María López-Franco expuso en el Colegio Oficial de Médicos


Por Manuel Medrano

    Hasta el 28 de noviembre, pudieron visitar la muestra Once in a Blue Moon, en la que la pintora zaragozana María López-Franco nos ofrece 25 obras representativas de su creación artística en el Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (calle Ana Isabel Herrero nº 3-5, de la capital).

   María inició su carrera artística en la Escuela de Artes de Zaragoza, licenciándose después en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Ha recibido varios galardones y menciones por sus obras y, en la actualidad, compagina la producción artística con la labor docente.

   Sobre su trabajo, María nos dice: “Esta exposición es un compendio del trabajo que he venido realizando en los últimos años, centrado en el óleo y la técnica mixta sobre lienzo, si bien recientemente he venido experimentando con otros soportes (metacrilato o papel) y técnicas de impresión. En esta muestra considero se ofrece una síntesis general de mi obra, basada en la construcción de formas en base a manchas superpuestas de diferentes texturas, con las que pretendo crear composiciones armónicas que me permiten explorar distintas formas de expresión”.

   En cuanto a lo que yo estimo, he de decirles que sus creaciones me parecen sencillamente deliciosas, especialmente las que son libres aunque tampoco desmerecen las realizadas por encargo, más formales pero también con su sello distintivo.

   María López-Franco busca el equilibrio en la composición pero con expresión de movimiento, que transmita vida, naturalidad, llegando con toda su fuerza al espectador. Conceptualmente su estilo me recuerda al ukiyo-e, esas pinturas del mundo flotante que generan un potente efecto y en las que la asimetría y la aparente irregularidad de los  esquemas compositivos, cuidadosamente desequilibrados y organizados frecuentemente en ejes diagonales, producen un efecto de movimiento y contemplación de algo vivo. Esto se refleja nítidamente, incluso, en sus obras más figurativas.

   Utiliza María medidas pinceladas nada casuales, pero con la virtud de parecerlo, y combinaciones y gradaciones cromáticas, y en ocasiones vacíos de color, con gran maestría, pues consigue lo que pretende suscitar en el observador.

   En resumen, fue una grata sorpresa visitar su exposición y les recomiendo que vayan a verla. Suelo decirles que mis fotografías no hacen justicia a los originales. Pues en esta ocasión, háganme caso, aún es mayor la diferencia, siendo imprescindible situarse físicamente ante los cuadros para recibir lo que transmiten con plenitud.

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