Poema de Hugo Ester

Por Hugo Ester

El viaje del hombre

                                                                                  “Te dije que volvería”

                                                                                              Giacomo Casanova

 

 

Porque rompiste unhondo espejo

en mil almas interminables,

porque de esas mil almas escogiste sólo una

y me la entregaste sin decirme como usarla,

porque me hiciste saber cuanto dura un segundo

cuando por mi cuerpo de cartónpiedra

lánguidamente trepó la yedra

durante veintidós millones de poemas

tan profundos como Brooklyn

que dejaron mi piel húmeday nula en la sombra

 

el vegetal me llegóhasta la nariz y se regó en mi sangre

mas como la vieja música aguanté con manos blancas

la enemistad paranoica del silencio

 

Tuve que contar tantas veces

las paredes de mi habitación

que se me cayeron encima

y me fue imposible saber

que tan soloeran cuatro

 

Pensé entonces: quediluvie en el infierno

quelluevan perros y gatos

pues ahora ya se que en el abismo no hay infancia

ni vejez en el paraíso ni dioses en el olimpo.

 

Venceré a la muerte enamorándola,

y en vez de morir yo

ella vendrá al mundo,

sutil como la idea.

 

Mientras yo pisaba los adoquines de la historia

observé a reyes jugar a matar elefantes

sabedoresde que el juego nunca podría terminar bien

pues hay demasiados cazadores locos, sueltos,

ansiosos, desesperados, terribles, sangrientos,

viejos para correr, jóvenes para andar,

destrozados, perdidos, purificados por el acto

de dar muerte, de asesinar, de ver en rojo,

a pesar delo erógeno del peligro, las almas

se van a aprender idiomas

y a bañarse en leche de burra,

perola hora de los espíritus ya pasó,

ahora son niños ricos, dandys

que se pasean por ahí confusos

como gerentes con las llaves colgando del cinto

como vírgenes Marías sin cabeza,

ya no hablan ninguna lengua de éste mundo

ahora las almas son pajas de internet

hechas tan solo de orgasmos necesarios

acentuados con Espidifen 600.

 

Mi vida es una mosca verde

que revolotea sobre ríos de ilusiones

mi muerte es una boca de serpiente

que me traga espeluznante y bífida

o un murciélago que fuma mucho

expulsando un humo deliranteenamorado del aire

hasta tal punto, que uno no es capaz de distinguir

cuando se hacen uno, o si realmente son uno

o si uno es algo que se esparce en el aire

como un dios o un artista,

así te sueño yo en mis pesadillas

después de haber tomado montones de olivas negras,

se que eres un hijo cruel que olvidó

que el olvido es obsceno

 

Todavía no me duele el alma ni estoy loco;

estoy sediento, hambriento, falto de aire y de luz,

pero el cielo, envidioso de mis sueños

me dice que ya no le podré observar más

pues las ventanas están rotas

y no vendrá más el reparador de ventanas

a reparar las que mis miradas rompieron,

afuera ojos de oro

me observan mientras caen

con la suavidad de las horas

y sordamente me gritan

que el tiempo me ofrece gente

y las ciudades que se yerguen ante mi

me brindan su tiempo dorado

mientras yo me lanzo a ellas

como se lanzan ramos de flores en las bodas

yásperamente me susurran:

 

“somos irremediablemente tuyas

y ante ti impertérritas nos arrodillamos

como se inclinaronlas noches ante el poeta,

tú eres nuestra más preciada hacienda

pues para ti fuimos fundadas, amor nuestro,

mas jamás olvides en tu bohemia vida

que nunca llegarás a viajarnos por completo

y que cuando te vayas donde no estamos

otra figuracomo tú vendrá

y como una pequeña hormiga

se introducirá eléctrica

por nuestra oreja temblorosa

e intentará realizar de nuevo

el viaje del hombre

con idéntico resultado”

 

 

ya mi bella cabeza quemuere de calor,

como una flor junto al radiador

harta de dialogar con las aceras, las plazas y las calles

todo eso le importa poco,

y se le aparecela bonita idea

de que mientras pueda y siempre

hará el amorcon las ciudades.

 

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