Aproximaciones al conflicto del Líbano


Por Agustín Gavin

   Sentado en uno de los veladores del Bar Fenicia tomando una helada cerveza Almaza se acerca Musti que acaba de abrir y se acerca con un café en sus manos.


Agustín Gavin

Corresponsal Internacional del Pollo Urbano y Presidente de www.arapaz.org

    Musti es un libanés nacido en los alrededores de Beirut que lleva más de veintiséis años en Zaragoza. Él fue quien nos proporcionó contactos con importadores de productos libaneses para poder comercializar  aquí el jabón de Alepo.

  Un grupo de viudas refugiadas de guerra sirias llevan tiempo produciendo este jabón de propiedades terapéuticas como sistema de autofinanciación para pagar sus gastos y sobrevivir en una situación cada vez más angustiosa, pero el cierre de fronteras por el coronavirus hace inviable su comercialización. Ellas, con muchos niños a su cargo, son parte del más del millón de refugiados sirios que quedan en el Líbano, cumpliéndose en estas fechas el octavo año de guerra en su país.

   Musti siempre ha trabajado en hostelería en Zaragoza y sus vínculos con la región de la que es oriundo le hacen estar perfectamente informado de la situación. Cuando saco el asunto de la reaparición de los disturbios en Líbano después del confinamiento por la pandemia, le comento que hace un mes quemaron el Banco Central en Trípoli,  que los enfrentamientos en las ciudades se reanudaron otra vez con violencia y que viéndolo desde aquí con la información oficial y los antecedentes históricos, nos tememos lo peor….otra guerra civil…

    Musti me dice que no.

     Para empezar analizamos los motivos que llevaron a la dimisión del anterior presidente Saad Hariri, hijo del asesinado Rafic al Sariri, una de las grandes fortunas del continente, su pseudo secuestro en Arabia Saudi  hace más de dos años donde le confiscaron el móvil y la intervención de Macrón que aparcó la crisis. Sus oscuros casos de crecimiento de la fortuna familiar a través del ladrillo, el escándalo de una donación millonaria a una modelo de bikinis sudafricana y la gota que rebosó el vaso y lanzó la gente a la calle fue poner tasas al whatsaap gratuito.

    El nuevo gobierno está intentando solucionar el caos económico que puede llevar a la población civil al estado de hambruna. Las manifestaciones de primero de año eran normales porque la libra libanesa se depreció hasta un sesenta por ciento, los bancos se quedaron casi sin liquidez, sin dólares y el poco dinero que quedaba no podía ser retirado por la gente corriente,  no podían disponer de sus ahorros ni cobrar sus nóminas y pensiones.

     Comienzan a escasear los productos de primera necesidad, las manifestaciones violentas están alentadas por los de siempre y apunta que el bloqueo bancario se planificó desde EEUU y que el motivo no es otro que la presión internacional de Israel con sus reivindicaciones territoriales en Cisjordania y una franja en territorio Jordano en el valle del Jordán para asegurar las fronteras. No va a haber ninguna guerra civil, insiste, el satanizar a Hezbolá  por parte de EEUU, no le ha dado resultado entre la sociedad civil libanesa.

    Él vivió la guerra civil del setenta y cinco con dieciocho años y las condiciones han cambiado, el resto de los conflictos del siglo pasado son propiciados por el verdadero enemigo, Israel.

    Ahora ha aparecido en el sur del Líbano, en aguas territoriales libanesas petróleo, justo en la frontera con Israel. Lo que podía ser una alegría para la denostada economía, se ha convertido en un quebradero de cabeza más.

     Me cuenta que vuelvo a estar equivocado cuando me creí que las milicias chiis estaban ayudando al ejército y policía libanesa a reprimir a los manifestantes, precisamente los clérigos están haciendo todo lo contrario, sujetar a los sectores más radicales y proteger al actual gobierno. Musti cree que hay agentes infiltrados entre los manifestantes. Pienso que puede ser un tópico pero lo cierto es que las primeras manifestaciones de finales del año pasado y comienzos de este eran pacíficas, organizadas por asociaciones de mujeres por primera vez en el  Líbano y confluyendo  en ellas las diferentes comunidades religiosas.

      Lo que está claro es que los tentáculos de la diplomacia agresiva de la administración Trump están lastrando la economía de toda la región e incluso generando dudas en países poco sospechosos de no defender dicha administración como Arabia Saudi, Emiratos etc…, que bastantes problemas tienen en su patio trasero que es el conflicto en Yemen, empiezan a temer una eclosión bélica en toda la zona.

     Le hago una broma, y le digo que ahora que se va a acabar la guerra en Siria y que está estabilizada la de Irak, habrá que empezar otra en otro lugar del Oriente Medio.

    Muchos observadores dicen que esto se veía venir, porque está pasando en otros lugares del mundo. Están obligando a las autoridades libanesas a mirar hacia China a través de Irán. El satanizado país, con razón o sin ella, está sufriendo durísimas sanciones económicas que como ya sabemos al final donde repercuten es en la sociedad civil. Los reactores de uranio son una amenaza global pero no sólo en Irán también en China, Rusia, India,  Paquistán etc.

     Me resume que el mayor riesgo es una guerra con Israel, pero no le conviene por varios motivos, quizá el más importante la presencia de tropas de Naciones Unidas en la frontera sur, españolas, italianas y francesas. También la negativa de Europa a consolidar la anexión del treinta por ciento de Cisjordania, la debilidad del gobierno israelí.  Netanyahu tiene ceder su mandato a su socio y ministro de defensa el centrista Benny Gantz que lo sustituirá  a finales del año que viene y cuando eso suceda igual tiene que entrar en la cárcel por corrupción. Este no tiene ninguna prisa, Netanyahu sí. La diplomacia norteamericana parece que duda en aplicar su invento en Cisjordania.

     Cuando empezamos a hablar de refugiados, conviene recordar que no sólo están los Sirios, en Líbano hay refugiados palestinos desde 1948, además de azerbayanos, armenios etc…, la xenofobia ya apareció hace tiempo  y se ha recrudecido ante la crisis económica. Me comenta Musti que a la algunos poderes fácticos no les conviene el retorno de los refugiados ante el inminente, según su opinión, final de la guerra en Siria, cosa más que probable según la mía, si bien es cierto que la gran mayoría no va a tener lugares a donde regresar porque están destruidos y no dejan de ser enemigos del vencedor de la guerra. La ley Cesar* es un tapón a la previsible reconstrucción de Siria. Los refugiados de guerra es una forma de perpetuar los conflictos en el tiempo, es de manual.

    Musti opina que las grandes cantidades de dinero que entran en Líbano para asistencia a refugiados por parte de países donantes no llega a los refugiados y acaba en manos de corruptos. La prolongación de su presencia engorda fortunas privadas.

Cuando nos despedíamos esa calurosa tarde de Junio en su bar, en la torre de la iglesia de San Gil una pareja de picarazas buscaba entre los tejados nidos de gorriones.

*La Ley Cesar es una ley aprobada por el Senado  de EEUU que tiene como objetivo arrinconar al régimen de Basar al- Asad impidiendo las inversiones extranjeras en la reconstrucción de Siria.

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