Por Manuel Medrano
Hasta el 29 de mayo, de martes a sábado de 11 a 14 y de 18 a 21 horas y, los domingos y festivos, de 11 a 14 horas, permanecerá abierta esta exposición en el Palacio de Sástago de Zaragoza (Coso nº 44). La extensa muestra (106 obras), organizada por la Diputación Provincial de Zaragoza, conmemora el centenario del nacimiento de este gran pintor zaragozano, cuyo nombre real era José Viola Gamón.
Se presenta aquí una retrospectiva de su producción artística (1933 a 1985), que posee un alto nivel de significación para conocer al autor.
Creador de vida azarosa y temperamento inquieto, escritor vocacional y artista plástico definitivamente, educado entre Aragón y Cataluña, combatiente en nuestra Guerra Civil, exilado y formado en Francia, integrante de la Legión Extranjera y entusiasmado por los goyas negros, por la pintura tenebrista española, hombre comprometido ética y políticamente y amante de las fiestas y saraos, al final de su vida regresó a su pasión original y escribió varios poemas.
Fue miembro del grupo El Paso junto a Antonio Saura y Pablo Serrano, siguiendo una trayectoria primero surrealista y luego expresionista abstracta. Si desean más información acerca de Manuel Viola, pulsen aquí y aquí.
Tras su gran exposición en La Lonja zaragozana en 1972, en 1989 se mostró ya en el Palacio de Sástago su antológica del Museo Español de Arte Contemporáneo y, ahora, su obra y su espíritu vuelven a su (nuestra) ciudad. De todas las frases que Manuel Viola pronunció o escribió y fueron recogidas como testimonio de su pensamiento y opiniones, me quedo con esta:“En arte no hay regresiones. Son respiros para un nuevo salto adelante».
