Por Cristina Beltrán
Estudió medicina para recalar trabajando en su pasión, la psicología de la sexualidad. A los 11 años ya le interesaba la antropología y la psicología, miraba en las bibliotecas públicas los libros y sobre todo las fotos.
Fundamental en su paso por la facultad el seminario de psicología y psiquiatría para saber el poder que el sexo ejerce en el desarrollo de las personas. La sexualidad es una forma de control de la personalidad.
Quedan lejos las jornadas laborales porque su gran corazón la obligó a parar, aún así, se auto impone horarios de cuidados y piensa que es un momento muy interesante para trabajar sobre sexualidad con las nuevas generaciones, añora esa parte tan interesante de su trabajo.
Cada vez que la veo, su presencia me recuerda a dos preciosos animales sabios que como tótem apoyan su imagen, entre la garza real y la gacela no sabría a cúal elegir para describirla, el nombre de gacela viene de la palabra persa “Ghazal”, que significa elegante y rápida, el simbolismo de la garza nos invita a profundizar en el sentido de la vida sacando la sabiduría innata. De mirada limpia, chispeante y franca, en la conversación cercana tiene la capacidad de ponerse al nivel de cualquier interlocución empatizando, aprendiendo y mostrando sus saberes, si se le da ocasión de estar a gusto.
Al entrar en la universidad formaron un grupo de estudiantes para investigar, ahí tuvo la primera ocasión para hablar en público, donde su intuición le llevó a ver la importancia de la sexualidad en la infancia, en realidad durante toda la vida, ponerla en práctica junto a una ética de la sexualidad en pareja, teniendo en cuenta a la otra persona, es básico para disfrutar. Piensa que estamos retrocediendo, ha cambiado mucho el aprendizaje, por las redes, ya no hay un desarrollo normal, los niños ven pornografía en las redes.
Hay algunos elementos eróticos cercanos a la pornografía con los que se puede estar de acuerdo, pero hablar claro de la propia sexualidad cuesta mucho.
Empezó a dar clases y charlas antes de terminar la carrera, se encontró con gente que tenía que realizar un aprendizaje para compartir, no es lo mismo tener sexo con una persona que con otra. Por ejemplo, en el barrio de las fuentes, en asociaciones vecinales que entonces tenían mucha fuerza, gente que buscaba modelos de comportamiento personal distintos y más respetuosos, en clases de niños y niñas de 11 y 12 años, en Puma Chauson que había mujeres y hombres con intereses, en algunos casos muy especiales, también en pueblos.
Hay grupos que dejan huella trabajando con ellos, Asun tiene muy claro que ha aprendido mucho de la gente con la que ha trabajado, tanto de colegas como de participantes o pacientes. En 1981 se casó y antes ya había estado en un grupo de mujeres feministas, eran mujeres casi todas casadas; y otro grupo de formación de psiquiatría, AUPEM, una asociación para los estudios de la mujer. Se reunían una vez a la semana, en casa de Carmen Martín, que acababa de llegar de suiza. Se movían bastante.
Cuando vino a Zaragoza Federica Montseny, la empujaron a presentarla en un colegio mayor de chicos, el mitin fue en su salón de actos de la calle Albareda. Se la hicieron presentar porque era más joven e ingenua, se dio cuenta de que las otras mujeres tenían más que perder, tuvo una afluencia impresionante y emocionante. Asun estaba interesada en cómo habían trabajado los grupos populares en las escuelas catalanas durante la república, se documentó sobre el tema y sobre Federica, comprobando que todo estaba muy entrelazado y oculto en cuanto estudios de psiquiatría. Quedaba mucho por hacer.
Por ejemplo, comenta: Entre los años 50 y 60 en la psiquiatría madrileña ocurrieron cosas muy fuertes, había dos psiquiatras que estaban metiendo psicotrópicos en España, los laboratorios les metían pasta, y ellos introducían los fármacos recetando a mujeres; eso lo explica muy bien Almudena grandes en su libro “La madre de Frankestein” .
