Control de las malas hierbas en las fincas del ISSIPU

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Por Lolita Piedrahita

    Como viene siendo habitual año a año, el control de las malas hierbas debe efectuarse de una manera mecánica y está demostrado que la máquina perfecta para esta acción es el rotobator  IBEMA aplicado al BJR  que se posee en dicha explotación soriana.    El control de la vegetación herbácea es una práctica que resulta imprescindible para el establecimiento correcto de la plantación……y para su posterior desarrollo hasta el cierre de las copas.

    Ello está motivado no sólo por la merma que en términos de producción puede acarrear esta vegetación acompañante, en la medida que compiten por la utilización de agua y nutrientes, sino también a la intensa competencia que se establece en los primeros años  por el espacio y la luz, pudiendo llegar a ahogar el desarrollo de las jóvenes plantas y hacer inviable el cultivo.

    Esta necesidad de control, que se inició en la fase de preparación del terreno, debe continuarse todos los años después de establecer la plantación.

    Algunos estiman que el método más eficiente para ello es la utilización de herbicidas pero en la silvicultura improductiva su uso esta desechado por principio.

 Así pues, en esta explotación, se establecen  otros métodos de control, tales  como el empleo de labores intercalares de manera mecanizada, que aunque resultan menos eficaces en la medida que no permiten la eliminación de la hierba en la zona cercana al árbol, prepara la zona para la aparición de otros elementos enriquecedores de estas fincas, tal cual son las setas de diferentes especies.

   En los últimos años se ha desarrollado en el norte de Europa maquinaria específica para el control mecánico de las malas hierbas en este tipo de plantaciones . Un ejemplo de ello es el cultivador «weedler» (http://www.salix.se).

Sin embargo, sus características la limitan a un marco de plantación específico. Lo ideal es efectuar la labor con un rotovator  con discos adyacentes que permite, además de eliminar las malas hierbas, recalzar los árboles en zonas ventosas y, adicionalmente, dejar enterrada la tubería de goteo si la hubiera, lo que puede contribuir a minimizar perdidas por evaporación del agua aportada . Además realiza un aporte de  tierra sobre la hilera de plantación, lo que contribuye al control de las malas hierbas que crecen en la fila proporcionando, adicionalmente, un recalce de las plantas.

Más información:
INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA AGRARIA Y ALIMENTARIA
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