El patio quiere ser teatro


Por J.L.C.

   José Luís Saenz de Heredia rodó ‘Historias de la radio’ en 1955. La película comienza con un tipo roncando a gusto hasta que suena el despertador.

     Tras apagarlo enciende la radio y se escucha la plática de un reverendo adornada por música de órgano hasta que comienza el programa ‘Gimnasia todos los días’, y una voz  en off nos recuerda que las tranquilas mañanas de la radio se transforman cuando corría el día y llegaban las emisiones cara al público, tan tumultuarias como exitosas. En pantalla los espectadores de un programa de radio sentados en una grada aplauden a un cuarteto que canta a capella.

    El podcast nació en el año 2004 cuando la tecnología de internet permitió la difusión de programas de radio en diferido y los oyentes podían descargarlos a su conveniencia. El salto definitivo lo dio Apple en el año 2012 cuando incorporó a su teléfono una aplicación que permitía a los radioyentes acceder a sus programas favoritos en cualquier momento. A partir de entonces el género ha evolucionado con múltiples formatos pero, el que experimentó un crecimiento muy rápido fue el podcast de conversación, donde los animadores hablan, improvisan y conectan con los oyentes a través de un tema que les atraiga.

   Carolina Iglesias y Victoria Martín empezaron en el año 2019 con un podcast titulado ‘Estirando el chicle’ realizado desde el salón de una casa donde charlaban sobre anécdotas y experiencias personales aliñadas desde el humor y el absurdo. Dos años más tarde recogieron el Premio Ondas de Radio al Mejor Podcast, y en septiembre de 2022 cerraron una gira reuniendo a 12.000 personas en el Wizink Center de Madrid. El espectáculo comenzó con un concierto de Rigoberta Baldini a la que siguieron colaboradoras vestidas de comunión, una fallera en patinete y cañones lanzando decenas de bragas con el logo del programa. La crónica de Mónica Lunego lo resumía como pirotecnia, confeti y, por supuesto, mucha comedia.

    Héctor Llanos publicó un reportaje el 7 de junio en El País para contar como los podcast empezaban a grabarse en video para fidelizar audiencia. Eduardo Alonso, responsable de Spotify en el sur de Europa, afirma que se trata de conectar el formato conversacional con las generaciones más jóvenes y acostumbradas a consumir contenido en imágenes. Una tendencia que, más allá de la demanda, los creadores empiezan a reclamar como señal de identidad. Un buen ejemplo es ‘Maemía, el podcast regulinchi’, un producción de El Terrat con público en directo y un humor muy cercano al stand up comedy.

    ‘El patio de mi casa’ es un podcast que nació en el patio andaluz que J.J. Sánchez y Encarni Corrales tienen un su casa del barrio las Delicias de Zaragoza. Allí se juntaron con Marisol Aznar y David Ángulo, invitaron a Laura Gómez-Lacueva y se organizó un totum revolutum entre las ganas de contar de las tres actrices, las canciones de David Angulo y el espacio sonoro de J.J. Sánchez. La experiencia se grabó en video y puede ver en You Tube. De ahí nació el actual espectáculo que se representó en el Teatro del Mercado de Zaragoza con el objetivo de hacer un coctel con humor, entrevistas, música en directo, chafardeo, gastronomía y un homenaje a las madres. Cuatro funciones con dos invitados diferentes en cada ocasión para ser grabadas, editadas y difundidas en redes sociales como material audiovisual. La función del viernes 16 de junio contó con la periodista Sara Comín y el actor Luís Rabanaque. El programa de mano anunciaba que la novedad era añadir “bastante de espectáculo teatral”

    La música ya suena a cañón cuando el público accede a la sala. J.J. Sánchez usa el recurso de los late nigth de la tele para interactúar con los espectadores y dejar el ambiente caliente cuando las cámaras empiecen a grabar. La escenografía es un homenaje. Unas macetas por aquí y por allá nos traen aromas del patio del programa piloto y acompañan a dos grandes mesas que ejercen de frontera entre el proscenio como espacio reservado a la improvisación; y la parte posterior del escenario donde las sillas marcan el espacio para conversar, maquinar sonidos y fabricar música en directo. El reto pasa por conectar la teatralidad de esos dos universos.

    La disposición de la escenografía y el atrezo generó dos situaciones diferentes. La posición de la silla en la que se sentó Sara Comín y la propia dinámica de la conversación provocaban que la invitada buscara constantemente la conexión visual con sus dos anfitrionas, un gesto perfectamente natural si se trata de conversar, pero sin embargo desde el punto de vista teatral privaba a gran parte del público de sus expresión facial, y así se perdía una parte importante de sus reacciones. Punto y aparte merece la espectacular versión que Sara Comín hizo de la copla ‘Y sin embargo te quiero’. Luís Rabanaque, quizás por estar más habituado a cuestiones escénicas, tiró de experiencia y solucionó la cuestión moviendo ligeramente la silla para estar enfrentado al público y que un pequeño movimiento de cabeza le  permitiera jugar con mirar a sus anfitrionas. En este pequeño detalle se puede resumir la disyuntiva teatral en la que se mueve el espectáculo: La entrevista o la charla de la primer parte genera palabras y anécdotas propias de un podcast, para a continuación usar ese material y dotarlo de teatralidad hasta fabricar una escena de humor aliñada con otras consideraciones gritadas desde el patio de butacas.

   La dificultad técnica de la improvisación teatral somete al actor a un ejercicio constante de desdoblamiento, con la dificultad de la inmediatez para moldear un personaje y una historia acotados por unas premisas de obligado cumplimiento. Se trata de ir mucho más allá de una simple réplica más o menos visual de las consignas verbales que en este caso se establecen en la conversación de la mesa. Encarni Corrales lo explicaba el pasado mes de Octubre en las páginas del Heraldo de Aragón, cuando definía la improvisación teatral como la parte activa del trabajo actoral que crea a partir de la solidez del personaje. Y eso es precisamente lo que faltó en la representación: Personajes sólidos. El buen rollo y el jolgorio de la conversación se transformaba en una narración muy simple y esquemática para construir personajes endebles que, muy débiles en su teatralidad, me recordaban a esas fiestas entre amigos en la que, mientras unos hacen gestos y muecas el resto adivina el título de la película.

    La teatralidad también se ve comprometida por la complejidad narrativa de un formato en el que se impone la escaleta propia del audiovisual, y diluye la comicidad de una función, que en realidad está más pendiente de ser el soporte para grabar dos capítulos del podcast y así, el público teatral se encuentra con la repetición de una estructura dramática que va de la presentación, al gag comercial pasando por una canción previamente preparada que le gusta al invitado, pero cantada mediante la imitación de otro cantante.

    La función terminó con el público en pie jaleando a invitados y actores. Tras la intensa y prolongada ovación aún queda el paso final para este proyecto: Editar todo el material grabado en el teatro para convertirlo en los nuevos capítulos del podcast ‘El patio de mi casa’ que se podrán ver en redes sociales:

https://www.youtube.com/@elpatiodemicasa7952
https://www.instagram.com/elpatiodemicasaprograma/
https://www.facebook.com/profile.php?id=100083176399892

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‘El patio de mi casa’

Producción y Dirección: Hola Clavel Producciones y Teatro Indigesto. Presentado e interpretado: Marisol Aznar, Encarni Corrales, David Angulo (música en directo y canciones), J.J. Sánchez (espacio sonoro). Vídeo: Alejandro Galindo. Sonido: Luis Gracia. Fotografía: Chusico Espeleta. Distribución: CASANZ Producciones.

Viernes 16 de junio de 2023. Teatro del Mercado.

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