Italia: Lara, vida mía


Por José Joaquín Beeme

    Pienso a veces que Karinthy se quedó corto con su teoría de los seis grados; por lo menos a mí, cuando me pongo a lucubrar sobre el sutil encadenamiento de casualidades que rige nuestras vidas, me sucede que descubro una prodigiosa malla de conexiones.

Por Jose Joaquín Beeme
Corresponsal del Pollo Urbano en Italia
http://latorredegliarabeschi.googlepages.com

    Recorrer la exposición del centenario de la Revolución de Octubre en la flamante Fundación Feltrinelli de Milán, que se levanta en los terrenos del que fuera vivero Ingegnoli, histórico pulmón verde donde nos surtíamos de orquídeas y rosas primitivas, es recordar al editor-brigadista en el aniversario del título que le lanzó al estrellato editorial. Para disgusto del PCI, del que terminó siendo apartado, Giangiacomo Feltrinelli se hizo en 1957 con los derechos del inédito Doctor Zhivago, disputadísimos en todo el mundo tras la apertura del XX Congreso del PCUS, y que a Pasternak, que murió sin ver publicada la novela en su patria, le valió el Nobel un año después. Feltrinelli, que repitió scoop con El gatopardo y con el Diario de Bolivia del Che, ofreció una nueva traducción cuarenta años después, curada por Evgueni Pasternak, hijo del novelista, que añadía un diccionario de personajes y abundante aparato crítico. Paolo Mancosu, filósofo de Berkeley, ha reconstruido aquella aventura editorial, buceando en los archivos de la fundación donde se conservan las notas de prensa y de partido y las cartas de los protagonistas, y el propio Carlo Feltrinelli, un tipo afable a quien tuvimos como huésped en un homenaje al suegro partisano y que ahora abandera el sello Anagrama, rescata en su biografía Senior service los orígenes del padre desde la cooperativa del Libro Popular hasta aquel manuscrito en cirílico que disparó su instinto de editor alternativo, a caza siempre de revoluciones pendientes.

Artículos relacionados :