Por Luis Gareta
La artista Susana Vacas nos ha sorprendido con una nueva intervención artística que invita a los espectadores a colocarse a mirar a través de ella. Cuando lo hacen, se sorprenderán con unas pequeñas obras de arte que se iluminan cadenciosamente.
Sánchez, director del Pollo Urbano y Rafael Esteban, coordinador de fotografía de la revista acudieron a la cita con la artista para dar fe (secreta) de su instalación ya que es deseo de la autora que los espectadores no desvelen las obras que aplicando el ojo a la mirilla pueden observar.
La artista cita en su programa de mano un texto de Ramón Gómez de la Serna que intenta darnos pistas acerca de la instalación: “Las mirillas le guiñaban un ojo, y se sentía que le pellizcaban o le daban pequeños mordisquitos en la nariz” (El incongruente).
Como decía Basheveis Singer, “Espías por una mirilla y tu vida cambia”. Este texto nos introduce en otras apreciaciones:
“Una mirada un mundo. Un eterno y una utopía. El cielo es tan grande que podremos seguir soñando.
Soñando gracias a poder mirar de otra manera, a prestar atención a los pequeños detalles, a salirnos de la rutina que nos aplatana, de la realidad que nos aplasta… Ponga una mirilla en su vida, asómese por este agujerito.
Despertemos las pupilas. Abramos bien los párpados. La otra realidad está aquí mismo, tras el cristal; y en los espejos de nuestra caja. No hace falta viajar más lejos. Pasen, ¡pasen y vean!.
Una mirilla un mundo”.
Son, en defititiva, tres minigalerías por las que asomarse a tres miniobras de arte que nos reciben a la entrada del teatro de la mano de Susana Vacas y de las imágenes gráficas de Batidora de Ideas. ¡Enhorabuena por el montaje y felicidades a los artífices!
