Por Javier López Clemente
El pasado 26 de abril se estrenó en la Sala El Extintor la obra El caso Perry, una comedia de espíritu cabaretero que nació en la Sala Eve´s Bayou de la mano de Óscar Castro, Minerva Arbués, Belén Lázaro y Leyre García.
Aquella primera versión pasó por el tamiz de la compañía “6 de trébol” que lo trabajó hasta conseguir el texto de una historia detectivesca, ya saben de lo que hablo, lo han visto multitud de veces en una pantalla o en las páginas de un libro: El detective y su fiel ayudante, un fiambre y varios sospechosos, todos y cada uno de ellos con razones suficientes para matar y con una coartada infalible. “El caso Perry” marida la novela de Agatha Christie con la hora Chanante para crear una comedia con la capacidad de deducción del detective Hércules Poirot y la intrépida acción del Inspector Clouseau. A bordo de este Orient Express del misterio viaja el detective Wunderstand Hitchcock Shwarkoff, un tipo de sombrero, gabardina y pensamiento en off.
Voy a ser sincero: Prefiero no contarles nada de la trama porque los spoiler no les sientan bien a una historia con un muerto, tres sospechosos, colorines de tebeo y constantes guiños para que el espectador entre en el juego de la ironía y el humor. Un “Cluedo” que te invita a seguir los pasos del detective, diseccionar la personalidad de los sospechosos y plantear retorcidas teorías. Un viaje para disfrutar del elenco de actores que juegan entre la voluptuosidad científica y la inteligencia seductora, lo etéreo de un matrimonio atado por unos papeles y la química sensual del horóscopo, la aparente frialdad de una gran estirpe rusa y la pasión Ninja por las espadas. Un trabajo de interpretación que fue capaz de cruzar la delgada frontera que separa el humor de la realidad. Ese instante mágico cuando una elipsis de tono, gesto o palabra provoca un momento de silencio y, lo que hasta entonces era chiste y aventura, se transforma en novela negra que pone sobre las tablas la realidad social.
“El caso Perry” es una comedia absurda en la que un detective sigue la pista a tres hermosas mujeres capaces de casi todo. No se la pierdan. La función del estreno terminó con una atronadora salva de aplausos para gratificar el excelente trabajo de Nashaat Abdel Hafed, Irene Alquezar, Minerva Arbués, Óscar Castro, Susana Martínez y Francesc Tamarite.
La vuelven a programar el viernes 3 de mayo en La Sala El Extintor de la calle Las Armas 20, Zaragoza. Para reservar entradas pueden enviar un mail al correo electrónico salaelextintor@gmail.com
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La crónica ya ha terminado pero no me resisto a contarles ese momento mágico cuando una de las tres Damas del Tugsteno, la diva de cabaret Irina Smirnoff, se sentó encima de mis rodillas, clavó sus ojos en mis pupilas y posó las yemas de sus dedos sobre mi cabello. El latido de mi corazón ocupó todo el patio de butacas hasta que alguien dio luz de sala y el hechizo se rompió. Fue entonces cuando conocí al detective Wunderstand Hitchcock Shwarkoff.