Gran fiesta pollera en El Gallinero


Por Mirinda Blasques

     Como cada año, el pasado 15 de Mayo se celebró la fiesta anual en la que El Pollo Urbano reúne a sus colaboradores locales y demás amigos que mes a mes hacen posible que la revista siga siendo un importantísimo referente de la vida cultural y política de Aragón.

Fotografías: José Luís Lomillos y Manuel Medrano

 

    Como siempre, se tuvo un recuerdo para los corresponsales y colaboradores asentes por razones obvias  y, ¡cómo no! se celebraron los recientes éxitos otros, tal es el cado del Jefe de Desarrollo Tecnológico del Pollo, Antonio Tausiet quien ha editado un video interesantísimo sobre la ciudad https://www.elpollourbano.es/informes/2019/04/zaragoza-vil-un-puzle-documental-de-la-ciudad-inmortal/ amén de ver publicada la tercera parte  del proyecto que junto a Chema Ballestín denominaron “Memoria visual de Zaragoza.

     En este caso ha sido Memoria visual de Zaragoza. Los convulsos años 70, editado por El Periódico de Aragón.y cuya referencia en el pollo es: https://www.elpollourbano.es/informes/2019/06/memoria-visual-de-zaragoza-los-convulsos-anos-70/

    Así pues había múltiples razones para que la fiesta  estuviera animadísima y los asistentes dieran buena cuenta de un suculento jamón que cortó el amigo Goyo (todo un clásico ya en estas lides), abundante cerveza y vino de la tierra, y unas tapas especiales que se hicieron para la ocasión ydenominadas “Barrigudas gallineras” en recuerdo de su divulgador Carlos Sáchez quien las popularizó en su antiguo bar “El Condumio” de la Plaza de Santa Cruz y con la esperanza de que el nuevo bar de la calle Cortesías nº 7, denominado “El Gallinero” y propiedad  del Subdirector del Pollo, Carlos Calvo, recoja este exquisito bocado entre su repertorio habitual.

 

   Estuvieron presentes casi todos los responsables de las diferentes secciones polleras, artistas, periodistas, poetas y  gente de la farándula  y como representante del gobierno regional asistió el diputado y  amigo Ramón Laplana quien nos deseo larga vida pollera.

    Del ayuntamiento de la gusanera  no asistió nadie pues se encontraban previendo y rumiando la abrumadora derrota que días después les cayó sobre sus hombros, estacazo propio de novatos, soberbios y de personajillos  alejados de la simplísima realidad ciudadana. Así es que, además de no comer jamón se han llevado una hostia que la recordarán toda su vida

     Como anécdota diremos que en una de  las esquinas del bar, por cierto decorado con abundantes referencias y cartelerías pollerasse fraguó el compromiso de Ramón Olid para enseñar el arte de Cúchares y apoderar al primer torero aragolés negro de la historia: nuestro pegador de carteles Assanne ¡Que tenga suerte  el maestro y paciencia el apoderado!

    Una fiesta entrañable y que esperamos se repita cuanto antes, si es posible antes de otro año pues ocasiones, seguro que las habrá.

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