Por Lourdes Fajó
Recuerdo la leche con migas de pan de tía
Catalina.
La yema de huevo, con vino añejo que
me preparaba mi madre o mi hermana
Maricarmen.
El bocadillo de pan con tomate, aceite, sal,
y jamón blanco, que me encantaba, de
María madre de Charo Corvinos.
El chocolate caliente con azúcar por encima, en casa
de tía Manoleta,
la tarta de galletas de mi tía Eladia,
que tanto me quería.
Y el pan con vino y azúcar que no me
gustaba nada.