Cacho, D. José Valenzuela La Rosa, D. Alberto Manuel Campos Lafuente, D. Gregorio Izuzquiza Latre, D. Angel Saiz Iglesias, D. Eduardo Blanchad Castillo, D. Eduardo Cativiela Lacasa, D. José L. Martínez Candial y los Presidentes de los Comités Organizadores de Certámenes, hoy del mayor prestigio y que prestaron su apoyo para que todavía hoy sean algo importantes, como los señores Adarraga, Gascón, Raluy, Miret, y otros miembros de los mismos, que con su inestimable y desinteresada ayuda lo han hecho posible.
Estos son los principales y verdaderos autores del éxito de la Feria de Zaragoza, quienes merecían ser homenajeados, simbólicamente, por su contribución a lo bueno que hoy tiene la Institución zaragozana. ¿Quién te ha visto y quién te ve?
