Susana Vacas

161Susana VacasP
Por Cristina Beltrán Mayoral

     En una ciudad, donde ya no hay puertas de servicio para la entrada de la niña del frutero con su cesta, en un casco antiguo en el que ya no te abren las casas sirvientas con su cofia. La niña que daba brillo a las manzanas se ha tornado.

    Menuda, curiosamente genuina, de mirada profunda y penetrante pintada de muñeca, te introduce en un silencio, casi imperceptible, un silencio profundo y rápido para el que no puedo poner adjetivos.

    Ella dice mucho, pero explica poco, ella camina a nuestro lado, discretamente, ávida de conocimiento, de búsqueda incesante.

Collages de Susana Vacas

    Trabaja y trabaja, ¡trabaja y no para! ahora aquí, ahora allá, lo próximo le importa mucho, la colaboración con las otras, forma parte de su vida, puede ser en forma de un escaparte, una pared, un pequeño espacio, una Organización altruista de difíciles causas, un amigo que necesita una intervención muy concreta, para un lugar en el que solamente ella va a poder transmitir el mensaje, una mirilla del Teatro Principal o en el Centro de Historias.

   Sus fotografías / intervenciones/ performances/ ilustraciones, reflejan su mundo, que forma parte de nuestro mundo, ese que muchas veces nos pasa inadvertido, ese compuesto de pequeños detalles, el de ese ser humano que tenemos a nuestro lado y en el que no reparamos, esa persona sin nombre con sus problemas muy personales, ese aislamiento personal e intransferible del que, tal vez, es mejor no hablar.

   A ella le gusta trabajar con lo pequeño, tal vez porque ella es pequeña (de estatura), es una mujer peculiar y grande en sentimientos, se expresa desde la cercanía, pero os prometo que no para, no para, pinta, hace collages, recorre la ciudad mil veces.

   Y quiero hablar de sus collages, para mí son especiales los gesta como setas, los muestra y los difunde, creo con una cierta timidez. Acompañamos este artículo con alguno de ellos.

   Donde la ingenuidad pierde su sentido aparece una reflexión lírica, ¿raya lo surrealista? Las piernas, los brazos, los caballos – fetiche, la comida sana, frutas y verduras, las arquitecturas urbanas y la naturaleza, pueden mezclarse en un caos muy bien organizado, donde el equilibrio y la tensión fuerzan los pensamientos y te acercan al ser humano que sufre de su propia imagen, de su propio cuerpo ante modas y entornos.

   Collages dulcemente amargos, como puede ser una naranja o picantes y dulces como el jengibre.

   Colaboradora de revistas diversas de gran tirada y on line, entre ellas la Mancheta del Pollo Urbano, de la recientemente presentada revista de cómic Alienazion” que dirige Angel Laín, no se la pierdan! Susana Vacas sigue aquí, está entre nosotras, nos mira y refleja lo que vé, lo que siente, su mundo se encuentra dentro del nuestro entre maniquís, caballitos de cartón,  sin rendir culto a la perfección, Susana Vacas también cuando duerme, sube, hace partis, está colgada, es Alicia en el país de las maravillas, baja, se divierte, viaja, bucea, pinta amapolas, golpea, es elegante, trota, tirita, tiene pesadillas, se sube por las ramas, flota, lee, es fonanbulista, Peter Pan, ser rebelde, deletrea y se encama, puede tirarse desde un trampolín, ser esquiva, manejar, huir.

   Una larga retahíla de trabajos, imágenes sustraídas al sueño, al descanso, al pensamiento en la habitación de un hospital, se puede crear mucho, cuando no puedes moverte mucho recortar y pegar te lleva directa a muchos mundos de papel, mí no me deja indiferente.

Artículos relacionados :