Ana Puyol: ‘Man Ray: luces, cámara, revolución’


Por Lucho Gasca Romero

         El pasado día 16 de enero en la sala “Pilar Sinués” del paraninfo de la Universidad de Zaragoza, la  jefa de Arte del Pollo Urbano, Ana Puyol, presentó su libro “Man Ray: Luces, Cámara, Revolución”.

      En el acto de presentación de la obra estuvieron presentes Agustín Sánchez Vidal, catedrático y escritor de la Universidad de Zaragoza y Amparo Martínez, profesora de Historia del Arte de la misma Universidad.

 

   El público asistente disfrutó con las intervenciones de ambos profesores  y como deferencia a nuestros lectores, aquí les dejamos con el guión de la exposición con la que  intervino nuestra compañera pollera ¡Felicidades a la autora y éxito con el libro!

PRESENTACIÓN

MAN RAY: LUCES, CÁMARA, REVOLUCIÓN,

Sala Pilar Sinués, Paraninfo, Zaragoza, 16-I-2020

 

[AGRADECIMIENTOS] Como he hecho en este libro, que comienza agradeciendo el esfuerzo colectivo que supone una investigación larga e intensa como esta, deseo asimismo agradecer la presencia de todos los que nos acompañáis esta tarde…

 

Dicho esto… Les comentaré que mi curiosidad por Man Ray comenzó practicando con la rayografía hace mucho tiempo … y se avivó cuando supe más sobre su artífice … Me sorprendió que:

            [VALORACIÓN DEL ARTISTA: ROMPER PREJUICIOS]

A la hora de cerner la figura de Man Ray existen ciertos apriori, ciertas etiquetas que, siendo magnificentes, han condicionado su valoración y su comprensión.

La historiografía ha tendido a poner el acento en su cualidad como:

1ª // -«Fotógrafo»:

Su calidad, destreza y creatividad técnica –incuestionables– han eclipsado la multiplicidad de sus saberes en campos tan dispares y complementarios como:

   …….la pintura, la creación y ensamblaje de objetos, la cinematografía más experimental, la labor editorial y el diseño gráfico … el ensayo, la poesía, el libelo antinazi o la teoría de las artes … la firma de patentes o la innovación técnica ((al atribuir una carga filosófica y artística a artefactos como el aerógrafo, que anticipó manifestaciones posteriores de arte urbano)).

… Desde luego Man Ray fue un precursor en el terreno de la fotografía, pero el ejercicio de pensamiento latente en cada disparo de obturador y en el proceso de gestación, a veces de gran complejidad, de sus imágenes, es solo un apéndice en la globalidad de su producción, que ha de ser concebida como un todo:

la técnica, el medio utilizado para realizar el producto creativo (resultado) se pone, en su caso, al servicio de las ideas, que es el objetivo primordial–.

2ª y 3ª // -«Surrealista».. ¡y «francés», por el predicamento atribuido a esa etapa !:

Sin embargo, nació en Filadelfia, fue por primera vez a París en 1921, a los 31 años de edad. Llegó desde Nueva York, donde fue pionero y fundador del primer Dadá desarrollado en torno a Greenwich Village, después de que Marcel Duchamp fuera a conocerlo en 1915 a la colonia de Nueva Jersey donde vivía, junto con otros intelectuales y libertarios.

Cuando llegó a la capital francesa, el marco artístico era transicional:

el Dadá -de cuyo núcleo procedía- se disolvía en favor de un movimiento mucho más programático, el Surrealismo ((con cuyos miembros colaboró, aún sin considerarse parte de su escuadra, y con ellos compartió algunos presupuestos -aunque emanados de contextos totalmente dispares- …

De hecho puede considerarse a Man Ray un surrealista avant la lettre)).

Así las cosas… al desembarcar en Francia

Este artífice ya portaba un bagaje técnico original y trascendente +

sus fundamentos estéticos estaban establecidos +

y definido el armazón conceptual que articulará toda su obra …

… Naturalmente todo esto se vio implementado progresivamente durante su primera estancia en la Ciudad de la Luz (que -obviamente– tuvo que abandonar como otros judíos durante la ocupación alemana).

[INVESTIGACIÓN]  Así las cosas…

…En la investigación que ha dado lugar a este libro me he centrado en el análisis de esa etapa –escasamente explorada– que define el periodo formativo del artista, que sitúo antes de su llegada a París, es decir, durante los años en que vivió en varias ciudades de la Costa Este norteamericana.

En consecuencia… Los elementos y factores que confluyeron en ese marco contextual son los vectores que articulan el eje conductor para leer el conjunto de su obra:

1-Su historia familiar y episodios relacionados con los Radnitsky ((apellido familiar del artista)) y con su contexto, localizado en el Imperio Ruso durante el zarato de Alejandro III, marcado por la emigración y huida masiva de contingentes de judíos hacia Estados Unidos.

Las implicaciones de ese panorama migratorio en el continente americano, atrayendo una rica cultura y tradiciones rusas ((en lo musical, literario, o estético, como en lo religioso)) forman parte esencial del vocabulario artístico, el pensamiento y la ideología política de Emmanuel Radnitsky.

