Exposición de Gamboa en La Vía Láctea


Por J.L.Gamboa

     ¿Cómo titular esta exposición? ¿Exposición o exhibición a la inglesa? Transgresión, al menos en su aspecto narrativo.

     Transgresión por recurrir a una técnica tan vieja y poco usada como el temple al huevo.  Suena como si fuera un champú. 

    Durante siglos hasta que se inventó el óleo fue lo que se usó para la pintura ya fuera de temática religiosa judeocristiana o religiosa grecorromana.  Ahí tienes como elementos icónicos la Primavera o el Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli pintadas con esta técnica.

     A pesar de todo me da pereza ponerla en marcha, pero cuando ya te metes en carretera con el huevo los pigmentos, los pinceles, las superficies tersas, me resulta satisfactoria.

    A finales de los noventa empecé a pintar con temple como anécdota.  Tengo dos cuadros basados en Brixton y Atlantic Road de Londres y otro sobre el mercado de Yugosapadnaya junto al metro moscovita.  No solo estos, tampoco voy a ser exhaustivo.

    El primero de esta serie fue La Pietà trangresor con su Cristo con medias, liguero y corona rojo-cabaret y una virgen vestida como una madama tocada con una gorra rusa.  Completada con una flagelación del Cristo atado a una columna de Arrudi. De ahí fue todo un tobogán para completar la idea: el arcángel Miguel sacudiendo estopa al diablo; el icono homosexual San Sebastián con su pene enhiesto; el Cristo crucificado.

     La imagen del diablo convertido en una bella muchacha porque el diablo no se presenta ni con la cara roja ni con cuernos sino con aquella figura de lo que más deseamos.

    El amor divino confundido con un chupetón lésbico.  La figura de Eva culpable de todo según la mitología cristianojudaica. 

    Como es lógico no pararé aquí.  Da para otra carta a los tesalonicenses.

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