Gandhi-Hitler

Por H.E.

  Querido amigo,

   Amigos míos me han estado pidiendo que le escriba por el bien de la humanidad. Pero me había negado a sus peticiones porque tengo el sentimiento de que cualquier carta de mi parte sería una impertinencia. Algo me dice que no debo calcular y que debo hacer mi petición, valga lo que valga.

 

   Es bastante claro que usted es la persona en el mundo que puede evitar una guerra que puede reducir a la humanidad a un estado salvaje. ¿Debe usted pagar ese precio por un objeto, sin importar que lo valioso que le pueda parecer? ¿Escuchará la petición de alguien que deliberadamente rechazó el método de la guerra con un éxito considerable? Aún así anticipo su perdón si erré al escribirle.

  Quedo a sus órdenes,

  su sincero amigo

  M.K. Gandhi

   En 1939 Mahatma Gandhi le escribía a Adolf Hitler esta carta, la cual nunca llegó a su destinatario, nadie sabe por qué y ahora ya da igual.

   Íntima por su cercanía, a pesar de ser posiblemente las personas mas diferentes del mundo en dicho momento, Gandhi trata de convencer a Hitler de que no haga la atrocidad salvaje que estaba a punto de llevar a cabo.

   Posiblemente esto no habría cambiado nada, pues Adolf tenía una idea en la cabeza que nadie podía cambiar. Es impresionante como Gandhi, en la tarea que se asignó, trata de convencer a Hitler, por supuesto. Pero también me parece interesante la manera en que le escribe. Cómo se dirige el mas grande icono de la paz al señor del miedo; como solicitándole una admisión de documentos, como la carta del padre que pide al director del colegio la readmisión de su hijo expulsado. Una vez más los grandes personajes de la historia no sólo se diferencian del resto por las cosas que hacen, sino también por cómo las hacen.

  Con esto no quiero hacer hincapié en la carta en sí, sobre la que ya se ha escrito mucho, quizá demasiado, sino que trato de hacer una reflexión sobre la manera de hacer las cosas. Resaltar la diferencia entre hacer algo porque hay que hacerlo o pensar primero cómo hacer y después llevarlo a cabo, ya que tenemos que hacerlo o al menos nos hemos dispuesto a ello.

   Bajo mi punto de vista, esta es una de las más grandes diferencias entre las personas, que al mismo tiempo encuentro bonita. Sin más, vamos intentar cuidar un poquito el verbo hacer, como estos dos personajes hicieron, después cada uno ya sabrá hacia donde enfocar sus actos.

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