El genio de Ejea diseña un plan B para salvar la unión de las estaciones de esquí


Por Al Caponi

    El turismo en Aragón buscaba  una alternativa para no perder los fondos europeos asignados a la iniciativa de unir las estaciones de esquí de Astún, Formigal y Candanchú.

    La viabilidad del proyecto ha generado dudas y no solo entre los detractores, sino también dentro de la propia industria turística en Aragón, ya que los cerca de 57 millones de euros captados de los fondos Next Generation representan el 85% del total que recibiría   la región en el marco de los planes de sostenibilidad turística financiados por Bruselas.

 Desvelamos el plan B de Lambano

Así las cosas, el genio de Egea, el presiente Lambano Lambani ha decidido encargar un gigantesco Zepelín que unirá las estaciones de Javalambre en Teruel, Astún, Formigal, Candanchú y las pistas de los Alpes franceses con base en La Plagne, y que tendrá una frecuencia de veinte zepelines por la mañana en temporada alta y 10 por la tarde, lo que supondrá un trasiego de  de 2000 esquiadores diarios sin tocar ni una florecilla de la Canal Roya

El estado de la situación

   Ante esta situación, el Clúster de Turismo Sostenible de Aragón y 16 comarcas, incluyendo tres áreas pirenaicas que se consideraban las más beneficiadas por el proyecto, han acordado elaborar un plan B en caso de que la unión de estaciones fracase.

    El objetivo es buscar resquicios legales para reasignar los fondos a otros proyectos que no fueron seleccionados previamente. El propósito es tener una opción alternativa para no perder las asignaciones en ningún caso.

    El plazo para la ejecución de los proyectos financiados con los fondos Next Generation es ajustado. La primera parte de la unión de estaciones, que conectaría Astún y Candanchú, debe estar al 50% de avance antes del 31 de diciembre de 2024, y la segunda parte, que enlazaría Astún y Formigal con una estación intermedia en el valle de Canal Roya, debe estar medio finalizada un año después.

    Estos plazos ajustados aumentan el riesgo de fracaso del proyecto en caso de contratiempos, como una posible declaración ambiental desfavorable por parte del ministerio, o recursos judiciales presentados por organizaciones políticas y ecologistas en caso de que la declaración sea favorable.

  De ahí la importancia del Plan B del Presidente Lambano Lambani

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