El 21 de mayo inauguró Roberto Botija Enciso su exposición “Tiempo suspendido” en la Galería y Escuela de Fotografía Spectrum Sotos (c/ Concepción Arenal nº 19, de Zaragoza) que se pudo visitar hasta el 29 de junio.
Bilbaíno del ’53, Roberto ejerce como diseñador de interiores y publica asiduamente en medios especializados relacionados con su profesión. Desde el año 1999 viene exponiendo regularmente su obra en galerías y museos abordando diversas temáticas, aunque creemos ver constantes subyacentes en su línea de trabajo.
Por ejemplo, la relación entre su muestra “Paisaje al margen” de 2008, que trataba del paisaje de los alrededores del Gran Bilbao fuertemente conformado por la mano del hombre y de carácter efímero, con las imágenes que ahora presenta. En la muestra actual vemos protagonistas naturales, hojas, flores y frutos, huesos y conchas que remiten a lo que fueron en vida y nos transmiten un proceso de decadencia, de camino hacia la destrucción definitiva del objeto, sensación de finalización próxima o culminada que se incrementa por las imágenes reflejadas pulcramente en espejos y por los sujetos ubicados dentro, sobre o parcialmente introducidos en recipientes de cristal o brillantes.
Con el refuerzo añadido de esos fondos de escena con representaciones de papiro o papel antiguo que dan más potencia al ambiente pretérito, de tiempo transcurrido que avanza hacia el final orgánico de lo que vemos.
Sobre sus obra, Roberto nos dice: “De lo fotográfico, ante todo, me interesa ese tiempo que está presente pero que ha dejado de transcurrir. En definitiva, el tiempo suspendido, still life. Y las cosas que existen y están ahí sólo porque el fotógrafo las ha colocado, no tanto por su cualidad formal, si no por su densidad simbólica”.