Racionalizar lo irracionable / José Luis Llera


Por José Luis Llera Gil

     La experiencia que me da el estar dedicado dentro de mis actividades altruistas y desde hace 25 años a las personas mayores, creo que me autoriza a  escribir este artículo personalmente reducido, censurado, y referido casi en su totalidad a ellos, en evitación de problemas compartidos y más aún cuando sale a la luz en estos días tan tristes  para un país como España.

   La verdad es que debido a las  numerosas Conferencias de Prensa celebradas , con muchos errores y pocos aciertos, nos enteramos de lo que se nos avecina por la expansión de esta pandemia que parece más bien una epidemia bíblica por su impacto mundial.

    Cómo decía al principio conozco bien el sector de la tercera edad que en España asciende a cerca de 9 millones de personas mayores de 65 años lo que me ha llevado a conocer la problemática, que presenta  en nuestro país  y en otros muchos,  así como conocer que se trata de un segmento de población muy numeroso y que colectivamente maneja mucho dinero,  lo que hace sea un coto cerrado para muchos otros que organizamos eventos para ellos con nuestros propios recursos.

   El español tiene muchas cualidades para soportar el confinamiento al que se ve sometido poniendo en evidencia, una vez más, que  posee además grandes dosis de solidaridad y en este caso también de temor. Todos los días, las 24 horas, se habla en cualquier medio de comunicación, del número de  muertos, y por  TV en estos días se contemplan escenas sumamente lamentables. Parece una epidemia de cólera de hace algunos siglos pero si sumamos a ello las incontables conferencias  de prensa es fácil advertir que el temor es también  lo que propicia  nuestro  comportamiento.

    En realidad podría hablar más de los estrepitosos errores del Gobierno a la hora de adquirir elementos de protección personal, de los plazos incumplidos y de otros más que hacen que mucho tendrá que bregar el Partido hoy en el poder para seguir gobernando España. Decía Churchill  que unas elecciones las pierde un Partido que está en el poder, porque quiere perderlas o porque sus dirigentes son tontos.

   Las gentes estamos aborrecidas de tanta ineficacia y mediocridad.

   Debe  tener en cuenta, quien corresponda,   yo se quien es, que se trata de dos pandemias: una la sanitaria y otra la económica.

   Para la primera se están llevando a cabo acciones, impuntuales, que contribuyen muy lentamente a paliarla y en cuanto a la segunda están totalmente olvidadas, en estos momentos, las soluciones adecuadas y posibles  lo cual es  sumamente peligroso para España.

   En otra ocasión,  por mis conocimientos profesionales, hablaré de cómo adquirir a tiempo y con garantías de calidad las mascarillas y otros sistemas de detección y protección de la pandemia,  así  cómo qué hacer para potenciar la recuperación más rápida de las empresas españolas de todo tipo,  a través de la exportación de sus productos. ¿ Han oído hablar nuestros dirigentes alguna vez de los “espías industriales”?

   Quisiera finalmente referirme  a dos situaciones ciertamente importantísimas e incomprensibles:

    Días antes de comunicarnos a la  ciudadanía  la existencia de la pandemia, los establecimientos regidos por chinos, especialmente  cafeterías, bares, tiendas de todo a cien, restaurantes, comercios de ropas, etc. aparecieron súbitamente cerrados y, en su mayoría, con un cartel de “cerrado por vacaciones.” ( ¡¡¡¡)

    Pero esto no es todo. Como digo anteriormente, mi vinculación con las personas mayores, especialmente alojados en Residencias, muchas de ellas auténtico negocio, o hasta  ilícito negocio, como se ha difundido por las redes, me permitió conocer que la mayoría de  los mayores fallecidos ahora  fueron vacunados contra  la histórica gripe otoñal/invernal,  y que  son ahora los más afectados: según cifras de hoy 23 de abril,  más de 15 millones de  fallecidos en España. Personas queridas por muchos y que han sido artífices de nuestro pasado bienestar.

    Podría y casi debería explayarme más sobre esta triste realidad , pero no debo hacerlo para no contribuir a enredar más la temática objeto de este artículo.

    Los ciudadanos, y más aún quienes estamos dentro de la edad de alto riesgo, continuamos expectantes ante  las próximas medidas que adopte el Gobierno, pero tiempo habrá de hacerlo y más aún, por parte de quien corresponda y tenga motivos para hacerlo, de pedir explicaciones a quienes tan mal han gestionado en España las formas de paliar y de curar los tristes resultados de la pandemia con tan elevado número de fallecidos.

No quiero hacer astillas del árbol caído, porque aún resistimos,  pero YA ESTA BIEN lo que tenemos que soportar.

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