Ángel guinda: la última sombra hacia la luz


Por Jesús Soria Caro

    El último poemario de Ángel Guinda Apariciones y otras desapariciones recoge sus últimos versos antes de morir. Fue editado de forma póstuma, como afirma Trinidad Ruiz Marcellán, se compone de dos partes: en la primera aparecen los poemas…

….que había corregido en vida el autor y en la segunda aquellos textos que aún estaban en bruto y que ella encontró en libretas o dispositivos electrónicos. Este segundo grupo de poemas tienen la fuerza de la impulsividad, la raíz de la intensidad, el doloroso sentir hacia la belleza, rasgos que han conformado, sin duda, toda la obra de uno de los mejores poetas de nuestras letras. A lo largo del libro vamos a encontrar dos ejes: Eros y Tánatos, dos fuerzas que se contraponen en el intento del yo poético por trascender la desaparición tras la muerte. Vamos a ir recorriendo ambas isotopías a lo largo del libro:

     “Cuando me muera” es un canto de afirmación de la vida. En este texto a la mujer amada le pide que viva más allá del dolor, del placer, más allá de la idea de la muerte. El yo poético muestra un dolor invertido; él se considera ya cercano a la muerte y, en lugar de sentirse el dolor por su muerte, él la siente por no ver vivir a quien ama:

Cuando me muera

no será mi desgracia que no viva,

sino dejar de verte vivir,

dejar de verte dar vida.

 

Cuando me muera

vive más

por ti, por mí;

más allá del gozar y del sufrir,

más allá del fin. (Guinda, 2023: 19).

 

    “La muerte” está presente en todo el libro. El poeta ha hecho de su vida poesía, escribe lo que vive, ahora se encuentra en el final de su existencia. La muerte conoce su poesía, su final, su nombre:

La muerte sabe mi nombre.

Me doy por enterado

con el miedo en el cuerpo.

Dejadme decir las cosas

como las cosas me dicen.

La muerte no hace ruido.

Todo aparece para desaparecer.

La muerte sabe mi nombre. (Guinda, 2023: 22).

     “El tiempo” es un poema que retoma una de los temas de la obra de Ángel Guinda, la idea de que pueda existir tal vez una trascendencia después de la muerte de nuestra materia. A lo largo de la obra del poeta se produce una lucha, un conflicto entre ambas posibilidades, una confrontación similar a la que acontecía con el poético en “A mi buitre” de Unamuno, donde el buitre era la razón que negaba cualquier creencia posterior a la vida y Prometeo la posibilidad de creer en dicha trascendencia:

No busques nada de lo que perdiste.

El tiempo es la feria de los vivos.

El tiempo es el desierto del espacio,

el eco del silencio.

 

Todo es tiempo.

 

Comemos tiempo,

bebemos tiempo,

excretamos tiempo.

Más allá del tiempo sigue el tiempo. (Guinda, 2023: 31).

     Precisamente a la idea anterior del buitre unamuniano nos acerca el poema “El cuervo” que alude a la oscuridad del miedo al final, a desaparecer. Ese animal oscuro recuerda el del poema del maestro de la Generación del 98:

Cada vez siento más cerca

el cuervo de cuatro ojos,

cada vez.

Plegado sobre mí mismo

cada vez tengo más miedo. (Guinda 2023: 68).

     “Homo Viator” retoma el tópico de la antigüedad de nombre homónimo. La idea del hombre que viaja por el tiempo de su vida, que recorre los caminos de sus instantes para finalmente llegar a la eternidad, a un destino más allá de los límites del tiempo y de la muerte:

Hay un lugar.

No sé de dónde vengo.

No sé adónde voy.

Soy un hombre de paso.

Hay un lugar.

He de llegar allí.

Para quedarme. (Guinda, 2023: 69).

El poeta se sabe camino del final, pero como le sucedía a Machado, al que el poeta leyó en sus últimos momentos: “¿Adónde el camino irá?”.  Aparecen diferentes caminos: los de la luz, los del desierto, pero el poeta se plantea que el final tal vez es el comienzo de algo que va más allá de los límites aparentes de los itinerarios del vivir:

Serénate, no temas.

Donde acaba la tierra

comienza el cielo.

 

Cuando termina el desierto

empieza el mar.

 

Después de la oscuridad

llega la luz. (Guinda, 2023: 58).

 

     El último poemario es la despedida de un poeta que hizo de su vida su propia obra. Escribió como vivió. Su vida es una extensión de su obra poética o viceversa. En estos últimos versos, algunos de ellos inéditos, rescatados por Trinidad, se nos muestra la lucha del yo poético con la muerte, la duda de que tal vez esta pueda ser trascendida, de que tal vez la muerte sea una puerta en la luz hacia otra dimensión del ser.

BIBLIOGRAFÍA:

GUINDA, ÁNGEL (2023): Apariciones y otras desapariciones, Olifante, Zaragoza.

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