Buena Suerte Leo Grande: Buena suerte Nancy Stokes


 Por Rafael Gabás Arcos

   No ha querido el cine ni la historia del cine profundizar acerca de la sexualidad femenina, hay innumerables ejemplos de la masculina pero son muy escasos los que tratan el tema…

…desde el punto de vista de la mujer; no ha querido la historia del cine indagar, no ha querido cuestionar un sistema en el que la  sexualidad se nos ha mostrado de forma sesgada. Tres mujeres revierten esta tendencia y nos presentan una película que supone, por fortuna, un cambio de dirección: Sophie Hyde (directora), Katy Brand (guionista) y Emma Thompson (actriz principal).

  Una ex-maestra de religión que ronda los sesenta, viuda y con dos hijos intenta descubrir su propia sexualidad y tener su primer orgasmo para lo cual contrata a Leo Grande, un trabajador sexual con el que tendrá varios encuentros. Todo ello se nos presenta casi como una obra de teatro, con una puesta en escena escueta, con un solo escenario en la mayor parte del film, escenario que no es otro que una gris habitación de hotel.

  Directora y guionista exponen todo el proceso de manera magistral, a través de afilados e inteligentes diálogos y presentando a Nancy Stokes de manera precisa, con sensación de desamparo, de profundo desconocimiento de la sexualidad, cargada de vergüenza; Leo Grande es un trabajador sexual varios siglos más allá de Nancy la cual sin quererlo permanece anclada cientos de años atrás, condicionada por el entorno y la (falta de) educación.

  El reto de tener finalmente un orgasmo lo afronta nuestra protagonista con pudor, frustración, sentimientos de culpa, vergüenza de su propio cuerpo e ignorancia total acerca de cualquier tipo de sexualidad. Ella quiere descubrir su yo de manera completa e integral para conseguir que su vida logre un adecuado equilibrio.

  Buena suerte Leo Grande recurre al minimalismo y a la economía de medios, con una fotografía austera y un argumento  sencillo, a partir de una temática escasamente desarrollada en la historia del cine pero que inmediatamente provoca reflexiones en el espectador; dentro de la austeridad y la sencillez no puede dejar de mencionarse el espejo, referente fundamental durante el film, metáfora de toda una sociedad, inicialmente acusador y generador de vergüenza y finalmente  objeto de aceptación. El film no obstante no tiene ningún interés por analizar psicológica o sociológicamente los motivos y causas de todo lo descrito, se limita a mostrar. A las mujeres nos han lavado el cerebro durante toda la vida, ése es el hecho. Y todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos… (Emma Thompson).  

  Grande Daryl McCormack por su papel como Leo Grande.  Grande Sophie Hyde por “atreverse” a mostrar un tema casi tabú y del que nunca se habla, con una naturalidad y un realismo que desarman. Y Grandísima Emma Thompson por una descomunal interpretación que se come la pantalla, en mi opinión el mejor y más brillante papel de toda su dilatada carrera.

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