Me ha parecido oír algo / Paco Bailo


Por Paco Bailo

 

“Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye,

la verdadera sordera,

la incurable sordera es la de la mente”

Víctor Hugo

    Beethoven viajó a Viena para estudiar con Haydn y ahí creó un nuevo lenguaje musical. A partir de su llamada ‘década heroica’ en la que compone obras como la sinfonía nº 3 y la nº 8, la pérdida creciente de la capacidad auditiva, que ya notó en 1798, le hizo aislarse de la sociedad. Sus conciertos en público eran escasos pero salió de sus crisis con trabajos como la novena sinfonía de 1824. Tras treinta años de sordera su feroz independencia y su éxito sobre la adversidad lo convirtieron en un modelo para los compositores posteriores y un genio del que seguimos disfrutando.

     Goya era sordo. Esto hizo que el regente Godoy impulsara la creación de laprimera aula para sordos en este país. En su época a la mayoría de los sordos se les trataba como locos y no tenían acceso a ningún tipo de educación. Enfermó hacia 1792, poco antes de iniciar “Los caprichos”, y como secuela le quedó una sordera profunda y permanente. Pasando por sus Pinturas negras, profetizando el expresionismo y otras vanguardias, y hasta su Lechera de Burdeos ahí queda su inmensa obra.

    Thomas A. Edison cuando aún era muy joven salvó a un niño de morir atropellado por un tren. El pitido de la locomotora, a un nivel de decibelios muy elevado, provocó que Edison perdiera prácticamente toda su capacidad auditiva. Este suceso no le impidió continuar con sus inventos, es conocido por algunos que guardan una gran relación con el sonido como el fonógrafo.

     Robert Redford debe su discapacidad auditiva a la grabación de las escenas de la película «Cuando todo está perdido» en la que hace diez años daba la vida a un marinero solitario. Las horas que pasó sumergido rodando le provocaron una infección por la que perdió de manera irreversible la casi total audición de su oído izquierdo.

   Bryan Wilson, de los “Beach Boys», también padece sordera, en su caso debido a un golpe que le propinó su padre. Sting, contó hace cinco años que sufría una discapacidad auditiva.

   La actriz Halle Berry perdió el ochenta por ciento de su audición a raíz de los golpes y palizas que le propinó su exnovio maltratador. Eso no le ha impedido desarrollar una buena carrera en la que no desaprovecha ocasión para concienciar sobre la violencia de género.

    Eleanor Zabel fue la primer piloto sorda con una licencia. Hizo su primer vuelo solitario en 1928, participó en demostraciones de acrobacia aérea y en escenas de doblaje. Hasta 1944 trabajó como piloto llevando el correo aéreo.

    La ironía más cruel de la vida de Luis Buñuel fue la pérdida de su propio sentido del oído. Siempre fue un amante de la música clásica, tocó el violín en su juventud y el banjo cuando era un joven residente en París. Nos dejó escrito: “Consideraría mi vejez redimida si mi audición volviera, ya que la música sería el opiáceo más suave, calmando mis miedos mientras avanzo hacia la muerte» o “Ningún sonido es más hermoso que el de la lluvia. Hay veces que puedo oírlo, si uso mi audífono, pero no es lo mismo”. En una carta de febrero de 1945 exponía: “Excuso decirte lo sano y guapo que me hallo. Mi única rémora es la sordera, que, si sigue así, me hará pronto componer la sinfonía patética y pintar una serie de caprichos”

     A cinco años del final de su vida, en 1978 escribía a Eduardo Ducay: «Además de sordo, pronto imitaré a Goya llevando dos pares de gafas. Esto me aísla bastante y mi solo consuelo es el dry martini que momentáneamente me lleva a tiempos juveniles».

    Como la de todos los surrealistas su obra se centró en los datos de los sentidos y su desorden. En “El perro andaluz” el piano se había convertido en dos pianos con burros en su interior. Un año más tarde en “La edad de oro”, suenan los tambores de Calanda.

    Desde Greenpeace, un movimiento global de más de tres millones de personas en 55 países, invitan a decir que no a las macrogranjas, preguntan si necesitamos un nuevo Chernobyl, nos informan de que el cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que nos enfrentamos, nos cuentan que España es el país europeo que más subvenciona a las centrales con energías sucias que en los últimos veinte años han recibido casi 18.000 millones que hemos pagado en la factura de la luz, eso sí, saber qué centrales y qué eléctricas reciben estas ayudas es confidencial.

   Desde Amnistía Internacional, organización independiente con más de diez millones de personas intentando defender los derechos humanos, reclaman el acceso universal a las vacunas contra la COVID-19, comentan que en Nigeria un joven en febrero compuso una canción, la compartió a través de WhatsApp y ese tema lo ha llevado a prisión y podría llevarlo a la horca porque contiene comentarios despectivos sobre el profeta. O que una joven artista rusa podría ser condenada a seis años de cárcel en su país por dibujar el cuerpo desnudo de la mujer.

    Las autoridades de Bangladesh informaron hace un mes que las llamas destruyeron un campo de refugiados de la comunidad rohinyá en el que murieron al menos quince personas. Más de cuatrocientas están desaparecidas. Miles de refugiados perdieron lo poco que tenían y se estima que 50.000 personas quedaron desplazadas de nuevo.

     Hay sorderas y sorderas. Hay sorderas con mal pronóstico. Tal vez habría que seguir investigando en el tema de los audífonos. Incluso en una vacuna para la amnesia o en suplementos para la solidaridad.

     Habría que mantener la esperanza ¿no?, ¿me oyes?

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