Por Manuel Medrano
El pasado día 1 se inauguró la muestra Humanidad, formada por obras del artista aragonés Ricardo Lamenca, en la sala de la Agrupación Artística Aragonesa (c/ Lagasca nº 21, de Zaragoza), que se pudo visitar hasta el 27 de marzo.
Muchas veces hemos tratado de este autor en nuestro blog, simplemente recordaremos ahora que Ricardo es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona (además de haberse formado en otros centros de enseñanza artística con anterioridad), lleva cosechando premios y distinciones desde 1967 y exponiendo en individuales y colectivas desde hace 45 años.
Ahora nos presenta aquí un resumen de su buen hacer, desde sus fabulosas composiciones histórico-mitológicas hasta sus grandes retratos de vivo y contrastado colorido (óleos sobre lienzo), pasando por alguna acuarela (una de sus nuevas pasiones), también varias interesantes obras en técnica mixta, hasta llegar a una serie de hermosos collages iluminados con acrílicos y ceras que, en realidad, son bocetos de una serie de obras en gran formato sobre la danza que elabora actualmente.
El día de la inauguración, pese a que el clima estaba francamente desapacible, asistió mucha gente, artistas como José Ignacio Aranda Miruri, Ramón y Santiago Lallana, Rafael Navarro, Jesús Proaño, Manuel Ramón Sancho Follos, Débora Quelle, Carmelo Mélida y Carmen Pemán, entre otros muchos y, por supuesto, Mary Carmen, esposa de Ricardo.
Como noticia que algunos de ustedes quizá no conozcan les hago partícipes de que Ricardo Lamenca, hasta hace poco miembro de la Junta Directiva de ADAFA (Asociación de Artistas Figurativos Aragoneses), ha sido elegido Presidente de AADA (Agrupación de Acuarelistas de Aragón). Pero, aunque ya no en la directiva, sigue y seguirá estando y participando en las actividades de ADAFA, compaginándolas con su nueva encomienda en AADA.
Por cierto, muchos de sus compañeros de ADAFA (empezando por su Presidente, Jesús Proaño) estuvieron en la inauguración y, por supuesto, también muchos miembros de AADA. Y, junto con los demás asistentes, degustamos amigablemente el picoteo que nos ofreció Ricardo, acompañado de unos excelentes tinto y rosado de Lécera, su localidad natal.
