La Almunia, de jornadas a festival


Por Don Quiterio

Las jornadas cinematográficas de La Almunia de doña Godina han cumplido este año su mayoría de edad y, tras un periodo de estudio, se decidió cambiar de denominación para pasar a ser festival de cine de La Almunia, o sea, Fescila, porque “respeta”, dicen sus coordinadores, “la esencia de las jornadas de cine pero nos permite mostrarnos al mundo de forma mucho más ajustada a lo que somos en realidad, un festival pequeño, que trata de llevar el cine español al medio rural, gracias al enorme capital humano con el que contamos”.

La Almunia, tierra de Florián Rey y Adolfo Aznar, le ha dicho hasta pronto al mitómano José María Pemán y le da la bienvenida a Carmen Pemán y Raquel Viejo, nuevo equipo directivo de la asociación.

El diseñador afincado en Huesca Javier Arinero ha sido el responsable del cartel anunciador y tiene como objetivo hacer la marca reconocible y representativa, por estar ahí tanto La Almunia como el guiño a lo cinematográfico, sintetizados en la letra A, que simboliza el nombre de la población y el ojo del espectador. Se han proyectado casi una cincuentana de cortometrajes a concurso, además de varios largometrajes relacionados con el tema monográfico ‘El malo de la película’. Dos largometrajes aragoneses, ‘El encamado’ y ‘La vida inesperada’, también se proyectaron.


Dirigida por Germán Roda (‘Pomarón al cubo’, ‘Mi papá es director de cine’), ‘El encamado’ se basa en una pequeña pieza teatral de Alberto Castrillo –también protagonista, junto a Nacho Rubio, Luis Larrodera o Blanca Carvajal- y cuenta la historia de un agente de publicidad, casado y con una hija de treas años, que, agobiado por su trabajo, decide meterse en la cama, de la que no sale en mucho tiempo, con todas las vicisitudes con la sociedad de crisis que nos ha sacudido. Por su parte, ‘La vida inesperada’ la ha dirigido Gaizka Urresti (codirector junto a Javier Espada de ese interesante documento sobre Luis Buñuel titulado ‘El último guion’) y es un documental sobre el día a día de un grupo de personas con discapacidad intelectual. Dos propuestas a tener en consideración.

El premio principal del certamen ha recaido en la actriz aragonesa Luisa Gavasa, “una mujer de teatro, educada”, en palabras de Antón Castro, “al arrimo de Mariano Cariñena, a quien ha dedicado siempre palabras de complicidad y de gratitud. Luisa Gavasa es una de esas actrices que llenan la escena, una secuencia televisiva o una película como ‘De tu ventana a la mía’ con su presencia. Está en estado de plenitud: borda los matices, los gestos, interioriza los sentimientos, posee la voz adecuada, la emotividad, esa sabiduría que dan el oficio, el compromiso, la madurez fermentada y el amor tranquilo. Dar vida a los otros es una forma lúcida de estar en el mundo”.

El actor malacitano Antonio de la Torre recibió el premio Florián Rey que, desde 1998, distingue a distintas personalidades del cine español: Luis García Berlanga, José Luis Borau, Carlos Saura, Fernando Trueba, Maribel Verdú… Este actor ha interpretado toda clase de papeles y de géneros (‘Azul-oscuro-casi-negro’, ‘Gordos’, ‘Una palabra tuya’, ‘Los amantes pasajeros’) desde que participara en 1993, solo con la “voz”, en el filme de Emilio Martínez Lázaro ‘Los peores años de nuestra vida’.

Además del galardón honorífico, en la gala de clausura se entregaron también los premios de los concursos de guiones y cortometrajes. En cuanto a los primeros, los ganadores fueron ‘Epitafios’, de María Ballesteros; ‘Mi gran noche’, de Eduardo Moyano; ‘Nico’, de Luis Alejandro Lossada; ‘La esperanza es mi último tren’, de Pascual Mateo Monterde; ‘Tan solo una palabra bastará para sanarme’, de Marta Gracia y José David Moreno; y ‘La teoría de los sueños cruzados’, de María Serrano.

El jurado eligió como mejor corto ‘Aquel no era yo’, de Esteban Crespo, una cinta que ya ganó el “goya” y que en La Almunia se llevó también el premio del público. El mejor corto aragonés fue para ‘Mi papá es director de cine’, de Germán Roda, una cinta que también ha ganado el “simón” al mejor guion. ‘Ella’, de Juan Montes de Oca, fue el mejor cortometraje de animación y ‘El violinista de Auschwitz’, de Carlos Hernando, resultó ganador del mejor corto documental. También obtuvo el premio al mejor corto comarcal ‘Los trepadores de Calatorum’, de Darío Duarte, y en la categoría de valores educativos y ciudadanos ganaron ‘Sin miedo’, de Lorenzo Latorre, e ‘Historia de un abrazo’, de Fernando Pablo.

El turolense Nacho Rubio, reciente premio “simón” por su interpretación en el cortometraje de Jorge Blas ‘El vagabundo’, fue el conductor de la ceremonia de clausura y presentó un audiovisual dedicado a José María Pemán, en el que compañeros y familiares le envían las gracias por tantos años al pie de las jornadas cinematográficas de La Almunia de doña Godina, ahora llamadas Fescila, un acrónimo de festival de cine de La Almunia. O sea, que diría Franciso Umbral.

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