Altamira Gonzalo, el poder de tener las ideas claras.


Por Cristina Beltrán 

    En ocasiones me pregunto si Altamira y otras luchadoras son conscientes, si también las demás mujeres somos conscientes del trabajo que han realizado para mejorar situaciones familiares que ahora son tratadas con normalidad y hasta hace unos años eran inconcebibles.

    Ellas van poniendo su granito de arena, su activismo y su paciencia para superarnos socialmente, para mejorar en nuestro pais, porque la tierra es grande y no en todos los países se vive igual.

    Jurista feminista especializada en derecho de familia y en derecho comunitario, empezó a ejercer en el año 1974. Presidió la Asociación de Mujeres Juristas Themis de 2006 a 2010  y vicepresidenta desde 2017 año en el que también presidió el Consejo Asesor de Igualdad para políticas de igualdad en el Psoe hasta 2021 . Entre sus premios y reconocimientos en enero de 2020 fue elegida entre las 25 mujeres más influyentes de España y en 2021 recibió el Premio Mujeres Progresistas en la categoría “Nuestras Mujeres” otorgado por la Federación de Mujeres Progresistas.

  Vive a las afueras de Zaragoza, en un lugar  tranquilo , donde el aire y el cielo hacen empezar el día de otra manera, para caminar con otro paso distinto al que llevaba en el intenso ajetreo de su despacho.

    Es una clara referente para las feministas aragonesas y Españolas por extensión de su trabajo. Siempre está dispuesta colaborar en causas que conoce bien porque las ha estudiado, también a  difundir esas leyes tan escabrosas que tanto tiempo ha costado implantar y normalizar.

    Participa en debates y en las batallas necesarias para que las mujeres en situaciones difíciles sean atendidas por la ley en igualdad, intrincados asuntos que no siempre tienen perspectiva de género desde la justicia. Esta introducción es todo un bagaje, un camino y constancia desde la transición a nuestros días. 

    Como Altamira señala, se puso las gafas rojas en favor de la lucha de clases hacia 1974 al inicio de su ejercicio, en esos años las leyes machistas para una abogada con sentimientos implicaban ser feminista; aunque las cuentas del banco aún las abrian los maridos en el matrimonio dejando claro que los derechos de las mujeres eran papel mojado, así que tambien se puso las gafas moradas para reivindicar y cambiar las leyes desde su posición. Desde 1987 a 1990 fué asesora jurídica de la Dirección del Instituto de la Mujer y de 2006 a 2010 asumió responsabilidades en organismos para la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres.

     Consiguió la primera sentencia carcelaria a un hombre por impago de pensiones. Está en el consejo de redacción de la revista AequAlitas, publicación Jurídica de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Fué ponente en materia de igualdad y feminismo en el 39 Congreso Federal del PSOE, y siempre denunció que las legislaciones sobre mujer desde 1889 se encontraban en desigualdad respecto al hombre.

    Puso su empeño y trabajo en la confección de la Ley Integral Contra La Violencia de Género y en la cuestión de la custodia compartida cuando es impuesta, aunque es favorable a la corresponsabilidad cuando la pareja convive. Alerta sobre las custodias preferentes, generales o impuestas porque su finalidad es abaratar la ruptura para los varones, pero ocasionan sufrimientos a los menores que hasta hace poco nadie se molestaba en averiguar a fondo; son un engaño a las mujeres y un daño para los menores. Denuncia que el Sindrome de alienación parental (SAP) es un mito porque no existe tal sindrome, pero se acusa a las mujeres de tenerlo; remarca también sobre las denuncias falsas que són un mito, una mentira, creado por movimientos contrarios a la igualdad. En España y en Aragón con los cambios producidos también se han sufrido las consecuencias.