Cuando murió Franco daban charlas con el grupo de psiquiatría y psicología… “En una ocasión,nos llamaron de la CNT para dar una charla de sexualidad, con Jorge Muñoz, que ahora trabaja en Madrid, él hablaba de sexualidad femenina y yo de masculina, así resultaba más serio, accesible y cómodo para todas. Nos llevaron en otra ocasión, en un pueblo a un escenario, estábamos hablando y entonces Carlos, mi marido, me hizo señales de que había entrado la guardia civil, fue divertido porque cambiamos de tema pero sabían a qué iban…Nos dijeron que venían a ver si aprendían algo….otro día fuimos a Alagón, con Gloria Labarta, al lado de Barbastro, a Estadilla, volvíamos cantando jotas en su coche. También trabajé con Teresa Colomer, en esa época recorrimos muchos pueblos…. En una ocasión nos llamó a Teresa y a mí Carlos alegre, para dar una charla en un Instituto y hablarles a los chavales sobre sexualidad, luego nos metieron una denuncia, como si fuéramos nosotras las que les diéramos el consentimiento para hacer lo que quisieran”. Veían que los chavales no hablaban con sus padres, una pena.
Trabajando en el Centro De Protección de la Salud en 1984 atendió a más de 400 consultas relacionadas con problemas íntimos de los zaragozanos y mujeres derivadas de atención primaria. Los primeros grupos eran para dejar la medicación, para relajarse, había algunas que no iban solas a ningún lado. La unidad se llamaba de meditación, ya en el centro se hacían los grupos de trabajo. Estaba María Arrondo de concejala responsable y quería que se trabajara en las escuelas, y allí fueron. Hicieron grupos de trabajo para padres, hablaban con las trabajadoras sociales y hacían talleres de ocho sesiones en barrios como Torrero. Le decían: “ Asun… es que tú te lo sabes todo y parece que haces que nuestros hijos nos pregunten lo que queremos…”. Y no, era que ellas estaban más predispuestas.
Su militancia en el PSOE fue posterior a ganar su oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza, siempre ha estado comprometida con sus ideas, primero trabajó en una guardería del barrio Oliver, la llevaba Jacinto Lasheras. Desde 1977 participó en las reuniones profesionales para la elaboración de los estatutos de la asociación de planificación familiar de Aragón y fue una de las fundadoras de la sociedad de sexología andaluza. Ha participado como ponente en jornadas autonómicas, nacionales e internacionales. La ansiada apertura y disposición al cambio de ese tiempo le permitió realizar debates y protagonizar encuentros o jornadas para hablar de los temas intocables en tantos años. Su trabajo está plasmado en diversas ediciones y formatos muy interesantes que siguen vigentes.
Fue presidenta del Club de Opinión La Sabina del año 2000 al 2004, Sabina de honor en 2016. Los encuentros durante su presidencia fueron de abrir el Club a la participación y al debate de interesantes temas con personas bien elegidas para cada evento. Formó parte de las ediciones de publicaciones con los trabajos de campo e investigación “Estudios de maternidad juvenil”, “Servicios Sociales y política social.(De) Construcción Social de la Sexualidad”, ”Educación sexual en secundaria” y “Estudios de maternidad juvenil”. Confeccionaron una carpeta ideal de “Educación sanitaria sobre sexualidad” en la que al abrirla se encontraban materiales de referencia únicos y brillantes, como un diccionario sobre sexualidad, vídeos para hablar de la pubertad y los anticonceptivos, una baraja con preguntas y respuestas a modo de juego interactivo, una guía de educación sexual para jóvenes y montones de diapositivas con sus libros de apoyo para ser comentadas, una joya que no ha sido superada.
Desde Alemania, donde residen sus dos hijas, todas las tardes a través de videoconferencia, ven y hablan a su nieta bebé para que los conozca y no los extrañe, es un gran avance en la comunicación, pero le gustaría tenerlas más cerca, en su época de madre con bebés no se valoraba igual la maternidad, ahora aún hay veces que se sublima.
He contado con ella para hacer jornadas, presentaciones de libros y mesas redondas, es una todo terreno en la materia, siempre está dispuesta, abierta a dialogar, viva en cada poro de su piel para aprovechar todo lo que viene.
Para hablar de temas tabú en momentos delicados hay que buscar a personas predispuestas que sepan hacerlo con la profesionalidad adecuada, hemos tenido la suerte de tenerla a ella en equipos que marcaron hitos, desde lo público, con valor, socializando y compartiendo experiencias. Una forma de aprender recíprocamente, asentando bases para una sociedad sana y abierta, gacela y garza. Asun siempre dispuesta y con la mirada bien enfocada disfruta jugando al bridge y con todo, cada momento, cada día.