Argentina: Hechos y actitudes vergonzantes

Por Gloria Cohen

     En este último mes, salieron a la luz varios hechos y actitudes que producen vergüenza, “vergüenza ajena” como solemos decir.


Gloria Cohen
Corresponsal del Pollo Urbano en Argentina
 

        El 19 de febrero, el experimentado periodista, escritor y militante en organizaciones de Derechos Humanos – Horacio Verbitzky- hizo declaraciones a una radio en las que relató haber sido invitado por “su amigo” el hasta ese día Ministro de Salud de Argentina -Ginés González García – a vacunarse contra el Covid en el propio Ministerio de Salud de la Nación, donde según la información que se fue conociendo en el curso de las horas subsiguientes funcionaba un “vacunatorio VIP”, es decir para amigos y allegados.

    Menudo favor le hizo a “su amigo” Ginés González García pues, ese mismo día el Presidente Alberto Fernández lo eyectó de su cargo de Ministro de Salud,

    Resalto entre comillas “su amigo” pues, “con amigos así quién necesita enemigos”. Así que González García a sus 75 años de edad y, luego de haber estado al frente del Ministerio de Salud de la Nación en tres oportunidades (durante los gobiernos de Eduardo Duhalde, de Néstor Kirchner y ahora con Alberto Fernández), parece haber terminado su carrera política en medio de un escándalo vergonzoso.

  Es que en ese “vacunatorio VIP” se inoculó tanto a mayores como a jóvenes, por el sólo hecho de ser amigos y allegados, salteando los protocolos que priorizan vacunar al personal de la salud, a adultos mayores, a quienes integran grupos de riesgo, a quienes desempeñan actividades educativas, y así ir inmunizando de a poco toda la población.

    El hecho de la vacunación a amigos y allegados es todavía más grave si se tiene en cuenta que la provisión de vacunas que llegó al país en enero y febrero es muy reducida todavía y alcanzaría para vacunar como mucho al 3-4 % de la población y que recién a partir de mediados de febrero las vacunas empezaron a aplicarse lentamente en adultos mayores.

    El querer salvarse a sí mismo y saltearse los protocolos para acceder a la vacunación, parece ser una actitud inherente a la naturaleza humana pues hechos similares ocurrieron en España, Perú, Ecuador, entre otros países y terminan resultando vergonzantes para los propios involucrados cuando salen a la luz.

     Otra noticia del mes de febrero fue la muerte del ex Presidente Carlos Saúl Menem, presidente durante 10 años en la década de los 90 y terminó su vida a los 90 años de edad en el cargo de senador nacional.

    Sin hacer un análisis exhaustivo de su presidencia, ni emitir juicios sobre la misma, tuvo un velatorio tibio en el Congreso de la Nación.

    Marcó una era con la política económica del 1 a 1, es decir que 1 peso argentino equivalía a un dólar estadounidense- y, así fue durante toda la década del 90, en la que se vivió con una relativa estabilidad económica (pues el valor del dólar no aumentaba aunque había inflación en dólares); además a la clase media argentina le resultaba muy económico y accesible el poder viajar al exterior por la particular situación del tipo de cambio. Todo terminó explotando en el gobierno que lo sucedió y sobrevino la famosa “crisis del 2001”.

    Menem disfrutó el poder, mientras fue presidente durante esos largos 10 años, se dio todos los gustos y extravagancias, más propias de un jeque árabe que de un paisano argentino, quizás debido a que provenía de una familia siria arraigada en la Provincia de La Rioja.

    Intentó volver a ser Presidente en el año 2003 y, por más que ganó en la primera vuelta con un escaso 24 % de los votos, sabía que no podría superar en la segunda vuelta a Néstor Kirchner que sacó el 22 %; se retiró de la contienda y dejó la Presidencia del país a su adversario. Por más que intentó todos los pases mágicos posibles, como el casamiento con la ex Miss Universo, la chilena Cecilia Bolocco y tuvo un hijo con ella con más de 70 años no pudo volver a ser presidente de los argentinos y tuvo que refugiarse en una banca de Senador Nacional en la que por “los fueros” estuvo protegido hasta su muerte para no enfrentar las condenas judiciales que tuvo después de terminado su mandato presidencial.

   Como hecho anecdótico se puede relatar que en sus últimos días, mientras estaba internado, le fue sustraído su anillo que usaba diariamente mientras fue Presidente y Senador nacional, un anillo de oro con una piedra de ónix en el que están inscriptos los nombres de sus hijos. Finalmente la joya, de gran valor sentimental, fue devuelta a Zulemita Menem por la familia de un enfermero contratado para cuidar al ex presidente y que permanecía prófugo; todavía queda gente con dignidad para devolver lo ajeno.

    Otro hecho muy triste, es que avanzan las investigaciones sobre la muerte de Diego Armando Maradona, que nos dejó el año pasado a poco de cumplir sus 60 años y, que en esas investigaciones se está develando que sus últimos días el astro del futbol no tuvo los cuidados necesarios, fue atendido por profesionales que carecían de la debida idoneidad y no tuvo las ni comodidades, ni la infraestructura médica que demandaba su delicada salud.

      Produce mucha tristeza el saber que una figura de tanto renombre internacional, con tanta fama y fortuna y que tantas alegrías dio al futbol argentino y mundial, haya pasado los últimos días de su vida de manera lamentable.

   Da “vergüenza ajena” el conocer los pormenores de los últimos días “del 10”, que se nos fue tan tempranamente.

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