Por Perico Liso
Hace dos temporada, en la finca de “Las Hazas” del Instituto Superior de Silvicultura Improductiva , (ISSIPU),en Hinojosa del Campo, Soria, se plantaron 160 puntos mediante “full pot” con el fin de mitigar los desastre que años atrás produjo en la finca la plaga de topillos.
Una vez que se procedió a realizar los alcorques de las nuevas plantaciones, se observó que una buena porción de dichos receptáculos estaban hueros por lo que se decidió arrancarlos y aprovechar los pocetes resultantes para volver a plantar bellotas.
El trabajo se realiza a la vez que se hacen los alcorque la las plantas vivas. Una vez identificados se arranca el “full pot”, se meten las tres bellotas seleccionadas en el agujero que deja su extracción y se abre la estructura del mismo ya que todavía contiene material valioso (sustrato) y restos secos de alguna yerba que no progresó. De manera que sobre las nuevas bellotas se añaden los restos de materia orgánica, se reprieta bien, se hace el nuevo alcorque, se riega, cuenta y se procede a colocar el “testigo” pintado de verde y que nos indicará que son plantaciones del año en curso
El “full pot” se emplea fundamentalmente como contenedor de carrascas micorrizadas pero es un soporte perfecto para evitar la acción de ratones y topillos y que en el ISSIPU se emplea en aquellas fincas susceptibles de la irrupción de roedores en general.
El “full pot” es un recipiente plástico con forma de estructura de prisma rectangular que se arma fácilmente y que desarmado se puede apilar apila para favorecer su traslado. Las paredes de la celda continen unas ranuras verticales que dirigen la raíz hacia abajo y evitan su espiralización. La profundidad del “full-pot” garantiza un desarrollo óptimo de la raíz, de manera que una vez plantada en la tierra pueda absorver la humedad. Con la apertura inferior se consigue el efecto de autorepicado aéreo, desarrollándose las raíces secundarias al paralizar el crecimiento de la principal. La posibilidad de abrirlo, permite controlar la humedad que recibe la planta, sin ocasionar ningún daño ni deshacer el cepellón en las primeras fases del cultivo.
