Crónicas Broquelianas: Pedir un vino


Por Lucio Lanzán

– Hola, Qué tal, buenas tardes.

– Buenas tardes. ¿Me pone un vino de la casa?


Lucio Lanzán

– Pues ya lo siento, pero de Lacasa solamente tenemos turrones en Navidad y lacasitos de vez en cuando.

– No hombre, un vino, un vino quiero, qué esté bueno.

– Pues es que todos los vinos que servimos están buenos.

– Póngame un vino de la tierra.

– Le voy a poner un vino de la Tierra porque de momento no tenemos vino de otros planetas.

Silencio

– Póngame un vino por favor.

– ¿Blanco, tinto, rosado?   ¿O lo prefiere con burbujas? Cava, champagne.

– Tinto, por favor.

– ¿Le gusta a usted joven, con un poco de madera, tipo reserva?

– Como usted quiera.

– ¿Tiene alguna preferencia? Alguna garnacha, tempranillo, cabernet.

– El que usted quiera.

– Le voy a poner una garnacha de la parte de Calatayud con seis meses de madera, pero que está muy afrutado, ya verá que rico.

 – Está muy bueno.

– ¡Pero si no lo ha probado!

– Sabe, es que a mi me gusta  el Rioja.

– Y si a usted  le gusta el Rioja, ¿ Por qué no pide el Rioja?

– Porque no he visto que usted tuviese los vinos que normalmente se ven por ahí y porque aquí es muy complicado pedir un vino.

– ¿ Por ahí ? ¿A qué se refiere por ahí ?

– Pues a los vinos que normalmente se ven en los bares.

– ¿En los bares en los que con suerte el camarero o la camarera entiende su idioma? En los bares en que no tienen ni pajorera idea de lo que le está pidiendo? ¿ En los bares que con suerte la botella estará abierta hace un semana? ¿En los bares que tienen las botellas de tinto, blanco o rosado al lado de la cafetera? ¿ En los bares en los que el dueño ni si quiera se ha leído la etiqueta para saber el nombre, la procedencia, las variedades, el año de la cosecha?

   Lo ve, donde realmente es complicado pedir un vino no es aquí, es por ahí.

   Aquí seguramente pagará más por una copa de vino, pero un vino de calidad, servido a la temperatura adecuada, en una copa, limpia, brillante, que cuesta más de tres euros cada copa y que desgraciadamente se rompen de vez en cuando, que la botella como mucho llevará unas pocas horas abierta y que además para poder probar el vino en cualquier otro lugar de Zaragoza le dirán que tiene que comprar la botella entera porque si no se les estropea. Y lo más importante, servido por gente amable y profesional que si detecta un problema en el vino se lo cambiará y además le enseñara a usted en que consiste el problema, acético, brett, TCA, abierto,,, para que aprenda y no se la metan cruzada la próxima vez.

 -Pruebe el vino ahora.

– Muy bueno. No podría decir otra cosa ¿no?

– Pues no. Bienvenido al Broquel.  ¿Desea picar alguna cosa?

– ¿ No me irá a dar usted un pico y una pala?

– No, hoy no. De momento no.

Salud.

Pie de fotos: Estos son algunos frutos del trabajo y esfuerzo de alguna gente que queremos y que nos gusta ser complices de ellos.

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