Por Sevi
El fútbol es un deporte en el cual una decisión errónea de un señor de negro puede echar por tierra el esfuerzo y trabajo de un club para conseguir un objetivo.
Un deporte como éste no se puede permitir semejantes errores que se cometen. El último gran escándalo, ocurrió en la pasada cita mundialista de Sudáfrica, en la que se cometieron dos errores flagrantes en los octavos de final que finalmente en el resultado no influyeron pero que hubieran cambiado la situación del partido. Sobre todo en el gol fantasma que no subió al marcador en el partido entre Inglaterra y Alemania que hubiera supuesto el empate a dos del equipo británico. El otro supuso el primer gol de Argentina marcado por Tevez que estaba en un clarísimo fuera de juego.
¿Para evitar estos errores habría que introducir en el fútbol la tecnología?
Tras lo sucedido en los octavos de final del pasado mundial, Blatter presidente de la FIFA, pidió disculpas y dijo que se llevaría a cabo una votación para la introducción de la tecnología pero sólo en la línea de gol.
¿Qué se debería hacer?
Los inconvenientes que se plantean para poner en práctica esta moderna metodología son: que el juego estaría parado mucho tiempo, no tendría continuidad el juego y que se “quitaría la sal al fútbol”.
Para contrarrestar esta continua demanda de tecnología la UEFA tomó la medida de colocar dos jueces más, en este caso, en las áreas. Esta medida bajo mi punto de vista es inservible dado que los jueces de área no se “mojan” y parece que sólo están para determinar si es saque de puerta o córner. Esta decisión la entendería si los todos los colegiados, ya sean el árbitro principal o sus asistentes tuvieran el mismo poder. Ya que esto no va a suceder, veo totalmente innecesario la introducción de estos dos nuevos asistentes.
Yo soy totalmente partidario de la introducción de tecnología para determinar si el balón ha traspasado la línea de gol o no. Pero a la hora de introducir avances en el resto del juego puede haber varios puntos de vista y de ejecución de éstos.
En el fútbol americano la tecnología es parte del juego desde hace años. Los entrenadores tienen la opción de lanzar un pañuelo rojo al terreno para exigir hasta tres veces a los árbitros que revisen una jugada controvertida.
Los oficiales tienen 60 segundos para revisar la jugada a través de las imágenes captadas por decenas de cámaras en el estadio. En un evento como el Super Bowl hay hasta 30 cámaras.
Si las imágenes proveen evidencia suficiente de que se equivocaron, entonces cambian la jugada. Si el material no es concluyente, entonces la decisión permanece.
En el fútbol las decisiones más importantes se toman en las áreas. Introduciendo la posibilidad de que el colegiado pueda consultar o no a otro que se encuentre con un televisor en el estadio se podrían evitar ciertos errores claros que a la postre podrían ser decisivos. Pero si sólo el árbitro tuviera potestad de reclamar esta ayuda televisiva, seguirían existiendo posibles conflictos por no reclamar en una jugada, es decir, por reclamar unas si y otras no.
El juego estaría gran parte del partido parado, ya que en el área hay miles de agarrones, que si, muchos son penalti pero, ¿cada vez que haya algo, por pequeño que sea, en un área va a tener que parar el colegiado el juego? ¿ y por cada fuera de juego dudoso?
Otro punto de vista acerca de este conflicto sería determinar que se revisasen todas las jugadas dudosas, pero entonces la labor del árbitro se limitaría a pedir esas revisiones y perdería gran parte de la labor que le concierne, que es pitar o no pitar. Se podría llevar a cabo porque muchas de las jugadas con una sola repetición se aprecia si es o no es penalti, por tanto tampoco sería tanta distorsión, refiriéndome a las pausas del juego.
Por lo tanto, analizando los pros y los contra, yo actualmente sólo introduciría la tecnología en la línea de gol, pero no para el resto de las jugadas, porque es muy difícil llegar a un acuerdo viable para dictaminar qué jugadas se revisan, cuales no y de qué manera; dado que el dinamismo del fútbol europeo y el deporte en sí, no tiene mucho parecido al fútbol americano.
