Futbol casero. Marzo 18


Por Jeremías Orsay

    Menudo principio de año lleva el Real Zaragoza, ha cambiado como de la noche al día y ha pasado de ser un equipo irreconocible, con una alineación diferente en cada partido, con jugadores fuera de su sitio natural y no siendo capaces de disputarle los partidos a nadie a llevar en los ocho partidos disputados de la segunda vuelta una victoria más que en los veintiuno anteriores.

   Se ha conseguido dejar de mirar hacia abajo ya que con este cambio radical la distancia a los puestos del infierno se ha ampliado hasta los once puntos y el encadenamiento de cuatro victorias seguidas (Lugo, Nástic, Oviedo y Numancia) ha colocado al Real Zaragoza en un decimoprimer puesto a solo tres puntos de zona de playoff por el ascenso. Pero en esos tres puntos están metidos siete equipos (Sporting de Gijón, Real Oviedo, C.A. Osasuna, C.D. Numancia, Real Valladolid y el Real Zaragoza) y de aquí hasta el final de la temporada regular habrá muchos enfrentamientos directos entre ellos y contra ellos.

    Este mes nos enfrentaremos al C.A. Osasuna, en abril al hoy primer clasificado la S.D. Huesca y al Rayo Vallecano que va segundo para rematar en mayo contra tres de los del pelotón de aspirantes a las eliminatorias, Sporting de Gijón, Cádiz C.F. y Real Valladolid; y entre medio un campo minado lleno de partidos contra los equipos que están en la zona de descenso (Cultural Leonesa, Lorca F.C. y Sevilla Atlético) o que no quieren caer en puestos de peligro (Albacete Balompié, U.D. Almería, C.F. Reus y F.C. Barcelona B).

   Pero igual que tres partidos saldados positivamente nos pueden meter de lleno en el cuarteto de las eliminatorias, otros tantos en sentido inverso nos llevarán de nuevo al barrizal de la pelea por conservar la categoría. No nos dejemos llevar por la euforia.

   El Real Zaragoza ha de seguir en esta línea, los aficionados ya podemos recitar de memoria la alineación, el equipo ya sabe a qué juega, confía en sus posibilidades y ya no sale al terreno de juego a verlas venir y plantear los encuentros en función de lo que haga el rival; el Real Zaragoza ha recuperado su estilo y personalidad.

   El Real Zaragoza ha vuelto.

   Quedan trece compromisos ligueros, de momento estos son los siguientes:

   El domingo 11 de marzo en una matinal tras el almuerzo nos visitará La Hoya Lorca F.C. en su primera aparición sobre el terreno de La Romareda.

   El sábado 17 en el estadio de El Sadar se rinde visita a los siempre correosos navarros del C.A. Osasuna en un enfrentamiento de esos que valen seis puntos o más; si las cosas se mantuvieran como están hoy mismo ganar supondría empatarles a puntos y como en la primera vuelta se empató la victoria supondría ganarles el golaveraje y en caso de empate final a puntos el superarles en la clasificación. Salir derrotados abriría una brecha entre navarros y aragoneses de seis puntos.

   Terminaremos el mes el domingo 25 en el retomado horario de las 4 de la tarde jugando ante el Sevilla Atlético, un partido en el que aunque los sevillanos son el farolillo rojo de la clasificación no hay que fiarse, ya nos aguaron la fiesta la temporada pasada.

Aragoneses por el mundo

   Aparte de los futbolistas aragoneses que juegan en España, en el viejo continente europeo tenemos representantes en dos de las ligas más importantes de Europa, Ignacio Camacho se bate el cobre en el Vfl Wofsburgo de la Bundesliga germana y Ander Herrera (que sí, que nació en Bilbao) defiende la camiseta del Manchester United en los pross de Inglaterra.

   Otros ya han vuelto de sus andanzas por otros países, como Alberto Zapater desde Rusia con amor, Ángel Lafita desde las arenas de Abu-Dahbi, Alejandro Bonilla que cambió los bosques helados de Finlandia por las playas de Formentera, Chus Herrero que saltó del exotismo de Chipre al encanto manchego de Albacete o David Mainz que anduvo por tierras bolvianas y griegas.

    Esta temporada 2017/18 tres de nuestros paisanos han dado el salto a otras ligas, Edu García, Pablo Gallego y Álex Sánchez.

     Edu García tras su paso por el Real Zaragoza se enroló en el Bengaluru F.C. de la Superliga India, en este equipo ha jugado catorce partidos, dando cinco pases de gol y anotando dos dianas, será por esto que el Zejiang Greentown de la Liga Uno de China ha pagado un traspaso a los indios para contar con sus servicios.


    Pablo Gallego cambió de aires y desde Grecia voló hasta Nicaragua para formar parte del Real Estelí Fútbol Club, equipo de la primera división con trece campeonatos ligueros y una copa en sus vitrinas. En lo que va de temporada ha jugado seis partidos en los que ha marcado cuatro goles.

    El que más lejos se ha marchado, literalmente al otro lado del mundo, es Álex Sánchez, ha firmado por dos temporadas con el Sydney Olympic de la segunda división australiana, grupo 5º de Nueva Gales del Sur.

    Dadas las dimensiones de este país, esta competición está dividida en varios grupos de equipos y mientras que en algunos de ellos ya llevan disputadas varias jornadas, el Sydey Olympic no comienza su andadura hasta el próximo día 11.

