Chile: Un paseo por el Barrio Las Condes


Por Klaus Dillemberger

    Por los últimos meses de mi estancia en Chile, un cambio de residencia dejando el tranquilo barrio de Ñuñoa para vivir en el mundo de los rascacielos y de los palacios de cristal.

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Klaus Dillemberger
http://notas-de-un-emigrante.blogspot.com.es/
Corresponsal del Pollo Urbano en Chile   

    Aunque siendo más bien fan de cascos históricos como entorno de vida, merece la pena de aprovechar la ocasión para vivir en un ambiente de ciencia-ficción. Pero no es ciencia-ficción, es la realidad contemporánea en el barrio Las Condes en Santiago de Chile. Y tengo que reconocer que tiene su fascinación. Paisajes urbanos como las que se presentan aquí son difíciles de encontrar en España. Os invito a dar un paseo y como una imagen dice más que mil palabras, será un texto entre fotos.  Vais viendo y mientras tanto cuento alguna cosilla.  

   Pues vamos allá. Saliendo de casa camino al metro se presenta la vista de la izquierda. Al lado de la torre de oficinas con árboles en los balcones se aprecia al fondo la torre Costanera, con sus 300 m a día de hoy el edificio más alto de toda Sudamérica. Buena referencia de orientación en la ciudad. Aunque los chilenos dicen que es muy fácil orientarse en Santiago ya que siempre está la cordillera en el este. Peo muchas veces los Andes no se ven, sea por el smog o sea por los edificios altos que te tapan la vista. Pues yo me oriento por el Costanera Center. Pertenece a la familia Paulmann. El viejo Paulmann emigó de Alemania en el 1946 y abrió un colmado en Valdivia. Como se ve, no les ha ido mal, hoy controlan cadenas de Supermercados, Sky Airlines y cientos de negocios más. Le llaman «el rey del retail» de América Latina. Es una de las 10 o 12 familias que controlan la economía y el destino de Chile, mande quien mande en el gobierno. Aparte del Costanera hay muchos edificios que impresionan por su arquitectura y su diseño. Me he dado una vuelta con la cámara y retratado alguno .

   Un poco calle arriba en la Avenida Apoquindo, justo donde la entrada del metro, está el centro cultural de Las Condes, todo cristal, esculturas por doquier en la calle, de nivel europeo. Vistoso. En los barrios populares el ambiente es bien distinto. Menos esculturas, mas polvo, el asfalto de la calzada es más bien tan delgado como los ingresos de los residentes . A cambio, las chilenas si que son gordas. No es de extrañar-  pasar el mes con 400 € en un sitio tan caro como Santiago no es fácil. Eso es según datos oficiales el ingreso mensual de más del 60 % de la población. Me llamó la atención que aquí en los supermercados venden el azúcar en sacos de cinco kilos. Si que les gusta dulce, y mucho. Si hasta el jamón se vende azucarado, acaramelado lo llaman. Pero para muchos debe de ser el alimento principal tortillas de harina con azúcar, que no da  para más. He visto a gente comprar en el súper una sola rodaja de jamón york. Pero en Las Condes o Vitacura, todo es nobleza e elegancia. Aquí ningún Maserati o Jaguar se ensucia las ruedas de camino a la discoteca. A la izquierda, la torre Vitacura. Sociedad de dos clases, tal como se está poniendo de moda en Europa también.

    Algunos amigos me han preguntado cómo se ve en Chile la llegada de un bicho como Trump al mando de EE. UU.

