Preparación de las bellotas para su siembra

149BellotasP
Por María Sarmiento

     Es tiempo, al calor del fuego, de preparar y seleccionar  las bellotas de encina y roble que se van a usar  para la inminente siembra que tendrá lugar  en las frías fincas del ISSIPU para la campaña 2015. Allí estuvimos.

     Como este año ha sido de una gran producción de bellotas autóctonas se han seleccionado las de roble en Osia (Jaca) y las de carrasca en  Hinojosa del Campo (Soria) aunque también, por mor de reponer las marras habidas en la pasada plantación de encinas extremeñas, también se ha contado, de nuevo, con la generosidad del amigo Carlos Sáchez que ha proporcionado generosamente  10 kilos de  bellotas de gran tamaño y excelente aspecto de Campillo de la Serena (Badajoz).

   Después de cogidas las bellotas y dejadas madurar extendidas en un lugar  seco y sin luz, se procede a su limpieza una a una con un paño húmedo. En esta primera fase hay que estar atentos para observar cualquier tipo de mínimo agujero que nos indicaría  (sobre todo en las bellotas extremeñas) la existencia del gusano del “balaninus glandium” lo cual supone que hemos de prescindir esas bellotas.

    En otras el agujero es más grande, lo que significa que el gusano ya ha salido pero que la bellota no es apta para su plantación. Cada cierto tiempo, deberemos constatar estas apreciaciones “de visu”, cortando la bellota para adquirir destreza en la selección.

    Una vez (en su caso) quitadas las cúpulas de las bellotas de roble y carrasca, se sumergen sucesivamente en un balde de agua, desechándose aquellas que floten, ya que, normalmente sucederá que están hueras o enfermas generalmente por la acción de la citada larva del insecto que tiene el siguiente ciclo biológico:

-“Los insectos adultos aparecen en primavera, a finales de la cual se realiza el apareamiento y la puesta, que suele constar de unos 20 huevos o algo más.

   La hembra escoge la bellota y con ayuda de su larga trompa realiza un profundo pero diminuto agujero en la bellota, tras lo cual se da la vuelta y deposita el huevo. Al nacer las larvas comienzan a alimentarse del interior de la bellota, de los cotiledones que conforman la reserva nutritiva de la futura planta, realizando túneles.

   Puede haber más de una larva por bellota, según la intensidad de la plaga. El desarrollo de la larva desde la puesta dura algo más de un mes. Cuando la bellota cae al suelo, la larva realiza un grueso agujero de salida (del tamaño de su cuerpo) y abandona la bellota, enterrándose en el suelo generalmente a menos de 10 cm de profundidad. Allí pasa el invierno, realizando posteriormente la metamorfosis en fase de crisálida, apareciendo la nueva generación de insectos adultos en primavera”.

     Finalizadas estas tareas, pondremos las diferentes bellotas separadas según su clase y procedencia y extendidas sobre unos cartonajes que impidan que se humedezcan y en un lugar oscuro. Otras técnicas mantienen que para favorecer la germinación, las bellotas sean colocadas sobre arena húmeda, pero  en el ISSIPU esto esta ha sido descartada por la gran pérdida de bellotas que se pueden producir si no se siembran en el punto adecuado. 

      Desde estas páginas les deseamos suerte y éxito en la nueva plantación.

 Más información sobre este asunto: https://www.elpollourbano.es/sociedad/2013/11/labores-de-invierno-en-los-campos-del-instituto-en-soria/

Artículos relacionados :