Desde mi carpa: El circo en el cine (4)


Por Germán Oppelli 

  Otro papel de clown en el que intervendrá Buster Keaton, creador de obras como ‘El maquinista de la general’ (1927), es en el largometraje de Charles Chaplin ‘Candilejas’, cuando ya Keaton –transcurre el año 1952- encarna personajes indignos de su pasado estelar.

  La mención de Chaplin –‘Charlot para los amigos del circo- abre paso al comentario de una de las más grandes producciones, en sentido cualitativo, rodadas sobre temas circenses. En ‘El circo’, estrenada el siete de enero de 1928 tras dos años de rodaje, Charlot rinde homenaje a este “recinto sagrado” del espectáculo artístico en el que él y muchos otros empezaron de alguna forma antes de pasarse al cinematográfico.

  Esta es la sinopsis publicada en la campaña publicitaria del filme: “Charlot está sin trabajo. Para olvidar el hambre que le roe se pasea por una feria, cruzándose con un ratero que está a punto de ser detenido. Este le desliza en el bolsillo la cartera que acaba de robar. Un policía se da cuenta y, creyendo que Charlot ha sido la víctima del robo, le devuelve la cartera. Una feliz circunstancia para el hambriento que se precipita sobre un puesto de bocadillos. En el preciso momento en que Charlot va a pagar, el propietario descubre su cartera y se lanza en persecución del presunto ladrón, seguido por los agentes de la policía. Para huir de sus perseguidores entra en una de las barracas de la feria en la que su alocada imagen se refleja en los espejos deformantes. No consigue encontrar la salida en ese laberinto de espejos y lo mismo le ocurre al policía que también se introduce en el interior de la barraca”.

  Y termina así: “Charlot, por fin, encuentra la salida y prosigue su carrera hasta el centro de la pista del circo. El público que rodea la pista, sorprendido, aplaude con entusiasmo esta aparición tan sensacional como inesperada. El director del circo comprende las ventajas que podría sacar de un hombre como Charlot y le contrata para una prueba. Desgraciadamente, esta es desfavorable y el pobre vagabundo se marcha, pero una repentina huelga de empleados del circo le da ocasión de ocupar un puesto que ya no esperaba… Y en el circo conoce a Marna, la bailarina tratada cruelmente por su padre. El director de la compañía la considera culpable de la falta de público. Charlot se apiada de ella y entre los dos surge algo parecido al amor. Mientras tanto, el número de Charlot se convierte en la atracción principal y es la salvación del circo, lo que determina que el padre se enternezca y cambie de actitud con respecto a su hija”.

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