    Creo que se puede decir que se vive la situación bastante más relajada que en Europa. ¿Qué van a temer?  ¿Que Trump mande invadir algún país latinoamericano? Ya lo hicieron Reagan en Granada  1983 o Bush Padre con Panamá en el 89. ¿Qué mande matar a un Presidente electo porque sí? Ya lo vivieron los chilenos  con Allende en el 73.  EE.UU. siempre ha visto a América Latina como su patio trasero y siempre se han portado como unos auténticos salvajes tratando a la gente “down there” con el fin de que los plátanos seguían baratos y los campesinos callados. Si alguien clamaba “justicia” “pan” “educación” – ¡A POR EL!- ¡que es comunista! Instaurando y apoyando presidentes asesinos, criminales, narcotraficantes, chusma de toda calaña como Batista, Noriega, Somoza, Torrijos, derrocando gobiernos en busca de más justicia e igualdad como el de Allende aquí en Chile e impulsando golpes de estado en muchos países. Por la siniestramente famosa “Escuela de las Américas” en Panamá han pasado en 30 años cerca de 60.000 militares graduándose en tortura, asesinatos y represión hasta Jimmy Carter la cerró en el 84 y la trasladó a Fort Benning en Georgia, donde funciona hasta hoy, con un temario algo más moderado. Dijo el senador demócrata Martin Meehan de Massachusetts: «Si la Escuela de las Américas organizara un encuentro de viejos alumnos, se reuniría la peor escoria del mundo occidental». La CIA reconoce 8 intentos de asesinato a Fidel Castro, los cubanos hablan de cientos. Casi parece un milagro que el viejo comandante haya muerto en su cama con 90 años. Pero claro, entonces mandaban presidentes educados, expertos en shake-hands y siempre sonriendo a las cameras. Nadie va a negar que Kennedy era más guapo que Trump y muy popular en Europa.

  ¿Qué van a temer los latinos de Trump? ¿Qué no tiene modales? Eso es lo que en realidad les parece importar a los europeos- que el  gringo jefe haga lo que sea, pero con modales. Que quede bien en la foto. Aunque el presidente sea un auténtico hijo de puta, que disimule, que guarde las apariencias. Que sonríe. Trump no disimula ni sonríe. Se le ve desde lejos el plumero de ignorante, de cabrón. Por lo menos no se le puede acusar de hipócrita como a la mayoría de sus antecesores. Algo es algo.

   Pero volvamos a nuestro paseo. Lo que impresiona con tanta arquitectura de acero y cristal es que mismo con un terremoto mayor del grado 6 en la escala Richter no se les cae siquiera un cristal de las fachadas. Se menean, se lo aguantan y no pasa nada. En eso son megaexpertos los chilenos, por la cuenta que les trae. Han vivido unas muy gordas y han aprendido la lección. Hace poco en un garaje subterráneo  tuve ocasión de hacerle una foto a los amortiguadores de protección antisísmica que llevan los rascacielos. También llevan travesaños diagonales para frenar los meneos, que a veces se ven como en la foto, integrados en la fachada o los llevan de forma más disimulada.

    Desde luego, en estos barrios, el término «tercer mundo» no cuadra mucho. Las calles residenciales alrededor de las avenidas de rascacielos, limpias como en Suiza, con árboles que cubren toda la calzada dando sombra al paseante en los días calurosos de verano. Refugios del bienestar. El aparcar de los coches, bien organizado, como se ve en la foto. Pena que no tengo auto para aparcar aculatado… Por cierto, en toda la ciudad no hay parquímetros. Las tasas de estacionamiento lo cobran personas. Cada calle tiene su cobrador adjudicado y te pasan el ticket y lo cobran. Nada de automatización. En vez de enriquecerse una empresa con parquímetros, aquí viven unos 20.000 familias del estacionamiento callejero. Curioso en una economía, donde los neolib llevan la batuta. En  la casa donde vivo, hay 14 empleados, entre porteros que se turnan, mantenimiento y limpieza. Todo una pyme gracias a los sueldos de miseria que cobran los empleados. Por la mañana, el portero quita del césped entre acera y calzada las hojas caídas de los arboles con escoba y recogedor, saludando amablemente a los inquilinos que salen a trabajar

   A veces hay vistas, donde se unen pasado y presente futurista en una sola imagen:

    Creo que es hora de tomar un cafecito y descansar un poco. Aquí en la esquina hay un sitio que no está mal. Eso sí, el café a un precio como en la Castellana, unos 3 Euros… Pero se está bien en la terraza y corre un poco de aire:

   El panorama de enfrente es ese:

   Si se cambiara la antena por una cruz, aquí veríamos una catedral estilo siglo 21 imponente.

   En el edificio de la izquierda, casi parece que las plantas flotan en el aire:

    Las fachadas de cristal cambian de parecer según el cielo que toca, un gusto para cualquier fotógrafo con ambiciones.

    En fin, podría seguir unas cuantas páginas más, pero no quiero aburriros y algo me guardo de contar para otro cuentecillo.

    Pues un brindis de año nuevo desde la piscina de mi casa:  FELIZ 2017

 

    No era nada fácil hacer esta foto con el temporizador de la cámara. Nos partimos de la risa en los intentos y al final, la máquina en el agua…

  Un saludo a todos

   Klaus

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