La Parrala / José L. Llera Gil


Por José L.  Llera Gil
Presidente de la Asociación Zaragoza Amigos

Unos me dicen que sí… Otros me dicen que no….

     Es lamentable la disparidad de criterios a la hora de calibrar la efectividad y oportunidad de la reciente reforma laborar con la que nos enfrentamos los españoles.

    Esta reforma que, surgirá de una Ley no consensuada, debería llamarse LA PARRALA porque en cuanto a su efectividad unos dicen que sí y otros dicen que no, al igual que graciosamente una cosa tan seria como era la Constitución Española de Cádiz pasó a llamarse LA PEPA.

     Lo que sí está claro es que ha originado una confusión, o una gran alarma social si preferimos, y que sin otro aditamento que vamos a ir recibiendo va a propiciar una primavera caliente.

     La creación de empleo se logra NO por medidas adoptadas dirigidas a las formas de contratación y despido de los trabajadores sino a la producción y rentabilidad de las empresas. De ahí que el Gobierno debería apoyar estos aspectos como tambien potenciar el desarrollo económico de los Municipios que son quienes pueden insuflar riqueza a las grandes Ciudades.

    Porque ¿Quién produce en España?. Entre parados, jubilados, funcionarios, Fuerzas del Estado, policías locales y una larga lista quedan cuatro y el de la guitarra.

    La situación, está como está, debido a la habitual y nula colaboración de los Partidos Políticos en la oposición, siendo totalmente irresponsables y por tanto responsables de haber llegado a este momento. A sus dirigentes les dijeron hace años que su labor es , sistemáticamente, oponerse a todo lo que dicte o acuerde el Gobierno en el Poder. Es decir tirar piedras sobre su propio tejado en lugar de hacer una piña y luchar por el bienestar de la sociedad española.

    Por otra parte, todos ellos, así como Sindicatos, otros colectivos, Asociaciones, Plataformas y demás, cuando les apetece, que es siempre, dan su opinión sobre las medidas adoptadas por el Gobierno diciéndole además si debe corregir o suspender sus decisiones.

    Vamos a ver: Un Gobierno en el Poder debe tomar las medidas que estime oportunas para la mejor marcha del país, sean cuales sean sus consecuencias, ya que en caso contrario ¿quién gobierna?.

    Dejo tambien aparte, la falta de preparación de quienes nos dirigen o se les encomiendan informes para adoptar decisiones importantes especialmente cuando se habla de exprimir el bolsillo de los ciudadanos.

    Entremezclando la situación económica actual con la composición y nivel del Gobierno de Rajoy se puede pensar en que lo tenemos crudo.

    Todos sus miembros, con sus variadas Carteras, deben intervenir en paliar las nefastas consecuencias del Gobierno Zapatero.

   Ello es sumamente necesario pero difícil. La impresión que ofrecen es de escaso nivel ante un problema tan grave que, al menos, se pretende solucionar con la subida de impuestos ya que es lo más fácil.

   Podríamos recordar las erróneas manifestaciones de algún ministro entre ellos quien habla de duros en lugar de decir Euros.

    Destacaría tambien el escaso apoyo de la Banca que ha llegado, según se aprecia por sus medidas adoptadas, a una situación al borde de la quiebra a todas luces con visión premeditada por los antecedentes que hemos observado.

    La burbuja inmobiliaria y la deuda que mantienen con ella el Estado y las Autonomías, incluyendo los Ayuntamientos y sumando la corrupción, han sido la causa de la situación que nos está tocando vivir.

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