Por Al Caponi
Se reunieron secretamente en el Ayuntamiento de Zarabola Marcellino Catedrales, “capo de capi” del socialismo aragolés y Secretario de Organización del nacional, Lambanno Lambanni, capo del zaraboliano, Carlo di Pereira, esquilmado detentador del otrora potente “damasco” de la ciudad del Ebro y el hasta ahora alcalde Beloki.
Para completar la presión sobre el jactancioso regidor, Marcelino extendió una carta firmada por IU y CHA donde estas formaciones renuncian a negociar cualquier posibilidad de participar en un gobierno municipal mientras Beloki ocupe el sillón municipal. Luego de leerlo atentamente, el alcalde miró a Carlo de Pereira que se encogió de hombros como primera respuesta para luego añadir: “Esto es lo que hay, Beloki. Lentejas pero además si quieres podemos seguir poniendo sobre la mesa un poderoso dossier lleno de mierda que , de momento, hemos conseguido parar hasta después de las elecciones….”
-¿Pero que hostias me estás diciendo, Di Pereira?
-Bueno, muchachos –apuntó Marcellino- no nos vamos a enzarzar en chiquilladas ¿Has traído tus papeles, Beloki?
-Si, si –dijo mientras sacaba una hoja “Excel” en la que minuciosamente estaban anotados todos los ingresos. A mí, no me salen las cuentas. Aquí tengo un gabinete, por ejemplo. Y en Madrid, como mucho y como senador tendré una secretaria y para de contar….¡Yo soy el mayor valor del socialismo rampante! ¡Zarabola es la única ciudad importante que le queda al socialismo internacional español!
-¡Jodo, macho! Pues si nos descuidamos te pones en los mismos números de Comin Cominez, cuando el desastre del terremoto Trivinnio….-apuntó Lambano Lambanni que se iba poco a poco calentando…
-¡Tu cállate Lambanno, que has perdido tu institución! –gritó un ya desaforado alcalde.
-¡Cagon mi vida, silencio! –impuso Marcellino. Tienes dos opciones –prosiguió- O te largas o se te van a comer por los pies….
-¿Quién se me va a comer a mi por los pies? ¿Quién? ¿Tú, montañés de los cojones?-dijo poniéndose en pie y metiéndose la mano en el interior de la chaqueta
-¡¡Quietos todos!!¡¡Beloki, deja tu pistola encima de la mesa como están las demás!!¡¡Hemos quedado que las armas a la vista!!- dijo convencido Carlo Di Pereira…
Beloki se saco de la sobaquera su semi automática Beretta 92FS y la depositó con los ojos inyectados en sangre sobre la mesa de roble americano que había costado a los contribuyentes 450.000 € más la pasa correspondiente para los niños del Hospicio. “Yo-comenzó a decir Belloki recuperando el aliento- no puedo irme a Madrí perdiendo 250 €. O me los ponéis encima o no me voy de Zarabola ¡Ah! Y os advierto de otra cosa: yo, hasta que no estén garantizados los 250 € lo negaré todo y si me tocáis mucho los cojones, os echaré un pulso y ya veremos qué es lo que pasa aquí”-terminó Beloki dando un puñetazo sobre la mesa.
Lambano Lambanni, enfurecido le espetó: “¿A quién huevos vas a echar un pulso tú, a quién? ¿Con que vas a echarnos un pulso? ¿No sabes sumar, cateto?
-Me parece –comenzó a silabear muy bajito para ir poco a poco subiendo el tono- que os estáis olvidando de un pieza importante….
-¿De qué o de quién estás hablando?-preguntó Marcellino
-Os estáis olvidando de que Gimenotti tiene una agrupación y algo tendrá que decir en mi favor…..
-¡Gimenotti! ¡Jajajajaja, dice Gimenotti! –rieron todos a mandíbula batiente.”Además de pedante, eres tonto Beloki….Gimenotti, el corcho, ya te ha vendido antes de que tu sospecharas siquiera esta reunión” –aseveró Carlo di Pereira….
-¡¡¿Cómo?!! ¡¡¿Qué me ha traicionado Gimenotti?!! Estáis mintiendo malandrines, cabrones…¡¡Estáis mintiendo!!
-¿Mintiendo nosotros?-exclamó Lambanno- Lee el Pollo Octubre y allí te enterarás de todo…¡Jajajajaja!
-¡Tira, Beloki, firma aquí y vete a cascala!-le urgieron los presentes mientras se guardaban las pistolas en las fundas sobaqueras y apuraban un wisky de malta que se habían servido al inicio de la reunión.