2-el advenimiento de una conciencia social de signo anarquista en U.S, desarrollada especialmente en las florecientes fábricas de la industria del tejido, donde se concentraba la gran mayoría de los trabajadores inmigrantes de origen judío, como (era el caso de) Melach Radnitsky, sastre.

Huella en el ideario y también en los fundamentos estéticos de Man Ray: dinámica de fragmentación y sutura, orbe del traje, maniquíes.

3-profundización en el período en el que Man Ray frecuentó el Ferrer Center de Nueva York –dedicado a la memoria del pedagogo de Alella, fundador de la Escuela Moderna–, como:

… centro de formación donde se aplicaba el sistema educativo propuesto por Francisco Ferrer i Guàrdia … alimentado por el ideario de autores como Kropotkin, Max Stirner, etc.

… también como epicentro donde se concitaban las figuras clave dentro del anarquismo y la acción directa: los radicales lituanos Emma Goldman y Samuel Berkmann (fundadores del Ferrer Center).

((No hay que perder de vista la fuerte vinculación U.S.-España.))

En 1912 Man Ray eligió este enclave para su formación, un hecho crucial que partió de su admiración hacia el que fue su profesor de dibujo, Robert Henri, pintor anarquista miembro principal de la Ashcan School.

…Hemos atribuido un predicamento especial a la influencia manifiesta de las teorías propugnadas por los miembros del Ferrer Center, y los contenidos de sus publicaciones en el pensamiento de Man Ray (Mother Earth).

… Y constatamos que, más que desde el campo de las artes:

fue desde el campo de la ideología, la filosofía y su sustrato personal y biográfico, de donde emanaron muchas de las claves que configuraron su lenguaje y su pensamiento creativo… Man Ray supo conciliar una filosofía revolucionaria con su pensamiento plástico a través del lenguaje de la imagen.

…También hemos atendido con interés su periodo de residencia en la colonia artística de sesgo anarquista de Ridgefield… y la relación intelectual con su primera esposa, la poetisa y anarquista belga, Adon Lacroix, un puntal en la formación del bagaje literario del artista ((Jarry, Lautréamont, Baudelaire, Mallarmé, Apollinaire, etc)). Man Ray declaró que ella fue la mujer más importante de su vida ((a pesar de la insistencia puesta en Kiki de Montparnasse o Lee Miller)).

 

4-la incidencia del círculo de Alfred Stieglitz -también de origen judío y simpatizante anarquista- y 291, en la maduración conceptual y artística de Man Ray, en particular en cuanto al desarrollo de una teoría y una praxis de la imagen de naturaleza mecánica por medio de la fotografía.

 

5-la consideración primordial de la Historia de la Técnica y la Ciencia, y del proceso de mecanización de Norteamérica, como factores de primer orden en lo ideológico, también en lo artístico y estético.

…Se pone de relieve que Man Ray concentró una visión radical, crítica y constructiva de la máquina, explorando sus posibilidades en el campo conceptual y estético… Y

… Configurando un lenguaje donde la máquina es agente de creación y apertura de posibilidades… ((como sucede en la literatura de anticipación)) y cuya manifestación más paradigmática y revolucionaria fue el Dadá.

        En última instancia, en esta publicación he intentado efectuar una lectura sinóptica de la producción de Man Ray a la luz de la trascendencia de todos estos elementos, una producción que atenta contra la mimesis y el arte entendido como representación para convertirlo en una presentación de la realidad misma … el arte, la vida, son la misma cosa.

Mecanismo revolucionario que culminó en la realización de cine (dimensión móvil, proyección óptica, dimensión cuarta), donde el giro de la manivela prefigura el proceso del pensamiento.

[OBJETIVO]

…Todo ello con el objeto de reubicar al artista y su producción dentro del pensamiento estético, de la Historia del Arte y del Cine y, en definitiva, en el seno de la historia cultural.

    Man Ray imbricó Arte y Ciencia, Ciencia y Poesía en la misma dimensión conceptual, siguiendo la estela de los grandes creadores e inventores de la Historia desde la Antigüedad.

     Tanto es así que… (Alejo Carpentier, 1928) sentenció:

    Man Ray, el taumaturgo, pertenece a la raza de los Fausto y Paracelso… En la Edad Media lo habrían quemado.

     Además de en todas las librerías el libro se puede obtener en:

https://www.troa.es/libro/man-ray-luces-camara-revolucion_1052494

   Y a continuación colocamos apara todos  nuestros lectores las palabras que pronunció el amigo y catedrático Agustín Sanchez Vidal para cerrar el acto:

Un artista total llamado Man Ray
Por Agustín Sánchez Vidal.

      Cada diciembre, el Museo de Arte Moderno de Nueva York hace públicas sus nuevas compras y la prensa especializada trata de rastrear cuál puede ser la obra o “imagen del año”, esa que lleva el signo de los tiempos y marca tendencia.

       Pues bien, la elegida en 2019 ha sido esa primera fotografía de un agujero negro que ha dado la vuelta al mundo, y cuyo “original” ha incorporado el MOMA a su colección permanente. 

