Pollerías (marzo 2021)


Por Martín Ballonga

    ¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano! con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores. ¡No se las pierdan!

 

    El poder, como una devastadora pandemia, contamina todo lo que toca. Razón por la cual hacer una corona es mucho más fácil que hallar una cabeza digna de llevarlo. Que se lo digan, si no, al rey emérito. Pues eso, Juan Carlos I y Sofía después.

  Albert Boadella, que se enfrentó a un consejo de guerra franquista, se fugó de la Modelo y se mofó del enanito de Cataluña, tiene claro que la corte da para la lírica: “El emérito más que una ópera tiene una zarzuela, pero una zarzuela con enjundia. Y con Corina en la Zarzuela, ¡qué gran libreto!”.

  Nos parece una mezquindad política que el Govern de la Generalitat no asumiera en su día la defensa del exconseller Santi Vila por los acuerdos tomados por el Cosell Executiu en relación con no devolver inicialmente al monasterio de Sijena una serie de piezas religiosas que estaban en el depósito del MNAC y en el Museu de Lleida. Acuerdos que estaban apoyados, además, en las instrucciones del equipo jurídico.

  No es menor la indignación de la Caixa de Solidaritat, creada para pagar los gastos judiciales de los líderes independentistas, que sí se hizo cargo de la fianza de Lluís Puig en la misma demanda, pero rechazó ayudar a Vila. Será que hay independentistas buenos y malos. Los primeros deben ser los que circulan por la política sin freno de mano; los segundos, los que se detienen ante el precipicio. Todo muy propio de quienes tienen un manual de ética al que le faltan páginas.

  Mientras tanto, el ayuntamiento de Villanueva de Sijena llamará a Cecilia Giménez para restaurar las obras más deterioradas. Ya lo dijo el ilustre restaurador siciliano Luigi Cresentomo: “No hay mejor pieza que el Eccehomo”.

  El pintor de ferias Pepe Cerdá reúne en el Museo Goya de Zaragoza (Colección Ibercaja, por el amor de dios) treinta y cinco cuadros de retratos (sobre todo de sanitarios), paisajes y oficios. Y hace esta reflexión: “Yo pinto los oficios de la vida que son los únicos que veo durante el confinamiento, como Goya pintaba los desastres de la guerra y Shakespeare escribía ‘Hamlet’ a pesar de todo lo que estaba pasando a la puerta de la casa, donde la gente se moría por la peste”. Ser o no ser.

  Lo que sí recomendamos a nuestros lectores es que vean (o vuelvan a ver) ‘Ser o no ser’, esa película dirigida por Ernst Lubitsch en 1942, donde retrata las vísperas de la invasión de Polonia por parte de las tropas de Hitler. Y lo hace desde los ojos de una compañía teatral para crear una demoledora e inteligente parodia antinazi, donde uno de los actores deberá suplantar al mismísimo führer, lo que provoca un aluvión de secuencias tan ácidas como desternillantes.

  Los ganaderos ven con impotencia cómo, un día sí y otro también, sus animales en extensivo sufren el ataque de los lobos. Al convivir con el cánido, las ovejas, nerviosas, se despeñan, abortan o pierden el celo por el estrés. Esto es inhumano. La DGA cede a las presiones y ahora pide permitir la caza del lobo y desdice al director general medioambiental, Diego Bayona, que votó en contra. Perteneciente a Unidas Podemos, este Bayona nos coloca, cualquier día, cocodrilos en las riberas del Ebro. Ñan, ñan…

  Cuando vivía en Zaragoza, el argentino Pablo Echenique, hoy portavoz en el Congreso de Unidas Podemos, militó brevemente en Ciudadanos hasta que conoció al fundador podemita, Juan Carlos Monedero, y a Pablo Iglesias en un evento de discapacidad. Entró en el partido morado desde su creación en enero de 2014, y forma, desde entonces, el núcleo duro de Iglesias.

  Los críticos aseguran que Echenique tuvo mucho que ver con la salida de históricos de la formación morada como Íñigo Errejón o Carolina Bescansa. Personaje raro, algo siniestro, introvertido y autoritario, padece desde que era apenas un bebé atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa que le provoca discapacidad motora y le ata a una silla de ruedas.

  Fiel escudero de Pablo Iglesias, su triste condición física no le aumenta su humanismo, sino que aviva su rencor. Antiguos dirigentes críticos de Podemos, ahora ya fuera, le sufrieron como secretario de organización y le califican como “un hombre vengativo, taimado y lleno de resentimiento”.

  Los de ‘El Pollo Urbano’  sufrimos a Echenique en nuestras carnes. Con él quedamos en una céntrica taberna zaragozana para una entrevista. Y no apareció. Volvimos a quedar una semana después. Y, otra vez, mutis por el foro. Ni cortos ni perezosos, nos presentamos en la sede podemita de la calle Predicadores a preguntar por él. Y nos recibieron a pedradas.

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