Entrevista con el neurocirujano Jesus Vaquero


Jesus Vaquero

Por Jorge Moreno Coordinador de Sin Barreras
  
    Se abre una puerta a la esperanza para quienes sufren una lesión medular. El motivo es una nueva técnica, con células madre, que promete recuperar la movilidad de los órganos afectados.

   Ya se ha probado en animales con mucho éxito. Ahora el siguiente paso es saber si en personas se obtiene el mismo resultado.

    Quienes hoy están postrados en una silla de ruedas por culpa de una lesión en su médula podrían volver a caminar en un futuro no inmediato. Lo que hoy parece una utopía ya ha se ha logrado en ratones. Los ensayos se han llevado a cabo en un laboratorio del Hospital Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid). Se trata de implantar células madre. Una técnica que permite regenerar una lesión de médula parcial o total.

    El resultado ya se ha comprobado en ratones. Tras un año de recuperación, el roedor que ha sido sometido a un transplante de células madre es capaz de caminar con soltura.

    Uno de los artífices de este proyecto es el neurocirujano Jesús Vaquero, que lleva más de 10 años intentando ayudar a pacientes con este tipo de dolencias. Él asegura que una de las cuestiones más difíciles de esta investigación ha sido tratar con animales porque éstos, a diferencia del hombre, no tienen voluntad de curación. Por eso, este avance promete y ha logrado devolver la esperanza a quienes padecen una lesión de este tipo.

    Hemos hablado con el especialista el neurocirujano Doctor Jesús Vaquero

-¿Que tipo de células madre son y como y donde se implantan?

Se trata de células madre adultas, extraídas de su propia médula ósea. Se implantan en las zonas donde se ha producido una lesión medular, mediante una intervención quirúrgica.

-¿En qué tipo de lesiones medulares se pueden implantar? En completas o incompletas

Se pueden implantar en diferentes tipos de lesión, dependiendo de los estudios a realizar. Existen actualmente estudios en fase de investigación clínica, donde se están implantando para tratar de frenar la evolución de enfermedades degenerativas, como la ELA. Nosotros estamos trabajando en lesiones traumáticas y es actualmente en este campo donde se tiene una mayor experiencia, tanto a nivel experimental, sobre animales, como a nivel clínico, donde ya existen algunas publicaciones, aunque es aún pronto para poder sacar conclusiones de eficacia.

-¿Qué técnica emplea?

En el ensayo clínico que vamos a realizar, extraeremos las células de la médula ósea del propio paciente y tras unas semanas de cultivo, en condiciones de alta seguridad biológica, para alcanzar un número suficiente de células, se implantan en la médula espinal.

-¿Cuanto tiempo tiene que pasar desde la lesión medular, para poder implantar las células madre?

Se pueden implantar en diferentes momentos evolutivos, pero nosotros queremos valorar la eficacia en situaciones de lesión completa, crónicamente establecida.

-¿Cuáles son los riesgos de dicho tratamiento?

A nivel de experimentación animal hay mucha experiencia de trasplantes de este tipo, sin que se vean efectos secundarios. Es de esperar que lo mismo ocurra en pacientes, pero pueden existir riesgos no previsibles y por eso se deben hacer los primeros estudios atendiendo sobre todo al objetivo de confirmar que no existen reacciones adversas tras el procedimiento.

-¿Este tipo de células puede provocar tumores?

Existen numerosos estudios, sobre todo en animales, que sugieren que la posibilidad de desarrollo de tumores no existe con el empleo de este tipo de células, al contrario de lo que ocurre con el empleo de las células madre embrionarias. No obstante, y precisamente para asegurar que no existe ese riesgo, los pacientes van a ser controlados a largo plazo tras el tratamiento.

-¿Cuál es el siguiente paso en su investigación?

El primer paso es iniciar el ensayo que pretendemos realizar, los pasos siguientes se irán planteando en función de los resultados que se obtengan.

-¿Desde cuando esta investigando?

Nuestro equipo lleva más de 20 años trabajando en esta línea de investigación, y hemos realizado estudios exhaustivos para conocer el comportamiento de las células que vamos a utilizar en diferentes medios de cultivo, así como los resultados que se obtienen tras su trasplante en animales con lesiones medulares traumáticas. Tras varios años de estudios en roedores, pudimos confirmar los mismos resultados en cerdos parapléjicos, lo que nos ha permitido plantear la aplicación de esta técnica en pacientes seleccionados. Es importante señalar que el planteamiento de estos ensayos clínicos obedece a la necesidad de conocer si puede ser útil esta técnica en pacientes, pero nadie debe sacar conclusiones antes de tiempo ni albergar expectativas que no sabemos si se van a cumplir.

-¿Tiene algún tipo de financiación?

Tenemos financiaciones de entidades públicas y privadas desde hace muchos años. De hecho los estudios fueron iniciados gracias al apoyo de la Fundación Mapfre, y esta Fundación sigue financiando nuestra línea de investigación experimental. Recibimos financiación además a través de proyectos de convocatorias nacionales competitivas (Instituto de Salud Carlos III, etc) y puntualmente de diversas Fundaciones e Instituciones. A la hora de dar el salto a los pacientes, el coste es muy elevado y para ello contamos actualmente con una subvención del Ministerio de Sanidad y con el apoyo de la Asociación APINME, que ha establecido un acuerdo de colaboración con nuestro Hospital, a través del cual esta Asociación ha donado la Sala de producción celular necesaria para llevar a cabo los estudios en pacientes.

    Muchos ya están reuniendo fondos para que la investigación continúe en personas. Su sueño está ahora un poco más cerca.