     Lo de “original”  es un decir, porque no se ha obtenido a partir de luz ordinaria, sino fósil, emitida hace 55 milliones de años. Para capturarla fueron necesarios 5 días y noches completos y 8 radiotelescopios situados en distintos puntos del planeta. Sincronizado mediante relojes atómicos, este conjunto equivale a una sola antena parabólica del tamaño de la Tierra. Para ponerlo a punto fueron necesarias 2 décadas de trabajo y un equipo internacional de más de 200 científicos. El total de datos resultante sobrepasaba los 4 millones de gigabytes que hubo que analizar y ensamblar durante 27 meses. Hasta llegar en 2019 al resultado final.

     El problema es que hora mismo los conservadores del Museo se preguntan en qué sección o sala se debería exponer esta especie de OVNI visual. Y uno de los medios de comunicación que se ha hecho eco de la noticia resume el dilema con estas palabras: “¿Debería estar junto a las obras cubistas de Picasso? ¿ Formar parte de las constelaciones de Van Gogh? ¿O hallaría mejor acomodo junto a su posible padre espiritual, Man Ray, quien un siglo atrás inventó las primeras imágenes sin cámara (rayografías) que acentuaban el misterio del mundo?”

      Creo que este testimonio nos ahorra muchos circunloquios para calibrar la importancia y vigencia de Man Ray. Y también de este libro de Ana Puyol, quien ya se había dado cuenta de todo eso hace 20 años, cuando ella se planteó la investigación de la que deriva, al mismo tiempo que se comenzaba a diseñar ese gigantesco radiotelescopio cuyos frutos se han recogido ahora.

    Los de Letras no contamos con tantos medios. Bastante tenemos con que no se nos caiga el techo encima. Pero su tesis doctoral estaba planteada con todas las garantías necesarias. Y en especial las que justifican una investigación universitaria, que es acotar un tema, revisarlo y renovarlo. En este caso, un personaje esencial para las vanguardias que, sin embargo, había quedado encorsetado por la etiqueta simplificadora de fotógrafo surrealista.

    El trabajo de Ana Puyol desborda ese cliché por todos lados. Y no se trata sólo de una estimación de quienes estamos vinculados a ella, como los dos directores de su tesis doctoral que hoy la acompañamos en esta mesa. Incluso antes de esta presentación del libro, éste ha sido recomendado por Manuel Rodríguez Rivero en su columna “Sillón de orejas”, de Babelia, elogiando la trayectoria de la colección Luis Buñuel. Cine y vanguardias, a la que califica de “muy exigente”.

      También hay que celebrar que esta monografía reúna de nuevo a Buñuel y Man Ray, 90 años después de que el destino –o el azar–  hiciera coincidir en el Estudios de las Ursulinas de París el debut cinematográfico del primero con Un perro andaluz y una película del segundo, Les mystères du château du dé. Pero no fue la única vez, como dan fe los retratos fotográficos de Buñuel que hizo Man Ray, convertidos en canónicos. O su proyecto en común de una película sobre los basureros de Los Ángeles.

     Este libro va mucho más allá de esos datos, bien conocidos, remontándose al período anterior a 1921, cuando Man Ray se mudó a París. Salta por encima de ese seudónimo (adoptado en 1912) para rescatar a Emmanuel Radnitsky –que era su verdadero nombre– y las primeras tres décadas de su vida, distribuidas  entre la Filadelfia natal, Nueva York y la comunidad libertaria de Ridgefield (en Nueva Jersey). Y ahí rescata su herencia judía y la filiación anarquista, en el Centro Francisco Ferrer, creado en Manhattan en honor del anarquista catalán creador de la Escuela Moderna y ejecutado en Barcelona.

    De ahí surge algo muy distinto al Man Ray convencional, que ha fagocitado al artista total, dejándolo varado entre diversos modos de expresión, entre varias tendencias y países. De modo que no es un farol esa triple referencia con la que Ana cierra su introducción, datándola en Zaragoza, París y Berlín, porque esa mentalidad abierta y cosmopolita es la suya y resultaba imprescindible para rastrear una figura tan singular.

     Hay que agradecer a Jean Michel Bouhours que en su preámbulo reconozca todo esto, con la generosidad y probidad que le caracterizan y la perspectiva que le proporciona su privilegiada atalaya parisina en el Centro Pompidou. Desde ella declara que el enfoque de Ana Puyol ha sido capaz de ir más allá de lo que habían conseguido establecer la propia historiografía francesa sobre el dadaísmo y el surrealismo.

    Es una forma de trabajar que venimos persiguiendo en Cine y otros medios audiovisuales desde el mismo arranque de la asignatura y que ahora se proyecta sobre esta colección, inaugurada con las fotografías de Ramón Masats sobre el rodaje de Viridiana,  a cargo de Amparo Martínez.

    También hay que agradecer a Pedro Rújula, director de Prensas de la Universidad de Zaragoza, su sensibilidad al apostar por un proyecto que está rindiendo frutos tan maduros como este, del que podemos sentirnos legítimamente orgullosos, y por el que debemos felicitar muy efusivamente a su autora.

Fuente: Heraldo de Aragón

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