Pollerías (noviembre)


Por Martín Ballonga

    ¡Un éxito sin igual del Pollo Urbano! con píldoras, runrunes y comentarios que nos llevaran por pequeñas pistas a caminos de interés asegurado para nuestros lectores. 


 
  Las mascarillas, al parecer, contribuyen a frenar la expansión del coronavirus. Existen en el mercado distintos tipos de mascarillas antivíricas, desde las totalmente inservibles hasta las máscaras de cirujano profesional. A los gobernantes les interesa que se use, no qué se use. Lo que se premia es la obediencia. Según se ve, las autoridades han conseguido que todos tapemos dócilmente nuestra boca (y nariz) con lo que sea y esto refuerza la tremenda tesis de Houellebecq –seguro que buen conocedor de Maquiavelo y de los experimentos de Millgram- de que la cumbre de la felicidad del acomodado consumidor occidental reside en su sumisión absoluta. El poder nos cobija con sus órdenes. O sea, aceptamos pulpo como animal de compañía con demasiada facilidad. Esta mascarada tiene demasiados agujeros.

 Ya dijo Diderot que “cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control”. No se olviden tampoco de este pensamiento de T.S. Eliot: “Las palabras del próximo año esperan otra vez”. O este otro de nuestro querido Salomón: “Dejadlos, son ciegos, guías de ciegos; y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo”.

  En ‘La noche del cazador’ hay una secuencia filmada en falsa perspectiva. Se ve a lo lejos a Robert Mitchum a caballo. En realidad, es una persona pequeña en un pony. Nos gustaría avanzar diez años para saber si un caballo es un caballo o un pony. O un burro. Para saber qué demonios está pasando.

  Un periodista de este Pollo Urbano le preguntó a Javier Lambán: “¿Le compraría usted un coche usado a Pedro Sánchez?”. El presidente aragonés asintió con la cabeza, pero “antes de cerrar la transacción”, aseveró, “me llevaría el vehículo a un perito experto, un par de mecánicos de oficio, un conductor profesional avezado y toda la sección de especialistas del suplemento Motor de ‘Heraldo’, y aun así estoy seguro de que Sánchez me metería algún gol”. Los del Pollo no se lo compraríamos ni nuevo.

  Javier Lambán está preocupado por lo que le dice el horóscopo: “Las diferencias sociales crean mal clima con su pareja. Controle la cantidad de lo que come, es fundamental para mantener su peso. A punto de sufrir una crisis nerviosa, no lo permita. Procure no trasnochar demasiado. La risa es un tranquilizante sin efectos secundarios”.

  Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, asume la condena por no haber dado de alta a su asistente. Así, no recurrirá el fallo al Tribunal Supremo, no sea que le investiguen y descubran que no tiene vacunado al perro y sigue sin tener seguro en su silla de ruedas.

  Carmen Ruiz ha sido cesada como directora de Aragón TV. El dúo cómico formado por Fernando Rivarés y López Carbajales, en la mejor tradición de los Tonetti, está de luto.

 Los antidisturbios de verdad se han cabreado con la serie creada por el madrileño Rodrigo Sorogoyen y la zaragozana Isabel Peña. Al parecer, la vida que se da de ellos ha disgustado a la profesión y han pedido que se depuren responsabilidades por haber dado el ‘ok’ a ese guion y por permitir el uso de instalaciones y dotación policial para perpetuar clichés. “Que si uno tomando cocaína, que si otro desequilibrado, que el de más allá violento”… Desde luego, nosotros no queremos a ningún tiarrón antidisturbio cerca. A una prudente distancia social, como mandan los cánones. Que no queremos porrazos.

  La compañía aragonesa Teatro Pezkao, formada por Javier Guzmán, Fran Martínez, Nashaat Conde, Ricardo Ibáñez y Javier Aranda, ha recibido el premio especial del jurado en el festival internacional de teatro U-Mosta de Rusia con la obra ‘El hombre almohada’, de Martin McDonagh. Enhorabuena a todos ellos.

  Por cierto, el zaragozano Javier Aranda, es el autor de ‘Vida’, que recientemente hemos vuelto a ver en los escenarios de Zaragoza. Un gozoso espectáculo de títeres para peques y grandes, de insólito aliento poético, honesto y, esto es, lleno de vida. Enhorabuena, otra vez.

  Otro zaragozano, Fernando Sanmartín, también habla de vida en su atractivo libro ‘Os contaré la verdad’, editado por Xordica, el relato de una chica enamorada de dos hombres a la vez. Y no estar loca, que diría la canción. Un subyugante triángulo de cuatro lados.

  Se acaba de publicar el libro ‘Las armas de Luis Buñuel’, a cargo de Prensas de la Universidad de Zaragoza. Lo escribe Guy Wood y se acerca a la figura de Buñuel a través de su afición a las armas, pero apenas presta atención a su filmografía azteca, lugar muy proclive a que las armas se desenfunden. Recuerden esa secuencia en que un tipo atraca a otro, pistola en mano, y le suelta: “¡Dame el dinero… o te mueres…!”. Ya dijo el calandino que “el cine es un arma maravillosa y peligrosa si la maneja un espíritu libre”. ¡Abajo las caenas!

  Otro trabajo a considerar es el libro narrativo del poeta zaragozano Ángel Gracia ‘El silencio y su canción’, un recorrido por el Aragón rural que aúna susurros y tempestades, camino y naturaleza, entre párrocos, pescadores o masoveros. Y de paso homenajea la mítica serie protagonizada por Labordeta ‘Un país en la mochila’.

  No se pierdan tampoco el ensayo cinematográfico del vaso Juan Palacios ‘Meseta’, un paseo onírico, con destellos de poesía visual, por la España vacía, término desgastado últimamente en los medios y en el ruedo político. A Julio Llamazares le ha encantado el documento. De Sergio del Molino no tenemos noticia.

  Julio Llamazares, por cierto, visitó el pueblo soriano de Trévago para conocer en persona a Iris Lázaro, pintora afincada en Zaragoza y autora de la publicación de un libro sobre los diarios que su padre, entonces alcalde de esa localidad, iba escribiendo en la década de 1960. En esos diarios ya dejó escrito lo de ‘La Soria vacía’…

  Para terminar, otra enhorabuena al jacetano Cuti Vericad, que se alzó como el principal triunfador de la 21ª edición de la gala de los premios de la música aragonesa. Un rockero curado de espantos y de alarmas. “Desde luego”, ha dicho, “los que no saben lo que es viajar en tercera clase lo van a pasar muy mal”. Pues eso, que diría Umbral.

Artículos relacionados :