Por Alimor
Ya sé que en tiempos del twiter
en que todo es pasajero
resulta poco atractivo
escribir un romancero
pues leer más de dos líneas
representa un gran esfuerzo
y lo que aquí he de escribir
no es un plumazo ligero
sino un cuadro minucioso
que quiero pintar certero
sin querer ser imparcial
ni tampoco pendenciero,
usando la munición
que vaya cogiendo al vuelo
en esta legislatura
en que mandan los peperos
con mayoría absoluta
sin que tengan casi freno
para hacer y deshacer
en su labor de gobierno
y también en legislar
solos, en el parlamento.
PROEMIO
Ahora que el “buen” Zapatero
ha pasado a mejor vida
una banda de trileros
muestra su juego a porfía,
y vemos que, en la victoria,
su aliada es la mentira,
cosa que no me sorprende
pues de habitual la practican,
y una vez en el poder
la máscara se la quitan
y ya les importa un bledo
comenzar la escabechina.
No sé por dónde empezar
porque en menos de cien días
nos caen como pedrisco
duras reformas encima.
Rajoy desapareció
como oso en su madriguera
a pensar en la manera
de repartir los papeles
entre los nuevos ministros
y otros viejos y muy fieles
disfrazando las falacias
que ocultar, más, ya no pueden.
Con cara de circunstancias
salio la Santamaría
a felicitar el año
a sus votantes y a extraños
con la subida de impuestos
que habían negado antaño
“medida muy temporal”
que en absoluto es engaño
sino una necesidad
que atajará graves daños,
sobre todo en los bolsillos
de los que ocupan escaño,
quienes están por decir:
“nosotros también pagamos
pues de sueldos y prebendas
hemos ido muy sobrados
y para dar buen ejemplo
los políticos estamos”.
Pero de hacer esta enmienda,
parece no ser el caso;
ya lo dijo Durán Lleida
que no sería acertado
bajar los emolumentos
a un trabajo tan honrado.
Ahora pide que los suban
otro honorable probado
con un sueldo millonario,
el mismo Rodrigo Rato.
Repasando a los ministros
con que Rajoy ha contado
encontramos viejas caras
que ya nos han gobernado
Ana Pastor y Cañete,
con Montoro, recordados
pues ya estaban con Aznar
así de bien colocados.
Otros no lo estaban menos
Pues, o eran empresarios
o trabajan de asesores
de banqueros, bien pagados.
Sus biografías huelen
A Roquefort bien curado.
ECONOMÍA
Empecemos por de Guindos
uno de los agraciados,
ex jefe de Lheman Brothers
cuando fue el desaguisado,
otro de los responsables
que sale beneficiado
lo mismo que Monti y Draghi
en lo más alto instalados
para que el capitalismo
no salga perjudicado.
Nada mejor que banqueros
para que así se hagan cargo
de seguir con el proceso
de convertir en privado
lo que son bienes del Pueblo
pues serán administrados
por las empresas y bancos
que más nos han esquilmado.
La zorra en el gallinero
tiene ya libres las manos
para desplumar sin freno
a todos los ciudadanos
con reformas “agresivas”
y medidas sin recato
que están dando la puntilla
a lo que llaman trabajo
pues parece que es mejor
volver a tener esclavos
que no puedan reclamar
un misérrimo salario
y dispongan de sus vidas
empresarios desalmados
a los que se da la llave
de rescindir los contratos
sin atenerse a convenios
ni cumplir lo ya acordado.
Mientras tanto la gran banca
se continuará cebando
con las públicas ayudas
que nos están asfixiando.
Los mercados insaciables
nos están estrangulando.
Cuanto más aire nos falta
más fuerte están apretando.
De Guindos no pestañea
pues es pinche en este caldo
que guisa las democracias
a gusto de los mercados
igual que si fueran pollos
que pueden ser troceados
por expertos carniceros
que se seguirán forrando
pisando cualquier derecho
que proteja al ciudadano.
¿Cómo interpretar el gesto
de Junker hacia de Guindos,
a quien cogió por el cuello
como a los viejos “amigos”?
Porque luego se fundieron
en un fraternal abrazo
que me dejó muy perplejo.
Jamás político alguno
de los gobiernos de España
se ha mostrado tan “colegui”
y con tanta confianza
en las instancias más altas
donde se corta la pana.
Yo deduzco de esta escena
tan tierna y tan desenvuelta
que se trata de “amiguetes”
que tienen la misma escuela
y se sienten triunfadores
entre la crisis que aprieta,
pues en sus manos están
buena parte de las riendas
y se les ha elegido
más bien desde la trastienda,
con el voto de las urnas
sólo de forma indirecta,
pues no suele ser banquero
quien, a pleno sol, gobierna,
dejando que el paripé
lo haga persona interpuesta,
a quien, si es obediente,
le dejará buena renta,
como leal consejero,
detrás de una buena mesa
y un espacioso despacho
con su nombre en letras gruesas.
Esta es la mejor manera
para evitar las sorpresas
y los arrepentimientos,
si la memoria les pesa
y quieren aligerarla
de la basura molesta
que en las grandes transacciones
como los miasmas, se queda.
Lo malo es que uno y otro
crean que es forma correcta
y la única posible
de mantenerse en la brecha,
de controlar el poder
manejando marionetas
que bien se dejan querer,
mientras mamen de la teta.