Por Lolita Piedrahita
A principios de otoño se podaron árboles y arbustos de la parte trasera de todo aquello Casa Loring, para, poco a poco, ir adecuando ese espacio para sus posteriores usos.
Arbustos de diferentes clases y ramas de árbolitos que se quieren conseevar fueron sometidos a una eficaz poda de formación y apilados los deshechos en una esquina del terreno adquirido para su posterior quema una vez llegado el tiempo autorizado para ello.
Una vez que llegan las fechas para poder quemar los restos de podas, es necesario solicitar el permiso correspondiente a los servicios forestales de la zona quienes, enterados, resuelven vía mensaje telefónico al solicitante
Concedido el permiso y tomando las precauciones pertinentes, Sánchez e hijo procedieron a la quema en un perfecto día de lluvias intermitentes y temperaturas muy agradables.
Antes de comenzar el encendido de la hoguera conectaron una pequeña manguera a un grifo instalado “had hoc” en la parte trasera de la casa que sirve, ademas de para estos menesteres, para regar las nuevas especies florales y pequeños árboles que se van a plantar cuando llegue el tiempo adecuado.
Con un rastrillo y una azada de doble uso se fue adecuando la hoguera y concentrándola hasta que, por la noche, una persistente lluvia fina la apagó haciendo innecesario el uso de la manguera. ¡Enhorabuena a los artistas bomberos por el trabajo realizado
