Presentación del poemario “Puta” de María Dubón

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Por Lucho Gasca

    El martes pasado día 15, en la Bóveda del Albergue, tuvo lugar la presentación de mi poemario Puta. Presentó el acto el escritor Fernando Sanmartín y hubo un recital poético a cargo de Loretta García, que leyó algunos de los poemas del libro.   Puta es un poemario que presenta la cara humana de la prostitución a través de las vivencias y emociones de una mujer que ejerce esta actividad como medio de vida.

 

Es una prostituta quien desnuda su alma y deja ver su dolor, sus miedos, la sensación de fracaso existencial, el desgarro que provoca alquilar el propio cuerpo para que un desconocido lo use, la búsqueda constante de una huida para escapar de la realidad…

   Pero en Puta hay también instinto de supervivencia, ganas de seguir luchando, pese a que las fuerzas menguan. Porque es posible tener una vida, agarrarse a una mano tendida y salir adelante.

INTEMPERIES (prólogo del libro)

Por  Fernando Sanmartín

   El poema es un territorio inmenso donde cabe todo. Porque la vida, a veces, aturde, hay muchas formas de sobrevivir o de situarse en un contexto, y el poema, desde la escritura que contiene, puede mostrar el vértigo, los ángulos difíciles, las definiciones del azar. María Dubón, consciente de ello, se aleja de la ambigüedad y de lo abstracto, huye de los escalones que llevan a un lirismo fácil y muestra, sin retórica, lo real, la mirada, los sentimientos de quienes protagonizan estos poemas, ofreciendo en cada texto un relato, una historia sin tibiezas, la narración de quienes venden su cuerpo.

  Se las llama putas, hetairas, profesionales del sexo…, y se han hecho centenares de estudios sociológicos sobre ellas. También hay películas donde hemos visto a Kim Basinger, Jodie Foster, Julia Roberts o Catherine Deneuve en ese papel, distinguiendo a la chica de alto standing frente a la que trabaja en la calle o en un lupanar turbio. María Dubón, en este libro, retrata a esas mujeres, las muestra, pero va más allá porque despliega confesiones, intimidad (“Me aterra sentir/ con mi corazón de corcho”), aunque el burdel sea el escenario de una representación donde el que menos finge es el cliente.

  Y aquí, en estas páginas, enunciando sin amagos la hipocresía social, lo literario propicia una reflexión. Y encontramos que la escritura no enuncia sino que describe con osadía, impregna, empuja al lector y lo sitúa, sin trampas ni pespuntes, frente a vidas donde el fracaso es una extraña luz, vidas viciadas, intersecciones, mordeduras.

   María Dubón no distorsiona la realidad, ni la interpreta o deforma. Sus poemas son transfusiones y latidos. No hay falso juego de espejos. Describe el mundo de las putas, sus océanos, sus días de niebla, sus rincones. Describe el aire viciado. Describe lo difícil. Se asoma a los reversos.                                         

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