Maternidad en soledad y educación

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Por Cristina Beltrán Mayoral

     Difícil coyuntura en estos tiempos la educación de sus hijos/as para una madre sola que no cobre mas de 1500€ al més, para las demás que no llegan, mejor lo dejamos para otro artículo, dan mucho de sí, su precariedad, la violencia permanente, que sufren por su estado, desde muchos ámbitos, y especialmente, para cubrir  las más básicas necesidades de cualquier ser humano que vive en sociedad.

¡La cacerola hirviendo y sin manopla para cogerla!

   Por supuesto, es obligación de las familias progenitoras educar y criar sanos, a los hijos e hijas lo mejor posible. Entre otras cosas porque, si no lo hacen les retiran la patria potestad, y pasan a ser obligación del Estado.

   Para una madre sola que educa, cría, cuida y mima a su hijo o hija, sin otro apoyo en casa, que el de su sueldo, si lo cobra, si tiene la suerte de trabajar, si ese trabajo le da para llegar a fin de mes, si además puede hacer la declaración de su renta, si además tiene todos los papeles que justifiquen su monomarentalidad. ¡Para esa madre, las cosas en el ámbito de la educación en nuestro país están muy, pero que muy difíciles!

    Últimamente y con cierta periodicidad, saltan a la prensa noticias de jornada continua en los centros educativos, estas son lanzadas como globos sonda para ver el efecto que producen en las familias, están precedidas por el apoyo y el trabajo subterráneo de profesionales de la educación a través de  sindicatos y partidos políticos, el profesorado quiere trabajar, a ser posible, de jornada continua, para tener tiempo y conciliar sus vidas laborales y personales, para mejorar, para avanzar en sus derechos.

   Es peligroso hacer rasero igual para todas las personas, es muy sensible el tema que hoy abordo, ya sé que no se puede generalizar, aún así me atrevo a reflexionar sobre esto.

    No voy a entrar en materias curriculares, quede esto para expertas.

   No sé el número de profesores y profesoras que hay en España, pero estoy segura de que las familias que necesitan tener a sus hijos e hijas en los colegios mañana y tarde es muy superior.

    Sí sé que lo que cobra para vivir dignamente una profesora es superior que lo que cobra para malvivir una madre soltera, una separada o una divorciada, una familia monoparental en general. Afortunadamente cada vez son más los padres  que asumen su paternidad monoparental, aunque son menos y suelen cobrar más. Hay ejemplos y excepciones que sirven para confirmarlo.

    A lo que iba. ¡Clama al cielo! que las clases más desfavorecidas no sean tenidas en cuenta positivamente para la educación de sus criaturas, es vergonzoso que ni se molesten en poner casillas que reflejen la situación real que tienen para solicitar plazas en colegios públicos y en concertados, ayudas de comedor, para solicitar la jornada continua, para tener extraescolares en los centros educativos, para contar con servicio de canguro antes de empezar las horas lectivas curriculares y al finalizar éstas, para libros de texto.

   El listado de sinsabores a los que se enfrentan las familias en riesgo de exclusión es muy largo. Los sindicatos se presupone, trabajan para apoyar a las clases trabajadoras.

   ¿Quién y cómo ayudan a las familias trabajadoras más pobres? ¿Quién y cómo ayudan a las madres más en precario que necesitan conciliar su trabajo con los horarios de sus hijos e hijas en los colegios? ¿Se ha parado a pensar la Administración, desde Gobiernos y Sindicatos a qué trabajadoras priorizamos?

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