Abril: «Somos público duro pero agradecidos» / Susana Vacas


Por Susana Vacas

     Sí, somos un público duro. Llevamos fama en Zaragoza de ser una plaza dura, de que si aquí funciona algo lo hará en cualquier sitio, y de hecho, ¿quién se atreve a negarlo? ¿O es que no nos hemos dado cuenta todavía?

      Si es algo de fuera por mucho que de primeras parezca que lo tiene más fácil (las instituciones y los esnobs se rinden a sus pies, seguro) pues luego resulta que perdurar es otro tema, y al final acaban volviendo a marcharse de aquí. Y si eres de aquí, qué decir, qué decir de nuestra envidia, nada de sana envidia, sino de esa que duele, que corroe, que maldice, que impide que nada salga adelante… Jopetas, cómo nos joroba que al vecino le vaya bien… En fin, tendremos que convivir con ello. Debemos ser así… o eso decía mi abuela…

     Sin embargo, aquí estoy yo para añadir algo más a este comentario que a la par que sincero y científicamente (casi) demostrado, es también simplista y derrotista. Pues va yo y añado que además de duro, somos un público agradecido, fiel, eterno… Sí, lo demuestro y lo compruebo, y como yo cualquiera que en estos días se deje caer por alguna de nuestras salas… Las salas de teatro, los cines, los auditorios, los centros culturales, las bibliotecas, los bares y las salas de conciertos, cualquier mínima sala que programe algo… por muy poquito que arriesgue, por nada que se moje… pues ahí está la gente de Zaragoza para responderle, para, aunque sea en poquito número y, eso sí, sin gastarse muchas perricas, pues va y acude. Salvando las inclemencias climáticas, las dificultades de acceso con tanta obra y calle levantada, la falta de calidad en muchos espacios, el sonido deficiente en otros, las dificultades de una buena difusión… Todo eso el público zaragozano lo salva, lo tolera, lo perdona… Y acude… Olé por él. Porque sí, porque el arte y el espectáculo lo merece todo. ¿O no viene El Brujo al Principal y pone en escena el mismo espectáculo de siempre, titúlese Lazarillo, o Don Juan o Quijote, o ahora Shakespeare y la gente aplaude enfervorizada? Salen de debajo de las piedras los poquitos fans auténticos, los de mojarse, arremangarse, los de botar en los asientos, cuando acude Albert Pla tan bien acompañado como de Pascal Comelade. Hace filas para ver a cualquiera de la tele que pisa los escenarios y que apuesta por ellos perdiendo dinero en las más de las ocasiones. Por qué negarlo, un público al que casi se le saltan las lágrimas tras asistir a un libro de noche o Nightbook tiernísimo de un ya muy reconocido Ludovico Einaudi que tuvo a bien iniciar minigira por España en nuestra ciudad… Qué lindo, qué bien, qué alegría…

     Por favor, sigan programando, aúnense, llámense + Cultura, CAAV, Agrupación para, Colectivo de, Grupo de, Plataforma por… como quieran, busquen la manera de sobrevivir, pero no nos abandonen… Artistas, da igual que nos llamen titiriteros porque lo somos y es un honor…  Ojalá aprendieran de nosotros.

 P.D. Yo siempre he preferido considerarme una funambulista…

Pasen, pasen por mirilla

 

La mirilla de Susana Vacas

Teatro de la Estación

2012

Mirar sin ser visto.

Ver allá donde los demás no ven.

Asomarse a un mundo que está fuera de nuestro alcance.

Soñar lo imposible.

Hasta el infinito y más allá.

El corazón sale del escenario y se asoma por nuestra mirilla.

Pasen, pasen y miren.

Pasen por nuestra mirilla.

Pasen y vean.

Una mirilla un mundo.

Un mundo, un corazón.

El corazón de la mirilla.

La mirilla de Susana Vacas

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