Del 23 de Mayo al 5 de Junio, tuvo lugar la exposición de Elena Gastón Nicolas en el Instituto Goya de Zaragoza y donde la artista expuso “tapizes, ashrams y colosos”. Esta exposición fue el preludio para la ilustre exposición retrospectiva del decimo lustro.
DE ELENEUDIS A ELENEUSIS PASANDO POR LA GASTONTERAPIA
Se conoce con el nombre de ELENEUDIS a los sintagmas descompuestos tras el paso Del cometa Haley y perdidos en la enorme galaxia de Gutemberg. Ejemplo verbigracia: “Los complejos del feo Apocalipsis sg San Juan LA GRAN CHINGADA PA GIÑARSE (ÚLTIMO PEDO) LO INEFABLE LO QUE NO ES (OJALA NO SEA) LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS Y LO QUE SEMOS”.
De este modo los Eleneudis, o sintagmas desbocados, arrasan de manera violenta, sobre los enternecidos paisajes bucólicos de los arriscados montes pirenaicosy sucumbe al destronado ritmo de la valoración heroica de los lejanos árboles, ríos, montañas y todo lo que el Gran Creador apostó sobre la frentecilla de la gastonterepia eleneudística. Hablando claro: los cuadros fueron y son cojonudos.
A este periodo de gran creación y fuerte despiporre sigue lo que se conoce con el Nombre de ELENEUSIS, o etapa de gran silencio en el que la gastonterepia eleneudística, se pierde entre los aborígenes del Pacífico y el rancio abolengo de papá magister.
Reniega la artista de los jugosos estampados familiares en las pequeñas singladuras de las provincianas avenidas, y se larga a mundo, al silencio, a aquello de: “mamá, teta”. Y aunque en el currículo vital siguen marcando fechas y actos como en el que en 1992 da saobre “el matricoño. Ceremonia” solo en el 98, cuando regresa al mal de montaña en las laderas del pico de Aneto y refunfuña, por lo bajo, aquello de “Regresaré a la casa, la casa de mi madre”, inicia el largo recorrido que le lleva
Al 2005 con la “Ordenación del arte axtrakto” -¡jódete!- y sacando la cabeza del maremágnum recupera la eleneusis desbocada que fue capaz de mostrar allá por los años ochenta.
Que los dioses incrédulos recojan este mensaje y seamos capaces, con Jerónimo y todo, de volver a transgredir violentamente esos hermosos paisaje que Elena Gastón -resumen de Eleneudis y Eleneusis- guarda en el ojo avizor de su talante surreal y desconcertante. /// J. A. Labordeta