    Gonzalo  proclama que el alquiler de vientres no es nunca altruista, siendo el paradigma del neoliberalismo: «Con dinero compro lo que quiero, incluídos ñiños y niñas, a quienes separo de su madre, siempre pobre, y de sus orígenes biológicos, a cambio de unas monedas». En cuanto a la prostitución propone castigar a los clientes económicamente y con cárcel en los casos de prostitución de menores La igualdad -dice- es un proceso largo que aún no ha concluído.

    Sobre la Ley Trans tiene claro que hay que trabajar en las garantías jurídicas que precisa la norma, que exigir la acreditación de la situación de transexualidad y permanencia en el tiempo no es una restricción de derechos. Piensa en enseñar a educar a los padres y madres porque “El feminismo ha luchado toda la vida contra todas las discriminaciones y al transexualidad da lugar a situaciones de discriminación y por eso el feminismo ha apoyado a las personas tarnsexuales como a otros colectivos dscriminados. ha pasado toda una vida dedicada a defender los derechos de las mujeres desde el derecho, pero también desde el activismo y celebra el debate sano, la diferencia desde el respeto. Estamos en una sociedad compleja que cambia y admite que la ley de 2007 debe cambiarse en algunos aspectos, pero es urgente ir de la mano el feminismo y el activismo trans para conquistar derechos.

    Repite cuantas veces sea necesario: “Vivimos en sociedad y las libertades no son absolutas“. “Desde hace años soy sensible a las situaciones de discriminación a las que se enfrentan estas personas y por tanto estoy en contra de esas situaciones de discriminación. Sé que las personas transexuales tienen un tiempo para transitar y tomar una decisión definitiva, creo que es sensato y no es ninguna limitación y restricción del derecho, acreditarla. Las mujeres han tenido un largo recorrido  para demostrar las brechas de género que existen en todos los ámbitos. En salarios, pensiones, acceso a determinados puestos de trabajo, trabajo a tiempo parcial. Esas son las pruebas palpables y evidentes de la discriminación, a partir de todos esos datos científicos es como se empieza o se continúa tratando de reducir todas esas brechas de género.

     No le preocupan los debates dentro del feminismo porque enriquecen y obligan a reflexionar posicionándose. Pero no se puede legislar para minorías, para las excepciones, el debate siempre es bueno, el movimiento feminista está activo y preocupado, los 8 de marzo no surgen de la nada.

    Piensa que las divergencias entre la izquierda son normales, cree en el consenso y nos tendremos que ir acostumbrando en España a Gobiernos que no sean monocolor.

     Palpa en algunas mujeres el sufrimiento del covid, se han afrontado situaciones muy duras y hay que poner sobre la mesa el tiempo de los cuidados, la independencia económica y el trabajo digno.

    Actualmente disfruta de su jubileo en pareja, aunque no va con ella quedarse simplemente en el ocio, se involucra y estudia sobre los temas que siempre han sido su pasión con la suerte de haber sido su medio de vida, pero ahora con más tiempo para el deporte al aire libre, para caminar en la naturaleza, para hacer posible el sueño de sus viajes. Recibe noticias de sus hijas con alegría y se ven en cuanto pueden, opina lúcidamente en los foros feministas, como siempre lo ha hecho.

    Sus lecturas preferidas ahora las lleva de tres en tres, según el momento que acontece. Suele conbinar ensayos y novelas. Actualmente  está leyendo la novela de Almudena Grandes El corazón helado y la de Independencia, de Javier Cercas y Nadie nace en un cuerpo equivocado, de Errasti. Le gusta estar al tanto de las novedades legislativas en materia de igualdad y sobre todo de Derecho de Familia y lee casi todo lo que puede sobre feminismo. Ello hace que los días se le queden cortos, aunque para los viajes pendientes anotados y preparados con buena compañía siempre hay unos días, en ellos ve la inmensidad del planeta, lo que nos queda por descubrir y todo lo que nos estamos perdiendo a causa de las guerras.

    Con cordialidad y alegría, acompañadas de un vino blanco bien frío, afrontamos el cierzo de Zaragoza y lo que venga por delante, qué alegría me produce saber que existen mujeres como ella.

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