    Aragoneses dándole al balón en cuatro continentes.

 

Futbol bajo techo

   Hay muchas especialidades del juego en el que se controla y golpea el balón con los pies.

   Algunas de ellas se juegan al aire libre como el fútbol tradicional con once jugadores o soccer en Estados Unidos, el fútbol 7, fútbol 8 o el fútbol playa; otras modalidades son indoor y se juegan en un pabellón como el fútbol sala, el showbol o el fútbol indoor y otros indistintamente como fútbol-tenis o el futvoley.

   Todo ello en sus versiones masculina y femenina.

   Y hay también una versión futbolera que se puede jugar al raso y bajo techo, en su variante masculina o femenina e incluso mixta, individualmente o por parejas y para más regodeo los actuantes no lo juegan directamente sino que se practica a través de unas figuras atravesadas por una barra metálica.

   Es su majestad el futbolín.

   La primera patente española de este juego data del siglo XIX con un terreno de juego de pequeñas dimensiones y jugadores con los pies unidos, por otra parte en Inglaterra se desarrolló una patente del mismo en 1922 y en Estados Unidos en 1925.

   El futbolín “moderno” español se lo debemos al ingenio del gallego Alejandro Campos Ramírez (Alejandro Finisterre), que en 1937 en plena guerra civil fue herido en un bombardeo e ideó un entretenimiento para que los niños que estaban hospitalizados se entretuvieran. Basándose en juegos ya existentes y con la ayuda de un carpintero amigo suyo construyeron un modelo con cuatro líneas de jugadores atravesados por una barra de acero.

   El material clásico para construir el “estadio” es la madera y para el “césped” el material elegido va desde la pizarra en los más antiguos a la madera o el linóleo en los más recientes. Las líneas de campo pueden estar marcadas o no ya que esto no es vital para el desarrollo del juego, fardando estéticamente mucho más los futbolines que sí las tenían.

   La “pelota” a medida que ha ido transcurriendo el tiempo ha pasado de ser una bola de madera o piedra, a ser de un material sintético duro y en algunos casos a estar hechas de plástico más o menos gomoso.

   En algunos modelos existía un marcador encima de cada portería, este consistía en una varilla metálica en la que estaban insertadas unas gargantillas o cuentas que se llevaban de un extremo al otro para contabilizar los tantos marcados, cada equipo contaba los suyos y al acabarse las bolas resultaba vencedor lógicamente el que más goles le había colado al otro.


    Los muñecos en sus primeros tiempos fueron de madera o de metal y en algunos futbolines modernos son de material plástico; pero en los futbolines “canónicos” los jugadores son de metal.

    Los hay con las dos piernas y pies juntos, con o sin un remate en forma de bola, trapecio o rectángulo bajo los pies o sustituyéndolos; los jugadores que tienen las piernas separadas se diferencian en que unos tienen los dos pies a la misma altura (unidos o no por una barrita) y otros muñecos tienen una pierna más adelantada que la otra.


    Siguiendo con la anatomía, con respecto a los brazos de los muñecos, estaban los “mancos”, los que estaban como apoyados en la barra que los atravesaba o por detrás de ella, los que tenían los brazos uno adelantado al otro y los de brazos abiertos.

   En cuanto a los colores de los equipos, por lo regular cada bando vestía la uniformidad de dos equipos con gran rivalidad, siendo frecuente ver por estos lares un Real Madrid-F.C. Barcelona en miniatura o un Real Zaragoza-C.A. Osasuna.

   Existen básicamente dos tipos de futbolines:


    En el modelo internacional la superficie de juego es plana, los jugadores tienen las piernas unidas y se disponen en cuatro líneas, un portero, dos defensas, cinco centrocampistas y tres delanteros.


    En el modelo español la superficie de juego está ligeramente curvada hacia el centro para que la bola no se quede parada en los fondos del campo, los jugadores tienen las piernas separadas (unidos o no por una pieza los pies); se sigue contando con cuatro líneas de jugadores, un portero, tres defensas (el famoso third back táctico de los años 20-30), tres centrocampistas y cuatro delanteros.

   Estilos de juego básicamente hay dos, la bola corrida y el que permite hacer jugada.

   En la bola corrida, esta no puede ser retenida con un jugador para efectuar un amago, un pase o realizar un tiro. Es el juego a toda pastilla.

  En el otro se puede retener la bola y con los toques entre jugadores y líneas que se pacte antes de empezar la partida se comienza el juego.

   Hay acciones que se consideran legales (salvo que se acuerde lo contrario) como la “mosca” o golpear la bola con la mano hacia la portería contraria si esta sale elevada, la arrastrada desde la banda, la jugada, la ruleta o el remache y otras claramente ilegales como sería la de empujar o arrastrar el futbolín, doblar las barras tirando de los puños del mando hacia arriba.

   Con el transcurrir del tiempo lo que empezó siendo un juego entre amigos ha dado lugar a torneos y campeonatos, existiendo una Federación Española de Futbolín. Y como todo lo relacionado con el fútbol se ha extendido y popularizado por todo el mundo y desde el año 2002 existe la Federación Internacional de Fútbol de Mesa (ITFS) que aglutina a más de cuarenta federaciones nacionales.

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