Exposiciones “MITOS” y “Tierras de Aragón” en la AAPGA


Por Manuel Medrano

    Hasta el 12 de diciembre, de lunes a viernes de 18 a 21 horas (salvo festivos), pueden contemplar en la sala de la Asociación de Artistas Plásticos Goya-Aragón (Avenida Goya nº 87-89, de Zaragoza), una exposición doble individual protagonizada por Pilar Aguarón Ezpeleta (Tierras de Aragón) y Juan Luis Borra (MITOS).

     Pilar Aguarón, con 40 años de actividad artística plástica, amplísimo currículum de exposiciones (80 entre individuales y colectivas) y premiada en varias ocasiones, es también ilustradora de libros y revistas y autora de libros de relatos, novelas, participante en numerosas antologías y con publicaciones habituales en revistas de narrativa, etc., presentándonos ahora su serie Tierras de Aragón, elaborada con trazos enérgicos y grandes pinceladas muy coloristas, sin sombras y sin gente, vivificando el paisaje aragonés ante nuestros ojos pero manteniendo el frecuente dominio de los tonos ocres en el mismo, la rala vegetación expresada en verdiazules y los cielos revueltos habituales en esta tierra. Su producción es temáticamente mucho más amplia, pues incluye edificaciones del medio rural, retratos, cuadros figurativos de variada composición y desnudos. Utiliza en su creación diversas técnicas y soportes, pero con notable predominio del óleo sobre lienzo.

 

   Juan Luis Borra, Ingeniero Técnico Industrial, pintor, fotógrafo, artista digital e ilustrador de libros, se inclina principalmente por los estilos impresionista, expresionista y surrealista, imprimiéndoles un sello personal con el uso de las nuevas tecnologías. Trabaja con acrílico fundamentalmente pero sin abandonar el óleo y la acuarela, adentrándose en el uso de técnicas mixtas: tintas/acrílico, acrílico/óleo, etc. Desde el año 2007 se presenta a diferentes concursos y certámenes de pintura haciendo pública su obra, mostrando también una muy intensa actividad expositiva en muestras individuales y colectivas.

    Borra nos dice que la serie MITOS surge como necesidad de crear una pintura no supeditada a la realidad del momento, rechazando lo que trae consigo la vida diaria. Así mismo, es una reacción al enfoque implícito en buena parte del arte contemporáneo, rendido al mercado: de una parte al realismo figurativo de tintes hiperrealistas y, de otra, al arte conceptual cuya presencia está supeditada únicamente a un relato literario que explica lo que la supuesta obra de arte no hace por sí misma. Pretende, como los simbolistas de finales del siglo XIX, no pintar el objeto en sí mismo, sino trascender a otros ámbitos a través de la intuición y la contemplación. Le interesa la capacidad de sugerir, y es aquí donde toma especial relevancia el símbolo que aparece instrumentalizado a través del mito. Iconográficamente, en muchas ocasiones, las obras clásicas están presentes en sus obras, que realiza con métodos clásicos a los que une nuevos materiales y tecnologías, así como colores fuertes al más puro estilo expresionista, para resaltar el sentido onírico de su creación.

 

 La inauguración, el 17 de noviembre, estuvo muy concurrida, asistiendo artistas como Mariela García Vives, Miguel Ángel Arrudi, Miguel Sanza, Francisco J. Marco, Mariaje García-Julián, Pilar Gutiérrez Beired, Berta Lombán, Iris Lázaro, Eduardo Laborda, Paco Rallo o Paco Simón, entre otros muchos, así como Víctor Esteban Maturén, críticos de arte, galeristas y amigos.

  Como me fue imposible asistir a la inauguración, mencionaré que las cinco primeras fotografías de este reportaje han sido “socializadas” por mí, aunque convenientemente tratadas.

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